El pasado fin de semana estuvo en Tuxpan, Gabriel García Hernández, el hombre clave del presidente Andrés Manuel López Obrador que desde la poderosa Coordinación General de Programas para el Desarrollo tiene la misión de asegurarle al Jefe del Ejecutivo federal una buena cosecha de votos para que en 2021 pueda mantener la mayoría en la Cámara de Diputados, evitando así que la oposición le haga contrapeso en el Congreso de la Unión en la segunda mitad de su sexenio.
Y, en este esquema político-electoral, Veracruz es un estado estratégico ya que en 2018 le aportó al tabasqueño una votación históricamente inédita de más de dos millones de votos.
Sin embargo, las circunstancias actuales y el tipo de elección del año entrante serán muy diferentes a las de la pasada sucesión presidencial, pues aparte del costo político que deberá asumir la administración lopezobradorista por la pandemia del coronavirus, la recesión económica y la inseguridad, la elección de diputados federales también se verá impactada por los comicios municipales, que son los que más pasión despiertan en el electorado veracruzano.
El entorno social se prevé bastante complicado para el partido gobernante, pues según la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del Covid-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos que recién presentó el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana, entre junio y julio el número de personas desempleadas, descansadas sin goce de sueldo o que no podían salir a buscar trabajo por la contingencia, pasó de 5.5 a 4.4 millones, 8.3 por ciento de la población económicamente activa. También reportó que dos de cada tres hogares vieron reducidos sus ingresos desde el inicio de la cuarentena.
A ello se atribuye el recorrido que García Hernández ha realizado por Veracruz y otras entidades claves para el partido en el poder, ya que un reciente estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) acaba de revelar también que de los 15 programas prioritarios del gobierno federal que en 2020 tienen en conjunto un presupuesto de 135 mil 475 millones de pesos, solamente dos acreditaron un desempeño apropiado: el de Jóvenes Construyendo el Futuro, con un presupuesto de 24 mil 956 millones, y el de Cultura Comunitaria, con 600 millones, ya que cumplieron en promedio con 81 por ciento de sus metas.
En el documento “Consideraciones presupuestarias 2021”, el Coneval indicó que el programa Crédito Ganadero a la Palabra, con mil millones de pesos de presupuesto, es el que tiene un desempeño más rezagado, ya que apenas cumplió, en promedio, con 15 por ciento de sus propósitos.
Y el programa Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior “Benito Juárez”, con 28 mil 995 millones de pesos, tuvo un desempeño insuficiente con 73.5 por ciento de planes cumplidos, por debajo de los criterios de “sobrecumplido” y “apropiado”, según el porcentaje de metas cumplidas.
Pero el pasado fin de semana, en Tuxpan, Gabriel García se encontró con el reclamo por falta de pago de los llamados “Servidores de la Nación”, de los cuales 34 fueron cesados y demandaron al gobierno federal.
Pero el pasado fin de semana, en el Centro Integrador de Tuxpan, Gabriel García se salió de sus casillas ante el reclamo por falta de pago de los llamados “Servidores de la Nación”, además de que 34 fueron cesados y demandaron al gobierno federal
Además de que se habría molestado porque varios funcionarios de la Delegación estatal de la Secretaría de Bienestar renunciaron a sus cargos para buscar ser postulados principalmente a las alcaldías –como se lo reprochó a una “Servidora de la Nación” de Tuxpan que pretende un cargo de elección popular–, emulando a los priistas y panistas que en el pasado también medraron con estos mismos cargos para satisfacer aspiraciones políticas personales y no para seguir empujando el proyecto de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente López Obrador.