La pandemia ha obligado a la búsqueda de formas novedosas del ejercicio de muchos quehaceres, los artistas escénicos se han valido del poderío de Internet para mantener la cercanía con su público y, sobre todo, la exhibición de su reciente producción en ese que han llamado «tiempo real» (denominación de la que discrepo porque supone la existencia de un tiempo irreal). Cierto, nada suplirá jamás a la a la presentación pletórica de gesticulaciones, sudoraciones, emanaciones vitales brotando por doquier que proveen los escenarios, pero es la alternativa provisional —o al menos eso suponemos— ante el ayuno de estética presencial al que nos ha condenado la reclusión.

Los comunicadores, quienes en apariencia han resultado menos afectados porque pueden desarrollar su trabajo en casa y divulgarlo por Internet, también han tenido que hacerse de nuevos vehículos de comunicación. Óscar Javier Martínez, difusor del jazz desde hace más de un cuarto de siglo, abrió el canal de YouTube de su proyecto El Sexto Continente el mes pasado y recientemente ha iniciado una serie, cuyos tres primeros episodios produjo con el programa de la Secretaría de Cultura Contigo en la Distancia, pero que continuará de manera independiente porque posee una característica que lo ha llevado a construir su vida en torno al jazz: la terquedad.

La serie se llama Tesoros del jazz mexicano, tiene el objetivo de presentar grupos y músicos referentes en la historia del jazz nacional y está dedicada, según declara en la presentación del proyecto, «a la gente que quizá no le ha puesto demasiada atención a este género, a esta música, pero yo estoy seguro que con lo que van a descubrir en estos tres pequeños programas se van a enamorar del jazz que se hace en México y del jazz en general».

Ya ha publicado dos de los tres episodios comprometidos con el programa gubernamental, el primero está dedicado a Astillero, un grupo que exploró la música mexicana para trasladarla al lenguaje del jazz. Los cimientos del cuarteto se desplantaron desde 1981 pero el debut sucedió hasta 1983 con una presentación en el foro de la librería Gandhi de la Ciudad de México. Entre esa fecha y 2010, año de su disolución, la agrupación grabó ocho discos y ofreció más de mil conciertos en escenarios mexicanos, estadounidenses y europeos.

La segunda entrega está dedicada al bajista y compositor xalapeño Lucio Sánchez, pionero del grupo más longevo del jazz mexicano: Orbis Tertius. Lucio Sánchez es el artífice del primer disco de jazz que se grabó en el estado de Veracruz, Festival, un acetato de 33 revoluciones por minuto producido en 1987 que fue presentado en el Festival de Jazz de Montreal, uno de los más prestigiados del mundo. A manera de contexto, en este episodio el comunicador alude la abundancia y la importancia del jazz xalapeño en la escena nacional.

El tercer programa —que se estrenará el jueves 25— estará dedicado a la banda oaxaqueña Nunduva Yaa, agrupación también interesada en la exploración de las raíces musicales para traducirlas al idioma jazzístico. Sobre este proyecto, Antonio Malacara ha escrito:

«Nomás porque así lo quiso, NUNDUVA YAA logró que las diferentes músicas y los diversos sentires y los discrepantes decires del jazz y de la música contemporánea convergieran, con pasmosa naturalidad, en un mismo ritual, con las diferentes músicas y los diversos sentires y los discrepantes decires de los jarabes y de los sones de su tierra».

Las producciones de Tesoros del jazz mexicano se estrenarán cada jueves a las 21:30 horas en el canal de YouTube El sexto continente. Suscríbanse y apachurren la campanita para que les recuerde que ha llegado el momento del ritual.

 

https://youtu.be/s86DPvzNxFE
https://youtu.be/-VRqcvrsLww

 

VER TAMBIÉN: El sexto continente, el nuevo canal de jazz en YouTube

 

 

CONTACTO EN FACEBOOK        CONTACTO EN INSTAGRAM        CONTACTO EN TWITTER