El evento se desarrolla a través de la página de Facebook: Semana del Cerebro y la sesión inicial, el 6 de julio, contó con alrededor de 130 asistes en tiempo real.
El psiquiatra habló de las implicaciones de esta pandemia, más allá de contagio y las muertes que ocasiona: estrés, ansiedad, cambios en la rutina del sueño, dificultad en la adaptación a una nueva convivencia en el confinamiento, violencia intrafamiliar, crisis económica, desempleo, incremento en el consumo de sustancias nocivas para la salud, por citar algunas.
“Es un monstruo de mil cabezas, porque finalmente está impactando en muchísimos rubros; habrá muchos estresores y algunas personas tendrán esta capacidad adaptativa de poder llevarlo a cabo, pero otras desafortunadamente no lo podrán hacer.”
Entre las inquietudes que predominaron entre el público asistente fue el tratamiento o atención adecuada para el estrés que presentan personas de edad temprana.
Uno de ellos fue el de una joven de 15 años, introvertida, que cuando está nerviosa tiende a morder objetos y con el resguardo domiciliario sus conductas han empeorado notoriamente, aunado a un permanente mal humor. El psiquiatra remarcó que generalmente ya hay un antecedente que con el confinamiento se agudizó o agravó.
Para este caso y otro de tipo obsesivo compulsivo sugirió terapia cognitivo conductual, “que ha mostrado tener mucho mayor índice de éxito, particularmente en pacientes con trastorno obsesivo compulsivo, que cualquier otra técnica terapéutica”.
También se le plantearon casos de irritabilidad en infantes, así como estrés excesivo a edad tan temprana. Ante lo cual, sugirió encontrar nuevas rutinas y decirles que se trata de una situación temporal.
UV/Karina de la Paz Reyes