Prefacio.

En el corte hasta la tarde de este domingo, en México 560 mil 164 personas han contraído el virus Covid-19 y 60 mil 480 personas han fallecido a partir de ese contagio, desde el inicio de la pandemia el 28 de febrero. *** Este domingo se reportaron 3 mil 948 nuevos contagios así como 226 nuevos decesos. La Secretaría de Salud insistió este día en que hay un “descenso importante” de la epidemia, tanto en los casos notificados de contagio, como de fallecidos. “La curva epidemiológica nacional está en descenso franco”. *** De las 30 mil 608 camas de atención general para pacientes con Covid-19, 11 mil 135 (36%) se encuentran ocupadas. Los estados con mayor ocupación de este tipo de espacios son Nayarit (67%), Nuevo León (64%), Colima (57%), Hidalgo (55%), Coahuila (47%), Puebla (43%), Ciudad de México (43%), y Veracruz (39%). *** De las 10 mil 466 camas con ventilador para pacientes graves, 3 mil 264 (31%) se encuentran ocupadas. Las entidades que mayor ocupación reportan son: Colima (61%), Nuevo León (57%), Aguascalientes (48%), Ciudad de México (41%), Tlaxcala (39%), Durango (38%), Baja California (37%),  Zacatecas (35%) y Yucatán (34%).

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Decía Cicerón: “Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable”.

Roberto es agente de Tránsito. Conduce una motocicleta que le fue asignada para cubrir un sector de la ciudad.

A cambio, su jefe inmediato le impuso una cuota diaria: Para que se le asigne la motocicleta y se le ubique en lo que se considera una “ruta productiva”, Roberto debe entregar mi pesos por día. Debe, además, dar mantenimiento a la unidad que le fue asignada y –por supuesto- por su cuenta corre el consumo de combustible.

Para Roberto el trato resulta “razonable”, pues en promedio él recibe entre 3 mil y 5 mil pesos por jornada, por concepto de “propinas” de los conductores a los que les hace ver que infringieron una regla de tránsito.

Pío López es un político de poca monta. Vive y ha vivido siempre a la sombra de uno de sus hermanos, quien ha ocupado cargos relevantes en el servicio público, pero además ha consolidado una fuerza política que –luego de tres intensos y desgastantes intentos- lo llevó a la Presidencia de la República.

Porque es parte de su familia y porque le ha demostrado lealtad ciega en más de tres décadas de activismo político, Pío tuvo entre sus responsabilidades (antes de que su hermano asumiera el cargo de Presidente) la recolección de “apoyos” para financiar el movimiento político de su pariente.

Las cifras no están muy claras, pero podemos hacernos una idea de los montos que recibía Pío, al observar el video que se hizo público, en el que uno de los “patrocinadores” del movimiento le entrega –en el año 2015- un sobre con 400 mil pesos y reconoce que “no es todo” y que lleva ya al menos un año haciéndole llegar una cifra superior, mes con mes.

Ese mismo personaje, en otro video, le entrega un millón de pesos y le promete que pronto le dará la fecha en la que le hará llegar una cantidad similar y le hace énfasis en que son recursos para apoyar “el movimiento” y le pide a Pío que le informe a su hermano (se refieren al actual Presidente como “el licenciado”).

Emilio Lozoya Austin fue Director de Pemex al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto y antes formó parte del equipo de campaña del candidato priista. Luego de que se le hiciera traer de España, haciendo uso del Tratado de Extradición con aquel país, la Fiscalía General de la República (FGR) permitió que, en principio, el extraditado fuera internado en un hospital privado para atenderse de un “severo caso de anemia” y tras presentarlo ante un juez, le fue otorgada la licencia para enfrentar en libertad los cargos en su contra.

