“Después de Hipólito, cualquier pusilánime quiere ser alcalde”. Yo

La magistrada Concepción Flores Saviaga se ha caracterizado por ser aguerrida y respondona, pero a la hora de la verdad siempre recula. Igual le pasa a la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros.

Se ha de recordar que, ambas, en su ambición por alcanzar la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado, a finales del año 2019 tejieron largas historias para deshonrar la llegada de la primera mujer a tan importante cargo, en lugar de impulsar la igualdad de género; tema que, cuando les conviene, en la primera oportunidad lo sacan a relucir.

Flores Saviaga ha participado en una y mil expresiones insultantes, las que ha hecho públicas desde el WhatsApp, donde suelta la lengua con facilidad ante un gran número de abogados, se expresa con ligereza sobre los acontecimientos judiciales y dice que va a hacer esto y aquello, pero sólo se queda en lo enardecido de las circunstancias.

En su más reciente declaración dijo tener conocimiento que durante la administración de Edel “Caraemuela” Álvarez Peña, como es llamado en el viejo y rancio priismo estatal, se destinaron recursos federales para innovar con alta tecnología al Poder Judicial veracruzano y que no fueron aplicados, por lo que “hasta el día de hoy no se ha iniciado una auditoría”, le afirmó al destacado periodista Javier Salas Hernández, veterano reportero de la fuente judicial, el pasado 2 de julio.

Sobre el tema tecnológico, Concepción Flores dijo saber que se había contratado a un grupo de ingenieros para habilitar las instalaciones de justicia, pero desconoce en dónde estuvieron, ya que los jueces denunciaron que a los técnicos nunca se les vio la cara por los juzgados. Declaró que esta situación ha traído como consecuencia que, ante la pandemia que vivimos, no hay preparación en tecnología judicial y, por lo tanto, tampoco capacidad de respuesta eficaz a circunstancias extraordinarias, como la que está ocurriendo a nivel global.

Aprovechó la ocasión y apuntó que la actual magistrada presidente Sofía Martínez Huerta se encuentra rodeada por todo el personal que le heredó el nada apreciado “Caraemuela” Álvarez Peña, que la tienen cercada; “y ahora esos son los problemas que tiene y (por consecuencia) no se ha hecho la auditoría”, dijo.

Como se sabe, Edel Álvarez disfruta de una conocida mala fama y de un considerable enriquecimiento fácilmente explicable, por lo que si Concepción Flores Saviaga no intentará hacer una denuncia formal, mucho menos lo hará Yolanda Castañeda Palmeros; una por falta de voluntad y la otra por haber propuesto para presidente a Edel, inmerecidamente, cuando le tocaba a ella ser la elegida en el Tribunal, y Yunes la obligó desistir al cargo.

Existe un sinnúmero de voces que piden a gritos se le realice una auditoría a Edel Álvarez Peña, pero mientras tenga centaveado al secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, y a los revisores del Orfis, que encabeza Delia González Cobos, poco se podrá hacer para conocer verdaderamente el mal uso de las finanzas del Poder Judicial en la administración pasada; donde el ingeniero agrónomo Humberto Rodríguez Losilla tiene mucho que ver en el indebido manejo financiero.

Pero el inge-agro-contador (nueva carrera universitaria) Rodríguez Losilla es un tema aparte que próximamente se habrá de dar a conocer a la opinión pública, puesto que, para su mala fortuna, Edel ya lo mandó a abrir la boca para tratar de enderezar lo que ya no se puede componer. Si su padre el bohemio poeta Ramón Rodríguez viviera, escribiría los versos más tristes para tan vergonzante y rapaz hijo.

Nombres, nombres y más nombres

A menos de un año de distancia para que se realicen las elecciones en las que en la entidad los ciudadanos decidirán quiénes serán los miembros del poder legislativo (diputados locales) y los nuevos 212 presidentes municipales (no hay esperanza de que alguno se reelija), que afectarán directamente la vida política local, ya se mencionan por todos los rumbos de la geografía nombres de posibles “candidatos” a los puestos de elección popular en juego.

Claro, aparte estarán los diputados federales y los 15 nuevos gobernadores, que en el caso de los segundos impactarán políticamente solo en las entidades donde serán relevados los gobernantes y, en el de los diputados federales serán decisivos para que el actual presidente permanezca en el poder con la fuerza que aún tiene o, de plano, tenga que entregarse a quienes formen las nuevas mayorías partidistas.

Y son tantos los que se mencionan, aunque no haya partidos fuertes o que garanticen triunfo en las urnas como en los buenos tiempos del PRI o del PAN que se convirtieron en auténticas aplanadoras, y tampoco hay dinero de donde sacar para comprar los triunfos, que a cual más se anota con la esperanza de tener una oportunidad coyuntural y llegar al poder, no para mejorar las condiciones de vida de sus paisanos, en el caso de los alcaldes, o de cambiar el rumbo político del estado, en el de los diputados a la nueva legislatura, sino de hacerse de unos billetes para resolver su problema económico y el de su parentela que, como se acostumbra, lo acompañará en la deleznable tarea de disponer de los fondos públicos para mejorar su economía.

Dice el refrán popular: a río revuelto… y es en lo que políticamente estamos, en medio de una revoltura de partiditos, grupos que van surgiendo, y solo tres poderes reales que no se sabe por quién se van a decantar a la hora de la decisión: el clero; los empresarios; el grupo Antorcha Campesina con miles o millones de afiliados por todo el territorio mexicano y los medios de comunicación que siguen siendo factor de opinión aunque los morenos no los consideren como tales.

