En esta parte final de la conversación, Flora Pasquet se despide con una serie de reflexiones y mensajes.

Escena de la ciudad

He participado en varios proyectos musicales en la Ciudad de México, ahora estoy trabajando con Juanjo Gómez, vamos a sacar un disco juntos que nació de manera improvisada —así es el jazz—, hicimos un concierto on line que organizó la plataforma de Pitayo Music y vamos a sacar algunos materiales de ahí, es otro disco que se aproxima. Trabajé también con Alex Mercado a dueto y a cuarteto. He estado muy activa dentro de la escena musical del jazz y estoy muy agradecida de haber tenido la oportunidad conocer músicos talentosos y compartir con ellos esta música de la cual aprendo mucho; Israel Cupich, Gabriel Puentes, son muchos como para nombrarlos a todos.
Mi banda actual está formada por Roberto Verástegui al piano, Juanjo Gómez a la guitarra, Jorge Servín a la batería y Juan Pablo Aispuro al bajo. También tengo invitados especiales en este proyecto, tengo un trompetista que vive en Nueva York, Wayne Tucker, es el trompetista de Cyrille Aimée —los aficionados al jazz saben muy bien quién es Cyrille Aimée—, es un músico profesional, talentoso, preparado, que me hizo el honor de tocar en una canción mía que se estrenó el 10 de julio. También hemos tenido colaboraciones de Fer Ruvel, él es muy activo en la escena del funk, es el bajista de las Ha*Ash, esta banda de pop. He tenido también el placer de tener a como invitado a Pablo González Sarre, es el bajista de Los Claxons y toca con muchos artistas de pop, trabaja mucho en estudio y grabó esta canción mía que se llama I Love You.

Creo, ergo, existo

En la parte de la enseñanza, estoy siempre con la inquietud de compartir alguna información con la gente que tiene curiosidad y tiene el deseo de tener un poco más de información sobre la voz, sobre la improvisación. Hay varios temas que quiero abordar a través mis talleres del tema de la creatividad, porque podemos pensar que solo los artistas son gente creativa pero en realidad cada humano, desde el momento en el que nace, ya es un ser creativo, y trato de enseñar cómo alimentar y cómo canalizar esas energías creativas. Con la cuarentena me he dado cuenta de que yo no puedo estar haciendo música veinticuatro horas, a veces necesito descansar de la música pero seguir activa y creativa y, por ejemplo, cocinar también puede ser una manera de manifestar mis energías creativas. Debemos dar espacio a este ser creativo que todos tenemos dentro, a veces sucede que con el trabajo, los hijos y todas esas cosas no encontramos el tiempo, pero es importante darnos esos espacios en los que conectamos con nuestra actitud de ser creadores; por eso me gusta el jazz, porque ahí siento que, a cada nota, puedo ser creadora de algo.
Creo que somos más felices siendo creativos y en los talleres trato de romper algunas mentalidades que podrían pensar «yo soy muy mala para eso», creo que, al final, el resultado no es ser bueno ni malo, sino ser y hacer; esto genera muchas cosas positivas para el ser humano, tanto neuronalmente como para nuestro humor, para nuestra salud, para nuestra capacidad de crear cosas.

Xalapa

Viví en Xalapa hace como seis años —estuve dando clases en JazzUV— y me encantó el lugar, creo que me sentí muy bien ahí por el contacto con la naturaleza y porque pude salir de una ciudad tan grande como México. Fue un reto muy bonito dar clases en JazzUV porque pude conocer a tantos alumnos con niveles tan diferentes, tanto de licenciatura como de cursos preparatorios. En esta etapa conecté más con que sí importa mucho el lado teórico y traté de dar más el enfoque en la teoría musical pero aplicada al canto, sin olvidar que somos voces y también estamos llevando un mensaje. El enfoque era ser buenos ejecutantes pero llevalo más allá de la ejecución, de verdad preparar artistas no nada más ejecutantes. Fue muy bonita la experiencia en Xalapa.

El amor en los tiempos del covid

En la cuarentena, entre mis tiempos de descanso, mis tiempos con la familia, mis tiempos con la música, empecé a compartir ejercicios de respiración. No hay que olvidar que, aunque a veces se nos olvida, tenemos un gran poder de autorregulación, de sanación y de bienestar a través de la respiración; ahora que no puedo hacer talleres presenciales, estoy compartiendo esos tips, esos ejercicios, dense una vuelta a mi Instagram o a mi Facebook y pruébenlos, eso nos hará sentirnos juntos y cercanos en este momento de aislamiento.
Pues yo soy Flora Pasquet, espero que hayan disfrutado este momento de platicar conmigo. Espero que siempre tengamos buena música que nos toque el corazón y que nos motive, también música con la que podamos llorar las tristezas que tengamos en nosotros; que la música sea un medio para poder expresar nuestras emociones. Búsquenme también en mi canal de YouTube, ahí pongo videos; como les comentaba, soy un vaivén entre la Isla de la Reunión y México, y de ahí surge mi música. Espero que estén muy bien, les mando un gran abrazo a todos, a todas y estamos conectados, conectadas a través de la música. Muchas gracias por leerme.

 

 

PRIMERA PARTE: Sueños pasados por agua
SEGUNDA PARTE: Un mundo lleno de ilusiones

 

 



 

 

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