La depresión en Veracruz durante el confinamiento generado por el coronavirus Covid-19 ha llevado a personas a terminar con su vida ante la imposibilidad de enfrentar lo que viven.
Tan sólo en las últimas semanas, al cumplirse dos meses de confinamiento, en distintos puntos del estado se han registrado al menos cuatro suicidios y varios intentos de quitarse la vida.
Durante la última semana de mayo se reportó el suicidio de un menor de 12 años de edad en la colonia Pascual Ortiz Rubio de Veracruz; el niño se ató una una soga al cuello y se colgó en el patio de la vivienda familiar.
El menor de edad vivía con su familia en la calle Revillagigedo casi esquina Collado, tras el hallazgo de su cuerpo la familia intentó salvar su vida, pero fue imposible.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico, en Veracruz hasta la semana 21 de ese año se diagnosticaron mil 971 casos de depresión, de los cuales 485 se presentó en hombres y mil 486 en mujeres.
No obstante, la cifra es menor a lo registrado en 2019 cuando la cifra fue de 2 mil 731 casos; en cuanto a suicidio, el INEGI reportó que tan solo en 2016 se registraron 207 casos en la entidad, en 2018 fueron 253 casos; si embargo, no hay datos del año pasado y lo que va de este 2020.
A este caso se suma el de un hombre de nombre Hiram, dedicado al oficio de payaso, quien aparentemente devastado por la decisión del DIF de quitarle a tres niños que convivían con él, decidió suicidarse.
Se trata del payasito “Tontolín pocos peines” que dijo tener tres hijos con los que vivía; sin embargo, al no poder acreditar el parentesco ante el DIF municipal los niños le fueron retirados.
Esto provocó que Hiram decidiera quitarse la vida tras vivir un cuadro de depresión y se colgó al interior de una vivienda en que la que habitaba.
Anteriormente, el 29 de mayo se dio a conocer el caso de un hombre de 50 años de edad que intentó suicidarse en el Puerto de Veracruz.
En Maltrata, Telésforo, un adulto mayor se ahorcó en el interior de su vivienda de la colonia Centro tras sufrir una crisis depresiva.
El hombre tenía 67 años de edad, era jubilado, y vivía con su hermana que lo halló colgado de una cuerda al interior de su vivienda.
El hombre agobiado por la falta de trabajo ante la suspensión de actividades se arrojó del Puente Bicentenario en la Ciudad de Veracruz, pero no logró su objetivo y afortunadamente no tuvo lesiones.
El pasado 26 de mayo un hombre de 61 años de edad, caso sospechoso de Covid-19, se suicidó a pesar de estar internado en el Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Orizaba.
Con síntomas asociados al virus, el hombre que presentaba insuficiencia respiratoria decidió saltar del quinto piso del Hospital General.
Cabe destacar que incluso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que con el confinamiento las enfermedades psicológicas pueden derivar en suicidios.
Incluso, advierte qué hay un mayor riesgo para los trabajadores del sector sanitario, como doctores que han dejado sus especialidades para tratar de lleno a pacientes con coronavirus, y enfermeras, que trabajan en primera línea en la lucha contra el nuevo coronavirus.
Otro sector vulnerable son las personas mayores, los adolescentes, las personas con afecciones de salud mental preexistentes y las que están atrapadas en conflictos y crisis.
Suicidios en aumento
El psicólogo y catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV), Axel Manuel Navarro Hernández, consideró que el confinamiento a causa de la pandemia por el nuevo coronavirus podría dar pie a estragos psicológicos severos como la ansiedad, e incluso cuadros de depresión.
“Si a eso le sumamos condiciones de estrés como las noticias que frecuentemente se observan, eso dificulta el cuadro; primero el aislamiento, el segundo situación de estrés y se suman conflictos familiares, sociales, laborales, que va a aumentando la situación”.
Consideró que todo esto genera que personas vulnerables lleguen a desesperarse, ya que dijo hay una relación con el suicidio que se asocia la impulsividad con la desesperanza.
“Son generalmente los jóvenes porque son más impulsivas por su etapa de desarrollo neurológico porque la gente logra desarrollar la corteza cerebral a partir de los 21 años, antes de eso las respuestas son extremadamente impulsivas”.
El psicólogo reconoció que ha ido en aumento la tasa de suicidios durante los últimos años y que es posible que aún pasada la pandemia y el tiempo de confinamiento esto continúe.
Lamentó que esto está relacionado con el hecho de que la sociedad se ha vuelto más individualista y el confinamiento afecta las relaciones sociales.
“Si ya de por sí la familia se ha estado resquebrajando el hecho de que ahora estén aislados, pensemos en las personas de la tercera edad que ya no pueden ver a sus hijos porque temen que los puedan contagiar, los aísla más y genera mayor vulnerabilidad, estrés, tensión y obviamente depresión“.
El especialista agregó que desafortunadamente los casos de depresión son mayormente detectados en mujeres que en hombres y que esto podría estar relacionado con el hecho de a los hombres no se les permite mostrar sus emociones y no acuden con especialistas por problemas emocionales.
“Difícilmente un hombre va a admitir que necesita un tratamiento, han cambiado un poco las cosas, sobre todo con las generaciones recientes ya es menos tabú, pero tradicionalmente los hombres no suelen acudir al especialista por problemas emocionales“.
Pese a que son las mujeres las que reportan más casos de depresión son los hombres quienes tienen mayor tendencia al suicidio.
Explicó que como parte de la iniciativa de la Facultad de Psicología para atender a personas en crisis durante la pandemia, ha podido atender casos de depresión, pero la mayoría son mujeres.
“La mayoría han sido mujeres, de cinco casos cuatro son mujeres y uno es hombre, indudablemente las mujeres que me han llamado están en crisis, habitualmente por ruptura amorosa, señalan que están al borde del suicidio, pero tengo mayor acceso a prevenir el acto del suicidio en estas mujeres que llaman en busca de ayuda en comparación con los hombres“.
Por eso, el académico dio a conocer algunas acciones o actitudes que sirven para identificar a personas en situación de depresión o suicidio: cuando alguien dice que quiere matarse, a pesar de que hay quien cree que trata de llamar la atención.
“La gente que echa cometido o intentado cometer suicidio ha tenido un historial de informárselo a sus amigos, seres queridos, de querer quitarse la vida; ese es un síntoma importante, exteriorizar que quiere quitarse la vida o expresa algunos sentimientos como sentirse muy triste y no saber para qué vive o pensar que el mundo estaría mejor sin esa persona, estas son alertas rojas de la gente“.
En el caso de la depresión, advirtió que no todas las personas que se deprimen cometen suicidio, aunque admitió que un gran porcentaje de personas que han cometido suicidio han estado deprimidas.
“La depresión no es sentirse triste nada más, es una enfermedad que tiene un tiempo además de otros síntomas; los expertos señalan que la depresión debe tardar al menos seis meses en los que la persona se sienta triste, agotada, cambios en su comportamiento y hábitos para dormir, para comer, comen mucho o poco, duermen mucho poco y el sentimiento de tristeza afecta sus relaciones sociales, dejan de ir a trabajar, de ir a la escuela, están todo el día en cama”.
El especialista consideró que a todos afecta en mayor o menor media el confinamiento, dependiendo de qué tipo de aislamiento se tenga.
AVC/Perla Sandoval