Con 90 años a cuestas, el ingeniero civil por la UNAM Jorge Arganis Díaz Leal asumió este jueves 23 de julio la titularidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), luego de la renuncia cantada del jovenazo de 82 años Javier Jiménez Espriú, quien desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que dejaban en manos de las fuerzas castrenses la administración y vigilancia de los puertos y aduanas del país, filtró su salida del gabinete.

En su carta de renuncia, Jiménez Espriú le señala a López Obrador que el motivo de su dimisión “es mi diferendo por su decisión de política pública, de trasladar al ámbito militar de la Secretaría de Marina, las funciones eminentemente civiles de los Puertos, de la Marina Mercante y de la formación de marinos mercantes, que han estado a cargo de la SCT desde 1970”.

Y añade: “Lamento profundamente no haber tenido éxito en transmitirle mi convicción y mi preocupación, sobre la grave trascendencia que considero tiene esta medida para el presente y el futuro de México, tanto en lo económico como en lo político”.

Apenas el martes 21, AMLO se hizo el Tío Lolo cuando en la mañanera le preguntaron sobre los rumores fuertes que corrían sobre la salida de este personaje: “No tengo información sobre posible renuncia de Jiménez Espriú”, dijo sin el menor rasgo de escrúpulo.

Entonces adelantó que este jueves se reuniría “físicamente” con uno de sus más fieles funcionarios de su gabinete. “Hablé ayer con el ingeniero Javier Jiménez Espriú, y quedamos en reunirnos el jueves, de modo que pasado mañana jueves yo les informo, o el viernes. Estamos platicando y unos días más vamos a decidir».

Y sí, este jueves se reunió con él, en Palacio Nacional, sólo para presentar a un personaje que estaba a su derecha,  Jorge Arganis Díaz Leal, quien está que vuela a festejar su siglo de existencia, y seguramente con pocas ganas de confrontar a un jefe testarudo e invasivo como el tabasqueño.

Díaz Leal deberá ser obediente y pusilánime ante el Presidente, como ha demostrado serlo el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, quien quedó a cumplir los caprichos presidenciales ante la salida decorosa de su antecesor, Carlos Manuel Urzúa Macías.

El nuevo secretario de Comunicaciones y Transportes inició, en 1963, su actividad profesional en la Dirección General de Proyectos y Laboratorios de la Secretaría de Obras Públicas, y después como ingeniero residente en la Dirección General de Obras e Instalaciones de la UNAM. Además fue asesor técnico de la Dirección General de Pemex y director de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CNIC).

De 1977 a 1997 colaboró en el Grupo ICA desempeñando diversos cargos, mientras que de 1998 a este jueves laboró en el Gobierno del antes Distrito Federal, hoy Ciudad de México, primero como gerente general de la Planta de Asfalto, y de agosto de 2002 a la fecha, como Director General de Obras Públicas.

Las benditas redes sociales

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AMLO despide a una secretaria y le renuncian dos, en menos de dos años

Jiménez Espriú es el tercero del gabinete original de AMLO que renuncia. La primera en salir por peteneras fue la titular de Semarnat, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, el 25 de mayo de 2019. Un día antes causó furor en redes sociales cuando, a solicitud suya, mediante una llamada telefónica, se retrasó el inicio de un vuelo de la empresa Aeroméxico en ruta de Ciudad de México a Mexicali hasta que ella pudo llegar para abordarlo. Josefa fue sustituida por el polémico Víctor Manuel Toledo Manzur, hoy perdido en la estratósfera política como su colega de la Secretaría de Salud, Jorge Carlos Alcocer Varela.

El siguiente, como dijimos, fue el titular de Hacienda, Carlos Urzúa, quien renunciò al cargo el 9 de julio del año pasado. En su carta de renuncia, señaló: «Se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco. Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés».

Ahora, Jiménez Espriú argumenta lo mismo: una política pública basada en los impulsos espontáneos de un presidente que toma decisiones según el humor con que se levanta muy temprano cada mañana.

Por supuesto, pese a que Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia, tuiteó que “A diferencia de los gobiernos anteriores que cuando salía un secretario de Estado, se alegaban razones personales o de salud. Hoy el pdte. @lopezobrador_ expone abiertamete (sic) las razones que llevaron a la salida de @JimenezEspriu. Hombre integro (re sic) y mexicano comprometido con su país”, los seguidores de AMLO realizarán una campaña contra quien osó exponer públicamente sus diferencias con su pastor.

Ya empiezan a difundir que la razón de su renuncia fueron las “revelaciones” de Emilio Lozoya sobre posible involucramiento del exsecretario en los negocios de Odebrecht, cuando no ha habido ningún comunicado oficial sobre los supuestos secretos revelados por el el extraditado que purga sus días en un hospital privado.

