Hasta Américo Zúñiga Martínez, un joven xalapeño con experiencia dentro de la administración pública y suficientes relaciones con políticos que se movían en las altas esferas políticas del gobierno federal, como el Senador José Yunes Zorrilla, la ciudad de Xalapa había resistido los embates de un crecimiento explosivo, que requería habilidad política del alcalde para poder atender las necesidades de los nuevos asentamientos que se venían presentando, para lo cual los recursos no estaban contemplados y había que bajarlos de la Federación para evitar que la ciudad sufriera las consecuencias de una administración ineficiente. La construcción del municipio que recibió el doctor Hipólito Rodríguez Herrero requirió de mucho trabajo de sus antecesores, políticos que pasaban buena parte de su tiempo con proyectos bajo el brazo en oficinas del gobierno federal, bajando recursos para que nada se paralizara, para que no faltaran los servicios básicos como agua potable, alumbrado público, limpia; una buena relación con el comercio informal para ir deteniendo su crecimiento inevitable, la pavimentación de nuevas calles con introducción de todos los servicios y, en fin, todo el trabajo que debe hacer un alcalde responsable, con amor a su municipio, comprometido con quienes habitan esta noble tierra, se hacía hasta que por la suerte de la corriente morenista un catedrático que llegó de la Ciudad de México y se instaló en las aulas de la Universidad Veracruzana, se le ocurrió participar en la contienda y ganó, para asumir el cargo el primero de enero de 2018. Hipólito llegó a la comuna rodeado de un grupito de compañeros universitarios sin experiencia dentro de la función pública, los habilitó como funcionarios y se sentó a “gobernar” desde su sillón de presidente municipal, dejando de lado sus obligaciones, con lo que provocó que los problemas fueran creciendo gracias a su indolencia. Los xalapeños llevamos dos años y medio de un gobierno ineficiente, la ciudad luce como nunca había estado de sucia, los trabajadores de la limpia pública hacen lo que quieren ante la ausencia de una autoridad; los vendedores ambulantes se multiplicaron más de doble de cuando llegó Hipólito; las finanzas municipales no se aprovechan a favor de la ciudad, Xalapa es el municipio del país que más recursos regresa a la Federación por falta de aplicación. La ciudad está en manos de la delincuencia organizada; primero le echaba la culpa de ello a Miguel Ángel Yunes, con quien coincidió un año, pero ahora el doctor Hipólito Rodríguez no tiene cómo justificar la grave situación en la que tiene al municipio. De plano, los habitantes de Xalapa no merecemos tanta ineptitud de un gobierno inútil.