Regresando al tema de los nombres, por poner un botón de muestra de lo que está pasando en todos los municipios del estado y en todos los distritos locales y federales, les dejamos esta lista que solo corresponde a Xalapa.

Sin que tenga que ver a qué partido político pertenecen, tenemos a Américo Zúñiga Martínez, Antonio Luna Rosales, David Velasco Chedraui, Cinthya Amaranta Lobato Calderón, Ernesto Pérez Astorga, Dulce María Méndez Dauzón, Rosalinda Galindo (ya anda en friega repartiendo despensas en las colonias de Xalapa), Ana Miriam Ferráez, Dorheny García Cayetano, Daniela Griego Cevallos, Sergio Hernández Hernández, Carlos García Méndez, Manuel Fernández Avila, más los que se vayan acumulando con el paso de los días cuando los partidos que pueden ir en alianza definan con quiénes lo harán, o si formarán un solo bloque antimorenista o de plano cada quien jala por su cuenta como pueda.

Hay que considerar que Xalapa es tierra fértil para que cualquier aspirante, que no sea de Morena, gane con facilidad una elección. Los capitalinos no quieren saber más de la 4T porque solo les ha traído rezago; violencia que se traduce en vidas de xalapeños que hasta este periodo municipal llegaron; en la pérdida de nuestra tranquilidad; en anarquía; en desempleo; en corrupción entre los funcionarios municipales que se han llenado las bolsas a más no poder; en pasar de vivir con decoro (en el periodo de Américo Zúñiga) a vivir en medio de basura, ambulantaje y porquería; a padecer las consecuencias de una pandemia que se ensañó en Xalapa porque nuestras autoridades no hicieron nada por orientar al ciudadano a tiempo para evitar contagios y en general en irresponsabilidad…

En esas condiciones quién no va a ganar en la capital del estado una elección con la bandera de un partido distinto al que “gobierna”.

Nos alcanzó la lumbre del Covid

En diciembre de 2019, las fechas más simbólicas para los mexicanos, el 24 y el día último, cenamos y nos echamos el recalentado al día siguiente, como de costumbre, compartiendo, en algunos casos, la noticia de que en China había aparecido una nueva enfermedad provocada por un virus para el cual no había ni cura ni vacuna. Estaba tan, pero tan lejos, que como todo… jamás imaginamos que nos llegaría a afectar tan de cerca, en nuestro país, en nuestro estado, en nuestro municipio, en nuestra colonia y hoy lamentablemente hasta entre familiares, como es nuestro caso y el de muchos que conocemos y con quienes intercambiamos penurias en estos tiempos de tragedia global.

Y a unos meses de la declaración de pandemia por el Covid-19, la Organización Mundial de la Salud, ha reconocido que la crisis sanitaria mundial fue subestimada por los gobiernos en general. Las revelaciones de indicadores numéricos de contagios y defunciones colocan a dos países del continente americano con los peores resultados del mundo: los Estados Unidos de América y Brasil, y dentro de los cinco países más afectados ubican a México.

Y cómo demonios no si fue hasta finales de marzo que el Consejo General de Salubridad, estableció la emergencia sanitaria que continúa vigente, casi cuatro meses después de iniciada la pandemia. La capitanía de la contingencia sanitaria a nivel nacional recayó en el subsecretario de salud federal, Hugo López-Gatell, reconocido epidemiólogo que alcanzó un gran protagonismo por encarnar la máxima autoridad para definir la ruta a seguir y, en su caso, las medidas que la circunstancia demandara, a efecto de llegar al mal menor. Ante una epidemia sólo se pueden esperar los menores daños si se hace la tarea pública precisa.

El modelo de prevención y combate a la pandemia prescindió de pruebas o “test” a población abierta estimada en un número por cada millón de habitantes. Sólo se han aplicado pruebas a personas con síntomas asociados a la infección. Somos el país que menos pruebas ha efectuado. ¿Hubo conciencia crítica al adoptar ese riesgo?

Se desalentó la pertinencia del cubrebocas o mascarilla en población abierta y sólo para el uso del personal médico. El modelo Centinela fue revelado cuando las suspicacias sobre las cifras estadísticas comparadas dieron paso a reconocer un cálculo o estimado de ocho no registrados por cada uno de los oficialmente acreditados. Primero se negó tajantemente que las neumonías atípicas que proliferaron a la par de la epidemia fueran casos de Covid-19. Luego se tuvo que reconocer que eran equivalentes. Al ingresar a la fase 3 se dijo que el modelo Centinela habría dejado de ser relevante. ¿Y entonces para qué sirvió? Luego se tuvo que admitir que existen importantes subregistros. Las actas de defunción reconocen la causa de la muerte a males respiratorios y las cifras son mayores a las oficiales… Con todas estas torpezas oficiales, cómo no vamos a estar en el filo de la navaja.

Reflexión

Abogados prestigiados nos preguntan qué va a pasar con todos los documentos, que a lo largo de diez años firmó como magistrado del Tribunal Superior de Justicia el charlatán Víctor Manuel César Rincón, quien no cuenta con cédula profesional. Todos los documentos que llevan su firma carecen de valor. ¡Que lo demanden y que le den bote por usurpar funciones!.

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