Una investigación realizada por Ana Lis Heredia Espinosa, estudiante del quinto semestre del Doctorado en Psicología, adscrito al Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la Universidad Veracruzana (UV), pone de manifiesto la necesidad de capacitación en temas relacionados con género y sexualidad que impera entre docentes de nivel primaria.
Bajo la dirección de Adriana Rodríguez Barraza, investigadora del IIP, la alumna egresada de la Licenciatura en Psicología y de la Maestría en Desarrollo Humano abordó el estudio “Creencias de los docentes de primaria sobre la educación sexual en los libros de texto”, en el que emplea un método cualitativo con enfoque comprensivo-interpretativo.
Priorizó la temática debido a la serie de problemas relacionados con la falta de educación sexual que exponen altos índices de contagio de infecciones, embarazos en niñas y adolescentes, así como las declaratorias de alerta por violencia de género en 11 municipios del estado de Veracruz.
La estudiante universitaria, quien cursa este doctorado por su interés en la investigación desde la psicología social y relacionada con la educación en México, resaltó que el objetivo es conocer las creencias de los docentes con respecto a los contenidos de sexualidad y perspectiva de género en los libros de texto, e identificar si creen que necesitan recibir formación en dichas áreas.
Con este propósito, y durante octubre a diciembre de 2019, se levantó una muestra diversa de 24 docentes de primaria: 20 mujeres y cuatro hombres, de entre 22 y 64 años de edad, de cinco escuelas de la ciudad de Veracruz.
El motivo por el cual eligió aplicar la muestra en este municipio es atribuible a la declaratoria de alerta por violencia de género que existe, además de tener el mayor número de docentes de nivel primaria de toda la entidad.
A pregunta expresa acerca de la participación de más mujeres que hombres, Ana Lis Heredia precisó que esto no estaba previsto; sin embargo, la educación se relaciona con una actividad o comportamiento que es percibido socialmente como adecuado y deseable para ellas.
También, tiene que ver con el cuidado de los demás y para los demás, lo cual refuerza el rol de las mujeres, “en este caso encontramos que es una actividad mayoritariamente femenina”.
Indicó que en casi todas las escuelas primarias sólo hay mujeres docentes, a excepción de una, en la que se encontró que había sólo algunos varones.
“Esto podemos cruzarlo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que indican que en México el 70 por ciento de las personas que ejercen la docencia en primaria son mujeres.”
Respecto a los resultados del estudio, se encontraron opiniones contrarias con relación a los contenidos de los libros de texto. Por una parte, hubo docentes que no los conocen, otros que los consideran pertinentes y adecuados, y unos más expusieron su desacuerdo con la falta de actividades didácticas, de profundidad de los temas y la omisión de lo relacionado con la diversidad sexual.
Una característica en común de la mayoría de los participantes fue no haber recibido algún curso o capacitación en educación sexual en su trabajo. También reconocieron que no están lo suficientemente capacitados en temas de sexualidad, y por lo tanto no saben cómo incorporarlo.
De la misma forma, manifestaron que hay una responsabilidad de los padres de familia de brindar herramientas necesarias a sus hijos que no corresponde totalmente a la escuela, pues ambos forman parte de un sistema enfocado en el bienestar de la infancia, por lo tanto, el proceso educativo es una tarea común.
Asimismo, formular estrategias entre padres y docentes para colaborar en beneficio de los niños en las actividades generales y de educación sexual, podría ayudar al desarrollo armónico del alumnado.
En este sentido, la investigación resulta pertinente pues al estudiar a profundidad las creencias de los docentes de primaria se cuenta con suficiente información para diseñar y proponer estrategias psicoeducativas de intervención que les permiten desarrollar las competencias necesarias para un adecuado abordaje de dicha materia, además de datos regionales que puedan apoyar la creación de políticas públicas.
Además, contribuye a descubrir la necesidad de espacios de colaboración entre padres de familia y docentes respecto a la educación sexual.
Concluyó en que este trabajo les ha permitido considerar que ejercer la docencia en el nivel primaria implica tener un papel fundamental en la educación de niñas y niños, no sólo en el aspecto académico sino en la conformación de un ambiente de responsabilidad y respeto sin violencia, donde también puedan aprender los valores de ciudadanía y democracia en igualdad de condiciones.
También que, si las creencias del profesorado tienden a los estereotipos y la omisión de información o información sesgada, se dirigen en sentido opuesto a los objetivos de la educación sexual, pues ésta debe tomar en cuenta los cambios anatómico-fisiológicos, los aspectos psicoafectivos y emocionales, así como los aspectos intelectuales y volitivos de niños y niñas.
“No sólo hay que trabajar en la capacitación teórica y conceptual, sino en la sensibilización sobre la importancia de la educación sexual integral y dejar de lado el abordaje eugenésico que se arrastra desde el siglo pasado, cuyo planteamiento tampoco ha dado resultados, basta ver los índices de contagios por enfermedades de transmisión sexual y los embarazos en niñas y adolescentes.”
Cabe señalar que los resultados de dicha investigación han sido presentados en dos congresos internacionales, uno organizado por la Universidad de Valencia, en España, y otro por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, han sido enviados artículos para su arbitraje y publicación.
Finalmente, Ana Lis subrayó que este doctorado le ha permitido desarrollar habilidades y adquirir herramientas para mejorar su desempeño como docente e investigadora.
UV/Claudia Peralta