Las situaciones relacionadas con la desigualdad entre hombres y mujeres, aunado a la violencia de género que se vive en México en sus diversas manifestaciones, hace necesaria la incorporación de la perspectiva de género en los programas educativos en todos los niveles, partiendo desde la instrucción primaria, sostuvieron Ana Lis Heredia Espinosa y Adriana Rodríguez Barraza, investigadoras del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la Universidad Veracruzana (UV).
Las académicas participaron el jueves 27 de agosto en el 3er Congreso Internacional “Mujeres y niñas desde una doble perspectiva de género y derechos humanos en el marco de los Objetivos del Desarrollo Sostenible”, que virtualmente tiene como sede la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con el trabajo titulado “Perspectiva de género: creencias de docentes de primaria sobre su incorporación”, buscan comprender el fenómeno de la incorporación de la perspectiva de género a partir del estudio de las creencias que tiene el personal docente de educación primaria.
Definieron que las creencias son juicios de probabilidad subjetiva con respecto a algún aspecto particular de su mundo, y que éstas constituyen la base de la vida de los sujetos, dado que ponen por delante lo que para ellos es la realidad misma; es decir, la construcción de la realidad está fundamentada en gran parte en sus creencias, por lo que toda conducta depende de cuál sea el sistema de creencias auténticas.
Las investigadoras señalaron que hablar de perspectiva de género es referirse a la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en diferencias biológicas; por ello, el papel que tienen las instituciones educativas en la construcción del género es importante, pues es allí donde la cultura centra su influencia y se transmite a las generaciones el conocimiento necesario para que los individuos normen sus acciones y se inserten adecuadamente en los roles que habrán de desempeñar en la sociedad.
Refirieron que, de manera particular, la escuela primaria tiene un papel fundamental en la conformación de lo masculino y lo femenino en los estudiantes, pues es uno de los espacios donde se refuerzan, fomentan y mantienen los valores y pautas de comportamiento socialmente aceptados.
El trabajo presentado por Heredia Espinoza y Rodríguez Barraza es resultado de un estudio descriptivo con metodología cualitativa y enfoque hermenéutico-dialéctico, realizado en cinco escuelas primarias del municipio de Veracruz, en el que participaron 24 docentes (20 mujeres y cuatro hombres) que tienen a su cargo grupos de cuarto grado.
Entre las conclusiones se encuentran: que ejercer la docencia en el nivel primario implica tener un papel fundamental en la educación de niñas y niños, no sólo en el aspecto académico, sino en la conformación de sus formas de interactuar y la construcción del significado de lo femeninos y lo masculino; que las creencias del personal docente predominen los estereotipos de género, y el desacuerdo de hablar del tema bajo la creencia de que pueden confundir a los estudiantes e imponerles una sexualidad determinada.
Por consiguiente, consideran que no solamente se debe trabajar en la capacitación teórica y conceptual, sino en la sensibilización sobre la importancia de la perspectiva de género.
En este panel participaron también Norma Don Juan Pérez, de la Coordinación Nacional de Mujeres Indígenas, quien habló sobre el “Cumplimiento de los derechos humanos de las niñas, jóvenes y mujeres indígenas”; Gabriela Martínez Olivares, de la Confederación Nacional de Organizaciones en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual, quien abordó el “Impacto de la invisibilidad y violencia hacia las mujeres con discapacidad intelectual en el ejercicio de sus derechos”.
Martín Rojas Gracia, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos con Discapacidad, desarrolló el tema “Diversidad en la diversidad: los derechos humanos de las personas LGBTTTI con discapacidad”, y Paula Ivette Pegueros Vidal, del Instituto Universitario Puebla, disertó sobre “La feminización de los flujos migratorios y su atención en la frontera sur de México”.
UV/José Luis Couttolenc