Seguramente es la ropa colgada. —Pensé mientras observaba esa sombra con forma humana que, indudablemente, sentía que me miraba ¡tenía vida!
Intenté que el miedo no le ganara a mi razón pensando en lo extraordinaria que la mente es. Seguí cenando sin darle tanta importancia, era la ropa, la ropa inerte y con forma humana en el tendero, nada más, hasta que giró la cabeza para verme.