Emilio Lozoya Austin, el recién extraditado ex director de Pemex, ha pactado con la Fiscalía General de la República (FGR) un trato bastante favorable que ya hubiera querido el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

Lozoya, hasta ahora, no ha pisado la cárcel. Del avión que lo trajo de España fue llevado directamente a un lujoso hospital privado para que se recupere de una supuesta anemia. Hasta la próxima semana el ex funcionario peñista comenzará a declarar sobre la fraudulenta compra de la planta de AgroNitrogenados y de los millonarios sobornos del consorcio brasileño Odebrecht que presuntamente fueron a parar a la campaña presidencial del PRI en 2012.

El ex director de Pemex todavía no abre la boca y ya le están atribuyendo la súbita licencia de la senadora Vanesa Rubio, muy allegada al ex secretario de Hacienda y ex canciller Luis Videgarary –uno de los presuntos objetivos de los misiles de Lozoya–, así como la inminente renuncia del actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, quien formó parte del Consejo de Administración cuando Braskem, filial de Odebrecht, se asoció con IDESA, propiedad del consuegro y esposa del titular de la SCT.

Según los opositores del presidente Andrés Manuel López Obrador, Lozoya será utilizado para desacreditarlos en el proceso electoral de 2021, ante el riesgo de Morena de perder la mayoría en la Cámara de Diputados.

¿Será suficiente con el estiércol que vomitará el ex director de Pemex en contra de ex funcionarios y ex legisladores del PRI, PAN y PRD a los que supuestamente grabó entregándoles sobornos para que votaran a favor de la reforma energética impulsada por el ex presidente Enrique Peña Nieto?

Por supuesto que alguna mella hará en la credibilidad y confianza del electorado hacia estos partidos, pero Morena requerirá de mucho más para arrasar en la próxima elección federal, pues AMLO no figurará en la boleta y su gobierno deberá enfrentar los estragos sociales de la pandemia del Covid-19, la recesión económica y la inseguridad.

Como ejemplo recuérdese lo que sucedió en Veracruz en los procesos electorales de 2016 y 2018.

En la penúltima sucesión estatal a Miguel Ángel Yunes Linares, como candidato del PAN, le funcionó en su campaña el discurso contra la corrupción del mandatario priista Javier Duarte, sacándole 126 mil votos de ventaja a su primo Héctor Yunes Landa, del PRI.

Sin embargo, Yunes Linares decepcionó a quienes habían votado por él, pues en su corta administración de dos años continuaron las prácticas corruptas en su gobierno, también se alió con algunos desacreditados excolaboradores de Duarte y no logró reducir los índices de violencia en los primeros seis meses de su gestión, como lo había prometido.

Por eso, en 2018, decenas de miles de veracruzanos que votaron por él le dieron la espalda, optando por Cuitláhuac García, de Morena, que en las encuestas era el mejor posicionado para vencer a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.

El lopezobradorismo haría bien en valorar esta lección.

David Velasco: llamado puntual

Por cierto, puntual, el empresario David Velasco Chedraui ha insistido en un tema toral en estos tiempos aciagos y de crisis económica que ha dejado la pandemia del Covid-19.

En su opinión, los tres órdenes de gobierno tienen que respaldar a los hombres y mujeres que le han apostado al desarrollo a través de las inversiones.

Velasco Chedraui puntualiza que no se trata, como algunos han querido señalar, de rescatar a los empresarios, sino de salvar los empleos, porque son estos, los que producen bienestar, los que cierran el círculo virtuoso de la economía.

Y es que advierte que si no hay pan en las mesas de los veracruzanos, de los mexicanos, el riesgo puede ser mayúsculo, porque se detonaría una crisis social, también sin precedentes, como la sanitaria de la que ya somos testigos.

David refiere que en Xalapa ya cerraron unos mil 800 negocios, y de otros 6 mil el 30 por ciento difícilmente volverá a abrir sus puertas, lo que significa una merma considerable de empleos.

El llamado del empresario xalapeño, que ya ha sido alcalde y diputado local, es serio y apunta a estar prevenidos, a atender el fondo de este asunto que podría volverse muy grave para la capital.