Este miércoles el programa Línea Caliente que dirige el periodista Édgar Hernández, contó con la presencia del senador Ricardo Ahued que contestó la batería de preguntas que le lanzaron el mismo Édgar y los excelentes periodistas Mussio Cárdenas y Armando Ortiz.

Una pregunta inevitable fue sobre su posible candidatura a la gubernatura de Veracruz, a lo que Ricardo contestó que en este momento lo que le interesa es hacer bien su trabajo en el Senado. Y de ahí no lo sacaron.

Pero sobre el tema hay varios puntos sustantivos.

De todos los militantes, simpatizantes, adherentes, advenedizos y chaqueteros que tiene Morena en Veracruz, el único con reales posibilidades para que ese partido conserve la gubernatura en 2024 se llama Ricardo Ahued Bardahuil.

Con el debido respeto por la comparación, ni el Papa Francisco se alzaría con la victoria si va por Morena.

El hecho de que López Obrador se decante por otro candidato (el que sea), pondría felices a los aspirantes de la oposición que verían ensancharse sus posibilidades de triunfo.

Y es que Morena no tiene a nadie más.

Si tienes dudas te invito lector a que le eches un vistazo al gabinete de Cuitláhuac García, a que hurgues entre los diputados locales, federales y los legisladores en la Cámara Alta o entre los veracruzanos por adopción (todos de Morena, por supuesto), a ver si encuentras otro gallo con los espolones de Ricardo Ahued.

¿Qué tal Rocío Nahle? Por Dios, la señora (a la que deseo de corazón se recupere pronto y bien del Covid-19), lleva varios meses en picada por su pésimo desempeño en la Secretaría de Energía. Tiene arraigo en el sur de la entidad pero no simpatizantes; al menos no en la cantidad que desea. Además, Dos Bocas es una arriesgada apuesta que puede ser su Waterloo, según opinan los expertos.

¿Y Eric Cisneros? ¡Jijoela…! A un candidato como éste le apuestan en la oposición. Nada mejor para ellos que un sujeto acomplejado, rencoroso, grosero, gandalla y propenso a la camorra. De escaso cerebro que lo inhabilita para el diálogo y la concertación.

Sin tantito así de empatía, Eric sería una muy mala broma que le costaría a Morena perder irremediablemente en Veracruz.

En apenas veinte meses en el poder, los morenos se han ganado el repudio popular no sólo por ineptos, sino por ladrones y falaces. Decían que acabarían con la corrupción y terminaron embutidos en ella.

Si Veracruz cuenta con uno de los gobernadores peor calificados a nivel nacional, si el secretario de Gobierno es el más odiado a nivel estatal, si sus titulares de Seguridad, Salud, Turismo y Obras Públicas son unas nulidades. Si en la Legislatura local los diputados de Morena sobresalen por ignorantes ¿por qué cientos de miles de veracruzanos desean que Ricardo Ahued sea candidato de Morena a la gubernatura?

Porque no tiene el ADN de los morenos. Es decir, no es tranza, corrupto ni falaz; sino todo lo contrario: es honesto y honrado. Algo de lo que no puede presumir ningún miembro de la cúpula morenista en Veracruz, absolutamente ninguno.

Si se decide por la candidatura, Ricardo Ahued irá como abanderado de un partido igual de podrido que los demás, pero será un serio aspirante al triunfo por su honestidad y honradez, dos cualidades (entre otras) que son las que quieren los votantes de su próximo gobernador.

Ante un candidato así ¿que enviaría la oposición?

A otro candidato honesto y honrado.

¿Lo hay en Veracruz? Sí lo hay. Es un político serio e inteligente que ha mostrado capacidad y honestidad en los puestos que ha ocupado. Y esto aunado a su sencillez le ha ganado el respeto y cariño de los veracruzanos.

¿Su nombre? Sí cómo no, pero en otra oportunidad, cuando me ocupe de él más adelante.

Si ambos compiten por la gubernatura será la primera vez en la historia reciente de la entidad, que la ciudadanía tendrá para elegir entre dos hombres íntegros y honorables. Y no se verá en la penosa necesidad de decidirse por el menos ladrón, como ha sucedido en más de una ocasión.

bernardogup@nullhotmail.com