Las benditas redes sociales 2

Querían prevenir la pandemia; se volvieron en objeto de burlas

Dice el dicho que lo barato sale caro y el Ayuntamiento de Xalapa recibe desde este jueves una lección muy dura: los publicitas contratados por el área de Comunicación Social para la campaña que buscaba generar una actitud responsable de la población para el uso de cubreboca resultaron un verdadero fiasco, con imágenes y mensajes cuyo sentido nadie entendió.

En efecto, este miércoles las redes sociales se plagaron de memes, perdón, de productos publicitarios creados o encargados por el área de Comunicación Social del Ayuntamiento de Xalapa para prevenir a la población sobre el correcto uso del cubrebocas, barbijo, careta o mascarilla, para prevenir el contagio de Covid-19.

Pero tanto los creadores de la narrativa como quienes alimentaron con imágenes los carteles publicitarios estuvieron muy lejos de conocer los preceptos básicos de la publicidad masiva, aquella que se orienta a cualquier tipo de persona, independientemente de su condición económica y formación educativa, y que debe ser con mensajes directos y sencillos.

Si el propósito de los torpes publicistas era que, gracias al pitorreo de los usuarios de redes sociales, se lograra su difusión y viralización, lo lograron a medias; el problema es que los mentados mensajes, en la mayoría de los casos, no comunican, no informan, no ayudan a la gente a entender lo que se quiso promover.

La perplejidad de los usuarios de redes sociales se hizo presente desde la tarde del jueves. Muchos criticaron la confusión en aras de una creatividad mal entendida, como la que muestra a una mujer con el cubrebocas sobre los ojos que acompaña el mensaje “Ojos que no ven, COVID NO se siente. Nuestra nueva realidad”.

El lema de la campaña remata en la parte baja un esfuerzo fallido: “La nueva normalidad es nuestra realidad”. ¿Todos los xalapeños entienden qué es la “nueva normalidad”?

Para colmo, hay un dejo de discriminación al usar en las imágenes mayoritariamente a hombres y mujeres trabajadoras y personas maduras, cuando el problema de la falta de cuidado y los tumultos en la ciudad es que participan también niños, jóvenes, personas con altos niveles de educación y los propios funcionarios gubernamentales, como el propio alcalde, el gobernador del estado y los miembros de su gabinete.

A los inteligentes creadores de la campaña les pareció importante la idea de que quienes fallan en los cuidados básicos contra el contagio del Covid-19 es porque no ven el problema, por lo que en tres ejemplo (incluido el ya mencionado) le colocan al personaje el barbijo sobre los ojos: “Voy a fingir que todo está bien” y “No hay peor ciego que el que no quiere ver”.

Los comentarios en redes sociales son esclarecedoras: “Q deje de fumar mota el diseñador mientras trabaja”, “Pensé que era un meme”, “Estoy bien ignorante porque no entendí el mensaje de la campaña…”, “Mejor nos tapamos los ojos y simulamos que no existe el covid para vivir en paz…? Un gran mensaje para que la gente entienda lo delicado de la nueva realidad!”, “No serán falsos? A menos que sean mensajes irónicos… pero entonces ¿quién los comprendería?”.

También hubo quien los defendió. Una periodista cuestionó severamente a los críticos y en su señalamiento hizo pensar que a lo mejor participó en la creación de los productos publicitarios fallidos: “A ver, señalenme (sic) la crítica porque desde mi contexto xalapeño, los veo BASTANTE acertados”.

Y ya en el viaje, exigió argumentos sólidos porque ella estudió la licenciatura en publicidad (habrá que ver dónde para descartar esa escuela): “Y quiero una BUENA Crítica que con mis cuatro años de publicidad en la licenciatura, me apantalle y les dé la razón”. Nadie le hizo el juego.

Lo que siguió fueron los memes sobre estos falsos memes del ayuntamiento. En uno de ellos aparece el alcalde Hipólito Rodríguez con el barbijo o cubreboca cubriendo boca y mentón, dejando la nariz de fuera, igual que el hombre de su misma edad con la nariz de fuera, con la leyenda “Perdiò por una nariz”.

Así de expertos los integrantes de la comuna xalapeña.

Frases sin disfraces

“Mi diferendo [es] por su decisión de política pública, de trasladar al ámbito militar de la Secretaría de Marina, las funciones eminentemente civiles de los Puertos, de la Marina Mercante y de la formación de marinos mercantes, que han estado a cargo de la SCT desde 1970”. Javier Jiménez Espriú.

Comentarios: belin.alvaro@nullgmail.com

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