“Se dará con los responsables”. Hugo Gutiérrez Maldonado

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez celebra la Reforma a la Constitución Política de Veracruz mediante la cual se modifica el financiamiento a partidos políticos, pues permitirá un ahorro superior a los 2 mil millones de pesos en futuras elecciones, que podrán ser destinados al desarrollo regional en infraestructura de educación y salud.

Argumenta que la democracia no es una cuestión de dinero, sino de principios, donde la voz del pueblo reflejada en el voto decide la mejor propuesta, siendo uno de los postulados de esta transformación reducir el gasto superfluo en época electoral.

Para entender plenamente la ventaja que representa la disminución, al 50 por ciento, del financiamiento público a los partidos políticos, aprobada por el Congreso Local, más 127 integrantes del mismo número de comunas, Cuitláhuac García explica que, sin la reforma las elecciones locales de 2021 serían de 474 millones de pesos; en 2022 y 2023, a pesar de no haber comicios, se gastarían 165 y 171 millones, respectivamente, y en 2024, al siguiente proceso local, 437 millones. A lo anterior se suma a los 836 millones que habría significado la elección de presidentes municipales en 2025, misma que no tendrá efecto por el cambio de cuatro a tres años para el periodo de ayuntamientos, con lo que se acumula un total de 2 mil 83 millones de pesos.

Qué bueno que Veracruz se ponga a la vanguardia en este asunto que tanto dinero cuesta al erario. México está considerado como el país que más invierte en procesos electorales, dicho de otra forma, el país que gasta más en elecciones. Y no es justo porque en realidad las prerrogativas para los partidos políticos que se autorizan van a parar, en un elevado porcentaje, a los bolsillos de los líderes, de los miembros de las directivas, de los propietarios de los partidos o de los llamados “operadores políticos”.

Cuando el PRI fue gobierno se contaban infinidad de leyendas de personajes, cercanos al gobernante de ese momento, a quien la víspera de una elección le entregaban millones y millones de pesos en efectivo para que los aplicara en la compra de votos. Ese dinero no se repartía entre sus destinatarios, mil pesos por votante, luego dos, hasta que se encareció el sufragio y lo llegaron a comprar en cinco mil pesos.

Líderes campesinos, del sector popular, de organizaciones de taxistas, de los llamados sectores (CTM, CNOP y CNC) recibían las carretadas de billetes para “operar” la elección y ganarla.

En la que perdió Javier Duarte de Ochoa, por ejemplo, la dirigente de la CNOP de aquel entonces comentó a un grupo de periodistas que unos días antes (la elección ya se iba a realizar) la mandó a traer el gobernante para entregarle una caja de esas de huevo llena de billetes de quinientos pesos (diez millones) para que repartiera “entre su gente” y operara el proceso electoral para que ganara Héctor Yunes Landa a su primo Miguel Ángel Yunes Linares: “como no me dio más explicaciones, y tampoco entendí bien de qué se trataba, me quedé con el dinero”, nos platicó cínicamente este personaje.

La estrella de la llamada “operación electoral” era Gabriel Deantes Ramos, un tamaulipeco que llegó a Veracruz en la pobreza extrema pero que gracias a la cercanía que le brindó un pariente con el gobernador Duarte, se lo echó a la bolsa, lo convenció de que era un mago de los procesos electorales y terminó millonario.

Obviamente, aparte de los recursos que la dirigencia del PRI cobraba por la vía legal por concepto de prerrogativas, había los “apoyos extraordinarios” que el gobierno les hacía llegar y que eran billetes a manos llenas, y… lo más importante en los últimos años, lo que los líderes de la delincuencia organizada aportaban a cambio de tener derecho a las comandancias de policía y a cargos dentro de la estructura gubernamental: un negociazo redondo.

Tiene razón el gobernador Cuitláhuac García, la democracia no es cosa de dinero sino de principios. Andrés Manuel López Obrador, junto con todos los que ganaron su elección en la pasada contienda presidencial, no ganaron por haber comprado 30 millones de votos, no, su arrollador triunfo fue producto de una corriente de indignación y rechazo ciudadano en contra del PRI y del PAN, que ya habían caído en el cinismo en su comportamiento como funcionarios corruptos, que nos tenían en el rezago social mientra ellos se enriquecían con dinero público o usando el poder.

También es cierto lo que dice el gobernador Cuitláhuac García, en el sentido de que era una demanda ciudadana dejar de gastar tanto en elecciones y financiando partidos.

Pero hay otro aspecto que nuestro colega Álvaro Belin Andrade comenta en su columna Hora Libre: “Lo que no quedaba enfocado en la misma ruta eran los beneficios destinados desde oficinas públicas (como el DIF estatal) para que los diputados de Morena repartieran despensas entre la población, usando recursos públicos para la autopromoción, lo que fue denunciado por los partidos de oposición por corresponder a posibles actos anticipados de campaña.”

“Tampoco es coherente con el decreto de la reforma constitucional en materia electoral, que estos mismos diputados hayan usado personal de la Legislatura (en este caso, la subdirectora de Servicios Jurídicos del Congreso local) para recurrir ante el Tribunal Electoral de Veracruz (TEEV) el acuerdo emitido el 16 de mayo pasado por la Comisión Permanente de Quejas y Denuncias del OPLE que ordena la medida cautelar solicitada por los partidos de oposición, mediante la cual, entre otras cosas, ordena a los legisladores abstenerse de entregar los beneficios de programas sociales.”

O sea, se satisface con la mentada reforma una sentida petición social, pero se pone en riesgo de caer en lo mismo, aunque con otros mecanismos: los programas sociales, que no son otra cosa que compra de votos y la entrega de despensas a través de dependencias del gobierno como la secretaría de Desarrollo Social y el DIF, a cambio de votos, y la posibilidad de que la delincuencia organizada siga cooperando para los procesos electorales a cambio de impunidad y cargos públicos, o sea, lo mismo.

Hay que luchar por el INE: Muñoz Ledo

El diputado Porfirio Muñoz Ledo se posicionó a favor de defender la autonomía e independencia del Instituto Nacional Electoral (INE) para elegir a los cuatro futuros consejeros electorales que están pendientes de designación con vigilancia ciudadana y de todos los partidos.

En el marco de la polémica que en días pasados inició Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, quien prometió convertirse en el “guardián de las elecciones”, el legislador hizo un llamado al consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova para hacer los cambios necesarios para proteger a la institución y fortalecerla.

Yo creo que el consejero del INE, Lorenzo Córdova, tiene que hacer los cambios que se requieren para mejorar la institución y defenderla, tiene que aventarse a decirlo claramente, actuar con inteligencia, con sabiduría, pero con mucho valor civil. Está en manos del INE.

Al mismo tiempo, el legislador recordó que el INE ha sido fruto de la lucha democrática y debe seguir siendo autónomo.

Reflexión

No son pocos los mexicanos que en estos momentos reflexionan sobre la fragilidad del ser humano frente a una enfermedad o a un desastre natural. Solo los morenos soberbios sienten que tienen al Señor agarrado de los tenates.

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