María José García Oramas, coordinadora del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu) de la Universidad Veracruzana (UV), consideró que la normalidad a la que se habrán de enfrentar las personas tras el confinamiento por el Covid-19 estará regida por nuevas reglas de convivencia social que determinarán la forma de salir a la calle y cómo acercarnos a los demás. 

Dijo que entre éstas se encuentran: usar cubrebocas, no saludar de beso ni de mano, hacer fila respetando líneas que marcarán la sana distancia, y las multitudes deberán reducirse a no más de 50 personas. 

A través de Facebook, el jueves 4 de junio la funcionaria universitaria ofreció la plática “Retorno a la nueva cotidianidad”, en la que hizo también un llamado a “pensar en qué cosas se van a disfrutar con la nueva normalidad, quizá sean cosas que antes no pensábamos que fueran disfrutables o trascendentes y que ahora sí nos lo parecerán”. 

Mencionó que el tiempo de confinamiento no ha sido algo perdido, “nos ha transformado y nos devolverá a la nueva normalidad siendo diferentes, mejores o peores, porque el ser humano tiene esas dos posibilidades frente así, pero no se quedará igual, porque si no se trabaja emocionalmente corre el riesgo de estancarse, por lo que se debe trabajar para ser cada día mejor”. 

Apuntó que existe una diferencia entre la nueva normalidad y la nueva cotidianidad, en donde la primera es algo que se norma, que se rige, que tiene reglas y es igual para todos; la segunda, es la vida de cada quien, la vida de todos los díaslo que vamos a hacer de manera individual. 

García Oramas recordó que previo a que se declarara la pandemia, en la vida de las personas lo que predominaba era el estrés como producto de una vida agitada por la búsqueda de privilegios, de mucho consumo y mucha individualidad; se tenía poco tiempo para pensar y cuidar la salud propia pues se creía que eso no era relevante, visión que contrastaba con la lucha cotidiana de muchas personas para sobrevivir con lo básico, con lo mínimoen eso estábamos cuando en diciembre de 2019 nos enteramos que en Wuhan, China, apareció un virus que estaba afectando masivamente a la población, se propagó y en marzo en el país se inició el confinamiento y la práctica de la sana distancia, como estrategia para contenerlo. 

Con este cambio brusco, para el que nadie estaba preparado, encontramos que muchas cosas cambiaron, entre ellas la movilidad, se pasó del espacio público al confinamiento en casa, en donde luego de más de dos meses de resguardo el hogar se volvió el centro de la vida, pasando el tiempo en familia y cumpliendo con el trabajo por vía remota”, apuntó la Coordinadora del Cendhiu. 

Reconoció que estar en casa “significa convivir con los niños que requieren de atención y contención, atender a los adultos mayores que requieren apoyo, así como a la pareja y a los hijos mayores, lo que representa una convivencia a la que no estamos tan acostumbrados, porque habitualmente cada uno está en lo suyoentonces, el hogar se convirtió en un espacio fundamental en la vida cotidiana en donde surgieron nuevos personajes como las mascotas, sobre todo para quienes viven solos”. 

Otros personajes que cobraron notoriedad en la vida diaria durante el confinamiento fueron los del sector salud, los trabajadores de las compañías de gas, de la limpia pública, del supermercado, “todos ellos empezaron a ser fundamentales en la vida diaria”.  

Poco antes de concluir su plática, María José García mencionó que “si tenemos la posibilidad de contar con ayuda hay que buscarla”, por lo que invitó a los universitarios a acudir al Cendhiu que se localiza en la calle Ernesto Ortiz Medina esquina Córdoba, en Xalapa, o visitar su página https://www.uv.mx/cendhiu/en donde podrán encontrar “herramientas que les ayudará a transitar por estos caminos en los que estamos ahora viviendo”. 

UV/José Luis Couttolenc

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