En esta segunda parte de la conversación, Flora Pasquet nos platica sobre su encuentro con México y algunos de los proyectos que ha desarrollado aquí.

A conocer un mundo lleno de ilusiones

Un día nos llegó un mensaje del papá de mi esposo que decía: «Armando Manzanero escuchó su música y le encantó, dice que qué belleza, qué romántico se oye el francés en la voz de Flora. Quiere que vengan a México, va a organizar unos conciertos para que puedan tocar con él». Armando Manzanero se quedó emocionado con la música que estábamos haciendo, y como es alguien que impulsa los nuevos talentos, quiso apoyar lo que estábamos haciendo. Nos venimos a México en 2009, cuando llegamos dije no me voy a regresar a París, no puede ser, mira nada más cómo es amable la gente, cómo es bonita, cómo es cálida; mira nada más cuántas salsas de chiles, aquí hay todo; me encantó México. Volví a conectar con mi tierra, con mis raíces, a través de México. Luego conocí el panorama tan amplio y tan rico de la música, del folclor de México; me falta mucho por conocer, por escuchar, pero me quedé encantada, me dije tenemos que hacer una mezcla de esto porque yo siento que México y la Isla de la Reunión —que es el punto del mundo más lejano de México, no hay un lugar más lejano que la Isla de la Reunión partiendo de la Ciudad de México— tienen más similitudes de lo que pensamos.

Entre el cielo y la tierra

En París había sacado mi primer disco de composiciones, Bribes de Vie, llegamos a México y sacamos el segundo disco, Entre Ciel Et Terre —Entre cielo y tierra—, justamente porque desde esos extremos entre México y la Isla de la Reunión, se encuentra el hombre, se encuentra nuestra humanidad, me encuentro yo, y queríamos, Juan Pablo Aispuro —con quien escribí este segundo disco— y yo hacer una fusión; encontrarme en este nuevo ambiente mexicano trayendo también lo que soy yo, una reunionesa; quería traer mi cultura a la cultura de México y también hacerle un agradecimiento a México por todo lo que me estaba enseñando musicalmente. Entre Ciel Et Terre es eso, lo pueden escuchar en las plataformas digitales bajo el nombre de Nuvoyá, que fue nuestro primer proyecto cuando llegamos a México. Esa fusión intenta ser un puente entre la cultura mexicana y la cultura reunionesa.

Al jazz, espejo de mi corazón…

Luego, quería empezar a explorar ambientes musicales diferentes; me acerqué al jazz porque la gente, cuando me escuchaba cantar, decía es como jazz, en realidad no era tanto jazz pero la gente me empezó a ubicar como cantante de jazz, entonces me empecé a acercar a este género y creo que lo que me gustó tanto en el teatro de improvisación, lo volví a encontrar en esta música y se me abrió el panorama, me sentí en una libertad total, y me sentí en una dualidad: era una libertad total pero al mismo tiempo había unas reglas establecidas: la armonía, la forma de una canción. Me encantó vivir esa dualidad, saber que todo es posible dentro de algo muy establecido.

Bonito y fácil

Saqué mi tercer disco, se llama Nice N’ Easy, hay un disco de Frank Sinatra que se llama así y me parece muy bonito, entonces es también como un recordatorio y un reconocimiento al trabajo de Frank Sinatra, que me gusta mucho. Este tercer disco lo quise muy íntimo, que la expresión de cada instrumento pudiera tener su espacio, entonces son canciones a dueto, guitarra y voz; tenemos a Roberto Sánchez Picasso en una de las guitarras y a Alberto Medina, que fue para mí un mentor cuando empecé a cantar jazz, en la otra. También se trata de expresar nuestras experiencias de vida y que este disco pueda ser una dedicatoria a todas las formas de amor que puedan existir: el amor de pareja, el amor hacia nuestros hijos, el amor hacia nuestro país, el amor hacia nosotros mismos, el amor que nos rompió el corazón, el amor que nunca sucedió. Pueden existir tantas facetas del amor y quise plasmarlas en Nice N’ Easy con Roberto y con Alberto Medina, es un disco producido por Juan Pablo Aispuro en el estudio La casa del árbol bajo el sello de Pitayo Music.

