Este periodo de confinamiento a causa del Covid-19 evidenció que la mayoría de los hombres están impedidos o no tienen la capacidad de dar afecto a sus hijos, compañera o familia pues en la cultura mexicana no se les permite expresar sus sentimientos, coincidieron los panelistas de la mesa de diálogo “Ser hombre en tiempos de pandemia”.
La plática fue organizada por la Coordinación de la Unidad de Género de la Universidad Veracruzana (UV), y se llevó a cabo la tarde del 23 de junio a través de Facebook Live.
En este diálogo participaron Paulo César Soler Gómez, docente de la Facultad de Psicología de la UV; José Manuel Vázquez Guadarrama, estudiante de la Maestría Internacional de Salud, Arte y Comunidad, y Francisco Contreras Sánchez, integrante de la Dirección General de Cultura de Paz y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz, moderados por Ixchel Ortiz Vidal, de la Coordinación de la Unidad de Género.
Los participantes reflexionaron sobre temas como la masculinidad en la cultura mexicana y las nuevas masculinidades, los desafíos que han enfrentado los hombres durante esta pandemia y la salud mental.
Paulo Soler dijo que es complicado tener un significado sobre lo qué es ser hombre, ya que no puede generalizarse, depende de factores como la edad, el lugar, la situación económica, entre otras.
“Al hablar de algunas particularidades, nos hace pensar que la construcción masculina en el país está vinculada con temas como la agresión y la violencia, como si estuvieran en el ADN de la masculinidad mexicana.”
Francisco Contreras coincidió al mencionar que la masculinidad es diversa, ya que está determinada por el lugar, el tiempo, la edad, la economía, la educación y otros. Lo cierto es que hay elementos relacionados con una masculinidad tradicional y hegemónica: hombre fuerte, duro y proveedor.
“Lo que constantemente se les dice a los hombres es que deben negar y alejarse de la feminidad, y especialmente no deben tener duda de lo que es un hombre. Es un mandato y se nos exige el aguante y la entereza, por lo tanto se nos ve como un ser entero que no tiene ruptura, se nos enseña que podemos con todo, que no nos rompemos ni nos rajamos.”
José Manuel Vázquez expresó: “¿Cómo se tiene que ser hombre? Me han dicho que debe ser fuerte, proveedor, no rajarse y ser muy macho; pero no debe ser así, tenemos que empezar a trabajar en un nuevo significado”.
Los participantes expresaron que uno de los principales retos para los hombres durante esta pandemia ha sido el expresar y reconocer sus sentimientos y vulnerabilidad.
Francisco Contreras dijo que el desafío que ha observado es el reconocimiento de la vulnerabilidad; “no podremos entrar en el tema del autocuidado si no entendemos que somos vulnerables; tampoco a temas de corresponsabilidad, si no entendemos que somos iguales que las mujeres y debemos contribuir de la misma manera.”
Con respecto a las emociones, José Manuel Vázquez comentó que tradicionalmente al hombre no se le ha permitido expresar y sentir el llanto y el amor, por ejemplo; lo único que se les permite es el enojo, la frustración y la ira.
“El desafío durante esta pandemia es justamente reconocer y saber que podemos expresar sentimientos más allá del enojo y la ira; poder comunicarnos con la pareja, los hijos, la familia o con quienes convivimos.”
El único medio que se les ha dejado, advirtió, es expresar el amor o cariño a partir del consumo de estupefacientes, como el alcohol, porque tienen el mandato de “tú puedes”, “todavía aguantas”, “tienes que ser fuerte” y cuando ya no se puede el alcohol o las drogas ayudan a “aguantar más”.
Paulo Soler expresó: “Es válido que los hombres expresen sus sentimientos cuando están bajo el efecto de alguna sustancia, pero es una parte que ha enfermado a la masculinidad mexicana”.
Otro reto, planteó, es no reproducir en esta nueva situación el modelo tradicional de hombre proveedor, sino propiciar nuevos escenarios dentro del hogar, en las relaciones padres-hijos y a nivel sentimental.
“Cuando inició la pandemia se vio a muchos hombres haciendo las compras, acompañados de una lista, esta imagen evidencia que se sigue alimentando el modelo donde el hombre es sólo proveedor, pero adaptado en tiempos de pandemia. Debemos cambiar este modelo.”
UV/Paola Cortés