Del anuncio oficial se desprende que Veracruz está a punto de entrar a la llamada “nueva normalidad”, en el marco de la pandemia de Coronavirus.
Este miércoles por la noche, al tiempo que informaba sobre el registro de cinco mil 747 casos confirmados en 149 municipios; así como 893 defunciones, la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado dio a conocer que dada la disponibilidad en la ocupación hospitalaria, la entidad retornaba a las actividades públicas y económicas, bajo ciertas medidas de prevención.
El doctor Ramos Alor, titular de la dependencia se refirió al reinicio de las labores en el sector de la construcción; y en el transporte.
Señaló también que en el inicio de la “Semana de Conciencia Social en Salud”, que incluye promover las medidas de confinamiento y sana distancia, se permitirá a los hoteles una ocupación del 25 por ciento, “pero el servicio será exclusivamente a quienes demuestren que su estancia es por cuestiones de trabajo o de negocios esenciales”. El turismo recreativo, evidentemente, fue excluido de esas decisiones.
Los restaurantes, cuya apertura no estaba permitida, ahora podrían trabajar también con el 25 por ciento de ocupación; y no podrán vender bebidas alcohólicas.
Las medidas difundidas por el Sector Salud de Veracruz ordenan que los cines, teatros, museos, bares, salones de eventos, albercas, spas y gimnasios, centros comerciales, templos religiosos, espacios deportivos y recreativos, centros nocturnos y casas de masaje, permanezcan cerrados.
De igual manera, no podrán realizarse eventos masivos o culturales, indicó Ramos Alor.
Sin embargo, lo destacable es que el anuncio de la Secretaría significa el retorno, en algunos sectores, de las actividades productivas y económicas.
Por supuesto, no todos los giros podrán abrir, por el riesgo que implica para los usuarios; y los que sí tienen permitida la operación, como hoteles y restaurantes, en un 25 por ciento, enfrentarán severos problemas.
Los hoteleros y prestadores de servicios turísticos del puerto de Veracruz, por ejemplo, quisieran tener una ocupación de 25 por ciento; sin embargo, la realidad indica que el porcentaje de cuartos ocupados está en cero por ciento.
La realidad es que los propietarios de los hoteles de esa zona conurbada enfrentan la peor crisis de su historia reciente: no hay turismo y no se ve para cuándo superen esa difícil situación.
Si en lo sanitario los especialistas indican que Veracruz está en el pico más alto de la pandemia, con doscientos o más nuevos casos cada día, el peor escenario, en lo económico, apenas está llegando; el mayor problema es que después de una crisis como la que se registra, la gente tiende a evitar lo que considera un gasto innecesario y lo primero que sacrifica es la recreación, el turismo y los restaurantes, de tal manera que el escenario para el sector terciario de la economía en Veracruz no podría ser peor en estos momentos.
Otra arista: previendo un verdadero colapso en la economía, el gobierno estaría a punto de dar por terminadas las medidas de confinamiento; pero en Veracruz, el ritmo de los contagios sigue creciendo de forma acelerada; esperemos que el retorno a la actividad no sea un error que lamentar.
Se cumple la tijera a partidos
La reforma constitucional en material electoral en Veracruz es una realidad. Luego de señalamientos mediáticos, acusaciones sin fundamento y grillas baratas, prevaleció la razón.
Pero, además, hay que reconocer el tejido fino que realizó el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, el diputado morenista Juan Javier Gómez Cazarín.
Los hechos así lo demuestran: 111 ayuntamientos han dado el visto bueno para que se formalice la reforma a la Carta Magna.
Se cumple así la demanda de los ciudadanos para administrar mejor los recursos públicos.
Los dirigentes y dueños de los partidos de oposición tendrán que ponerse a trabajar y dejar de vivir a costa de los veracruzanos, como lo ha hecho desde hace años.
Con la reforma electoral de avanzada, Morena confirma su compromiso con la población y con la justicia social, apuntó Gómez Cazarín. @luisromero85