Al menos ocho estados de México serán afectados por los polvos provenientes del desierto del Sahara, en especial, las entidades del sureste, la península y el Golfo. Debido a la pandemia de Covid-19 que aqueja a gran parte del mundo, incluyendo México, existe la preocupación sobre si puede provocar afectaciones a la salud.

Sobre el tema, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, refirió que estas partículas pueden afectar a personas con enfermedades respiratorias.

“Pueden incrementar la mortalidad, en general, en personas que padecen enfermedades respiratorias crónicas y enfermedades cardíacas crónicas, personas con EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las que característicamente está la bronquitis crónica, el enfisema y el asma pueden precipitar exacerbaciones o complicaciones de estas enfermedades y pueden aumentar la mortalidad, este incremento de la mortalidad ha sido descrito en múltiples estudios epidemiológicos en relación con la contaminación ambiental”, refirió el funcionario.

Aunque el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha comunicado que estas partículas no representan un peligro significativo para la población, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como López-Gatell Ramírez recomiendan uso de cubrebocas y reforzar el resguardo domiciliario para personas con problemas respiratorios que viven en entidades mayormente afectadas.

De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección civil, las entidades afectadas por el cúmulo de partículas provenientes del Sahara son: Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Tamaulipas.

Luis Antonio Ladino Moreno, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, refirió que desde hace 50 años no se veía una nube de polvo como la que ha arribado al territorio mexicano.

“Estamos experimentando un aumento del 800 por ciento y la pluma apenas está llegando. Es bastante significativo”, dijo el doctor en Ciencias por la a Escuela Politécnica Federal de Zúrich.

En consecuencia, Ladino Moreno recomendó reforzar las medidas de bioseguridad que fueron dispuestas para evitar la propagación del coronavirus, especialmente en la península, donde los polvos saharianos llegaron por la tarde de este martes 23 de junio.

“La calidad del aire puede verse afectada en la Península de Yucatán; el llamado es a tener ciertos cuidados como usar cubrebocas y protegerse los ojos”, expresó en una conferencia virtual.

Sobre esta disposición, López-Gatell comentó que las mascarillas podrían resultar poco efectivas, por lo que sugería a la población quedarse en casa, ahora, con mayor razón, para no exponerse a la contaminación de los polvos del Sahara. Aunque el subsecretario también comentó que los cubrebocas tipo N95, sí serían más útiles para la protección de los ciudadanos.

La Comisión Nacional del Agua, por su parte, informó que “la noche del viernes 26 de junio, el fenómeno se desplazará hacia la parte sur de Estados Unidos de América y dejará de afectar de manera directa al territorio mexicano”.

Según Ladino Moreno, los desiertos de África, (donde está ubicado el del Sahara) emiten a la atmósfera alrededor de 800 millones de toneladas métricas de partículas finas de polvo y, en verano, entre julio y agosto, ese cúmulo se dirige hacia el mar Caribe, por ello impacta la península de México.

La masa de aire seca que se forma sobre el Sahara llega a tener una extensión horizontal de 4,000 a 5,000 kilómetros, tamaño superior a la superficie continental de Estados Unidos, según la Conagua.

Para este 2020 esa nube es muy grande y estará unos cuatro días afectando la zona mexicana; después, el polvo del Sahara a través del Golfo y podría llegar a Texas, Luisiana, Alabama y Florida, en territorio estadounidense.

A propósito, el Instituto Cooperativo para la Investigación en la Atmósfera de la Universidad Estatal de Colorado, ha dispuesto una plataforma virtual para dar seguimiento al fenómeno meteorológico y puede consultarse en este enlace.

Infobae

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