Las personas del mismo sexo que deseen contraer matrimonio en Veracruz lo tendrán que seguir haciendo por la vía de un amparo o tendrán que conformarse con la figura del concubinato. En la sesión de este jueves, el Congreso cerrará el paso –al menos por ahora-, al matrimonio igualitario. Con el proceso electoral a la vista, Morena ha decidido fumar la pipa de la paz con la iglesia.
Esta mañana, el Congreso aprobará un dictamen que incluye una serie de reformas muy importantes al Código Civil de Veracruz, sin embargo, el matrimonio igualitario -la figura más emblemática- quedó fuera de forma definitiva. El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal actualmente en Ciudad de México y en diez estados del país, pero no es reconocido a nivel federal. Tampoco lo será en Veracruz, donde seguirá siendo decisión de los jueces.
Luego de que el pasado 30 de enero, durante la última sesión del periodo ordinario, la Junta de Coordinación Política decidió eliminar el dictamen de la orden del día, los grupos parlamentarios decidieron incluirlo en la sesión de este jueves –la cual se realizará a puerta cerrada-, pero sin la figura del matrimonio igualitario. El choque entre grupos y representantes de la comunidad LGBTTTI, así como de asociaciones afines a la iglesia católica y al Frente Nacional por la Familia es inevitable.
De nada sirvieron los «Encuentros por la Igualdad y No Discriminación-Hacia un Código Civil más incluyente», más que para la confrontación con los sectores de oposición. Tampoco sirvió la visita del subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, para presionar a Morena y legislar lo que ya se aprobó por jurisprudencia de la Suprema Corte.
Sin embargo, más allá del debate jurídico e ideológico del matrimonio igualitario, la reforma al Código Civil del Estado también incluye decenas de modificaciones muy importantes sobre el divorcio, concubinato, pensión alimenticia, apellidos e identidad de los hijos. Redimensiona las relaciones de la familia en muchos sentidos.
Entre los temas más importantes se encuentra el divorcio incausado –coloquialmente llamado divorcio exprés-, en el que ya no será necesario presentar una causal; será suficiente con la voluntad de una de las partes para que se decrete. También se elimina la prohibición a la mujer de poder volver a casarse durante determinado tiempo después de divorciada, con lo que se generan plenos derechos a decidir sobre su situación de pareja.
Las reformas tienen una profunda perspectiva de género que posibilita la igualdad entre hombres y mujeres. Los cambios en materia de pensión alimenticia representan una garantía para las mujeres y sus hijos, generalmente expuestos al abandono social y económico luego del divorcio.
A partir de ahora se establecerá una pensión compensatoria, que será independiente a la pensión alimenticia, y que se podrá otorgar en favor de quien durante el matrimonio se haya dedicado preponderantemente al cuidado del hogar y a la educación de los hijos. En todos los casos, el trabajo en el hogar se reconocerá como aportación económica en el matrimonio, lo que tendrá una implicación directa en el régimen de la sociedad conyugal.
La reforma también incluye nuevas reglas para las pensiones alimenticias. Una de ellas prevé que los hijos mayores de edad que estudien sólo la recibirán hasta los 25 años, y que el Estado será deudor subsidiario si no hay quien la proporcione.
También se establece el derecho a que el padre y la madre decidan libremente sobre el orden de los apellidos de los hijos que registren; y que la violencia de género o familiar previa será un impedimento para contraer matrimonio –es decir, a una persona con antecedentes de violencia doméstica le estaría prohibido contraer nuevas nupcias.
Finalmente, ya sin el matrimonio igualitario, el Código Civil regulará la figura del concubinato, mismo que puede darse entre personas y no sólo entre hombre y mujer. En este punto, también se reduce de 3 a 2 años el plazo para que se actualice el concubinato, a menos de que antes se tengan hijos.
Tras semanas en que la Iglesia católica había hecho toda clase de críticas al gobierno y al Congreso, las aguas volverán a su nivel. El tiempo de las campañas electorales está cerca.
Las del estribo…
- La terna para elegir Fiscal quedó integrada por Verónica Hernández Giadáns, Ramiro Ramírez Reyes y Anel Retama Jácome. El activismo de Tomás Mundo y las buenas referencias a nivel nacional pusieron nerviosos a más de uno, tanto que tuvieron que salir a arropar a Verónica Hernández y a enlodar a Mundo Arriasa, quien siempre se mostró respetuoso de la candidata oficial. ¡Si ya tenían la terna, qué necesidad!
- Habrá que esperar la reacción de la diputada Mónica Robles por el abandono de Morena en su proyecto sobre el matrimonio igualitario. Aguantó presiones, insultos, amenazas y hasta que le reventaran eventos públicos. En Morena no son todos los que están y cada vez son menos.