Retorno al origen

Han pasado cinco años desde que llegué a México y otra vez me entra la cosquillita de qué quiero hacer; después de haber buscado dentro de mi personalidad cómo interpretar canciones que no son mías y hacerlas mías, quiero otra vez regresar en mi música y a mi manera de hacer música, a proponer algo. Desde Nuvoyá, el primer proyecto que tuve aquí en México, he tenido la intención de mantener esta fusión entre lo mexicano y lo reunionés, porque la música que hago tiene que ver con lo que estoy viviendo, va de la mano con la vida y la experiencia que estoy teniendo, entonces, otra vez me puse a componer y este año vamos a sacar el cuarto disco de mis canciones, todas composiciones originales de esta niña que viajó a México, tuvo experiencias, tuvo un hijo, ya es madre, entonces hay algo en mi autoconocimiento que va madurando; sigue siempre viva la niña dentro de mí, pero con más experiencias, con más años de vida y eso se va reflejando en la música.
Mi nuevo proyecto y este nuevo disco que voy a sacar este año, que se llama Origin —Origen—, es un regreso, después de las experiencias de vida que he tenido, al origen, a la Isla de la Reunión, a mis raíces, al origen de lo que somos hoy, al origen de poder escuchar esta voz interna, al origen del mestizaje, al origen del lugar del que vengo y de México con sus sonoridades. Es un disco en el que estoy cantando, componiendo, escribiendo las letras en creol de la Isla de la Reunión, en francés, porque es mi idioma maternal, en español y en inglés; es una megafusión, tanto de los idiomas como de las sonoridades, hay sonidos que que quise que fueran muy orgánicos, que justamente nos llevan a otra parte del mundo, hacia el océano Índico, hacia la Isla de la Reunión, hacia la India, hacia África —porque también tengo esto en mi sangre, es mi linaje— y a donde estoy viviendo, una ciudad tan movida y tan enorme como la Ciudad de México, entonces hay algo súper moderno ahí. En el disco mezclo esas sonoridades, esos ritmos orgánicos tradicionales de ese lado del mundo más oceánico con México, en cuya expresión viene algo más moderno, la vibra citadina, entonces hay unos sonidos más electrónicos que fluyen con la melodía de la voz.
Hay mucho qué decir sobre los temas que estoy haciendo actualmente porque tienen que ver con mi actualidad musical y emocional, pero trato, y es mi deseo, de integrar a todos, hay muchos mensajes dirigidos con la intención de que somos una humanidad, de borrar las diferencias o de ver esas diferencias como algo que nos va enriqueciendo, que va aportando algo más sabroso a todo esto. Hay muchas canciones que quieren borrar las fronteras, que quieren recordar que somos iguales, que todos somos de piel y carne sin importar los colores; voy integrando los temas del racismo, de la migración, no sé si del feminismo también, pero creo que hay algo de los derechos humanos. Ya muchos estamos cansados de mensajes de odio, entonces vuelvo a conectar con el origen esperando que haya unidad a través de este nuevo disco; espérenlo. Ya he sacado algunos sencillos, este mes saqué uno que se llama Rivière, es una canción de agua que habla sobre el río.
Este disco también se inspira en algo de misticismo, de misterio, porque el origen, la creación, sigue siendo un misterio, entonces es una mezcla de misterio, de magia, de música, de fantasía, de belleza, de oscuridad, de agua, de emociones, de introspección, de animales también; yo espero que todos se van a poder reconocer de alguna forma en esas canciones.

 

(CONTINÚA)

 

PRIMERA PARTE: Sueños pasados por agua
TERCERA PARTE: El amor en los tiempos del covid



 

 

CONTACTO EN FACEBOOK        CONTACTO EN INSTAGRAM        CONTACTO EN TWITTER