La Reforma Electoral recientemente aprobada para, entre otras cosas, recortar a la mitad el dinero que las y los veracruzanos destinamos al aparato de los partidos políticos representa, sin duda, uno de los éxitos más importantes de esta Legislatura.

A quienes tuvimos el honor de contar con una participación directa en hacerla posible nos congratula por varias razones.

Una de ellas es de índole personal: porque significa haber cumplido nuestra palabra con quienes votaron por este proyecto de Nación. No es que sea un asunto de vanidad, sino de legítimas convicciones.

Otra razón atiende, precisamente, a los pilares ideológicos de la Transformación que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque con este recorte se atempera, aminora o atenúa una práctica que no por haber sido legal era menos viciosa y moralmente corrupta.

Recordemos que muchas de las mayores injusticias estructurales de la sociedad en la historia han sido legales (la esclavitud, los campos de concentración y el mal trato a los indígenas, por ejemplo).

Digo que esta injusticia se aminora porque en el fondo sigo pensando en que debe ser el primer paso para profundizar aún más en los recortes al brutal despilfarro en materia electoral de nuestro país.

Un gasto que, ante las enormes carencias de nuestro pueblo, podemos considerar inhumano. Que un país como el nuestro con millones de personas en pobreza tenga una de las democracias más caras del mundo nos debería dar vergüenza.

Veracruz es el segundo estado de la República en aprobar este recorte a su gasto electoral local. El primero fue Tabasco.

Me pregunto (con esperanza de que así sea) si no estamos ante el inicio de una tendencia en la que las entidades Federativas terminemos por crear una ola que empuje una Reforma Federal que sería la joya de la corona de los recortes.

Ojalá que pronto podamos celebrar que hemos logrado ahorrar miles de millones de pesos de dinero fiscal, producto de todas y todos los mexicanos que pagamos impuestos, para poderlo destinar a combatir la pobreza de los más vulnerables.

Rubén Ríos Uribe | Diputado local

Presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Veracruz.