Dos sexenios antes de que aparecieran “Los Porky’s de Boca del Río” –como los medios de comunicación llamaron a los cuatro juniors porteños acusados de haber violado a una menor de edad en el fraccionamiento residencial “Costa de Oro”, en enero de 2015–, en el sexenio del exgobernador Miguel Alemán Velasco ya había surgido un grupo de hijos de funcionarios con ese mismo mote, los cuales fueron involucrados en el crimen del adolescente Manlio Humberto Palomeque Ruiz, quien en agosto de 2001 fue salvajemente golpeado afuera de un salón de fiestas en Xalapa.
Uno de los principales líderes de esa banda de influyentes y violentos mozalbetes era Rodrigo García Escalante, hijo de Ricardo García Guzmán, a la sazón contralor general del Estado.
Por este grave incidente, el contador público nativo de Pánuco tuvo que mantener una larga temporada a Rodrigo fuera del país, quien al igual que otros hijos de prominentes funcionarios alemanistas lograron evadir impunemente la acción de la justicia, no así tres de sus amigos menos influyentes, quienes fueron los únicos que pisaron la cárcel a cambio de sentencias benévolas y de ser favorecidos al sexenio siguiente con la preliberación.
Con el blindaje paternal, Rodrigo regresó a México, cursó la Licenciatura en Administración de Empresas e inició una meteórica carrera administrativa en el gobierno priista de Javier Duarte, en el que su padre volvió a desempeñarse como contralor. En esa gestión, García Escalante fue subcoordinador de Servicios Institucionales del CONALEP (2011-2013), director de Planeación del ICATVER (2013-2015) y cerró como director general de Inversión Pública de la Sefiplan (2015-2016).
En la sucesión estatal antepasada contendió para diputado local por el distrito de Pánuco por la alianza PRI-PVEM, y en 2018 se reeligió pero postulado por la coalición PAN-PRD-MC, no obstante que en mayo de 2016 el entonces candidato a gobernador de Acción Nacional, Miguel Ángel Yunes Linares arremetió en contra de García Guzmán y de sus hijos: “No se conforman, quieren también tener diputado, papá ‘tapadera’ el contralor, presidente municipal, hermano, robándose el dinero de los panuquenses y aliado de la delincuencia, hoy quiere a un diputado local para que lo siga tapando.”
Inclusive Yunes les advirtió: “¡Se les acabó la fiesta, señores Guzmán, van a perder porque ya no los queremos aquí!”. Sin embargo, dos años después, el mandatario panista les entregó las candidaturas a diputados local y federal para apuntalar a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, que pretendía sucederlo en el poder.
Ahora, sorpresivamente, el gobernador Cuitláhuac García ha hecho alianza con ellos para que el grupo legislativo de Morena pudiera sacar en el Congreso del estado su polémica reforma electoral, pese a que en julio pasado el mandatario estatal acusó, sin dar nombres ni apellidos, a los miembros de una “familia política” de Pánuco de estar vinculados con el Grupo Sombra, una célula del Cártel del Golfo que opera en los límites de Veracruz y Tamaulipas.
¿Por eso fue que Rodrigo votó a favor de la reforma electoral morenista, a sabiendas de que podría ser expulsarlo del PAN?