En sus declaraciones y en un video que fue filtrado a través de redes sociales, se hace referencia al pago de cantidades millonarias (en dólares) que habría recibido Emilio Lozoya de consorcios internacionales para financiar la campaña de Enrique Peña Nieto, a cambio de ser recibir una atención preferencial al momento de asignar contratros de obras de la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

Emilio Lozoya presentó a su vez una denuncia “de hechos posiblemente constitutivos de delito” en la que “reconoce” que el pago (“sobornos”, les dice) que habría hecho de cifras millonarias a varios legisladores, a cambio de que aprobaran las reformas en materia energética.

En la narración de los hechos hace mención a que durante un viaje al estado de Veracruz, el entonces Presidente Peña Nieto les presume lo que “le acababa de regalar el gobernador Javier Duarte” y se refiere a un automóvil de colección, un Ferrari que, según el dicho de Lozoya, fue propiedad del Presidente Adolfo López Mateos. Meses después Javier Duarte fue expulsado del PRI, se dio a la fuga y fue localizado en Guatemala, de donde se le extraditó a México y en la actualidad paga una sentencia luego de aceptar que cometió los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa.

Todos los personajes mencionados en este recuento, desde Roberto, el agente de Tránsito, hasta el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador y su antecesor, Enrique Peña Nieto, encuadran en el perfil de “servidor público corrupto”.

No importa la cantidad de lo recibido, no importa el destino final del dinero, no importa si le llaman “moche”, “cooperación” o “soborno”.

No es más corrupto el que roba más, ni menos corrupto el que acepta unas monedas. No es mejor aquel que asume que “el fin justifica los medios”, ni aquel que se dice “presionado” pero aprovecha la circunstancia para hacerse de bienes que, con su salario de servidor público, nunca hubiera podido obtener.

La cuarta acepción de la Real Academia Española de la Lengua para el término “corrupción”, explica: “En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.

Bien dicen que la corrupción es como el embarazo. Esto es, que se trata de un valor absoluto. Así como una mujer no puede estar “medio embarazada”, tampoco se puede hablar de que alguien es “poco” o “muy” corrupto.

Si vamos a combatir este vicio, empecemos por no hacer distinciones.

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Epílogo.

Una nueva tragedia sacudió el pasado fin de semana a la sociedad veracruzana. En Altotonga, los tres integrantes de una familia fueron asesinados. Entre las víctimas se ubicó a una niña de 8 años de edad, identificada como Sarahí. Además de ella, en el ataque fallecieron su madre “Zita”, de 40 años de edad, y su padre, Eduardo, de 35 años. *** Las tres víctimas se encontraban a bordo de una camioneta tipo Nissan color gris, que utilizaban para transportar mercancías de un negocio de pollos, cuando fueron atacados  por varios sujetos que dispararon contra la camioneta. En el sitio fueron localizados 15 casquillos percutidos de calibre 30 mm. *** Las autoridades no han proporcionado información sobre algún avance en este caso, lo mismo que en otras masacres como las ocurridas en Acayucan y Minatitlán. Este fin de semana elementos de la policía estatal fueron asignados a realizar tareas de “chapeo” en áreas verdes de Xalapa. *** Este lunes inician las clases del nuevo ciclo escolar, y debido a la contingencia sanitaria por el virus Covid-19, éstas serán “a distancia”, a través de varios canales de televisión. Este domingo la Iglesia Católica advirtió que este mecanismo tecnológico no ofrece una solución integral al problema educativo en el país. *** “Observamos con preocupación que sean sólo las televisoras las que difundan los contenidos educativos. Eso empobrecería enormemente el proceso educativo en nuestro país. La televisión no favorece la interacción ni la complementación que debe darse entre alumno y profesor. La televisión sólo emite mensajes y no permite el diálogo entre profesor y alumno además de que proyecta un contenido uniforme para todos. No todos los alumnos se encuentran en las mismas circunstancias, ni poseen las mismas habilidades. En este sentido sería mejor utilizar las plataformas digitales para favorecer la interacción”, expresó la Arquidiócesis de Xalapa en su boletín semanal.

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