Carlos con 15 años de edad, es un niño trabajador de la calle, ha vendido dulces desde los ocho años y pregunta ¿Por qué se celebra el día del niño? A su corta edad, está seguro de que su primera novia la tendrá a los 25 años, cuando termine su carrera de abogado, mientras tanto su sueño es seguir con la venta de dulces para comprarse un celular.
Camina las calles del centro de la ciudad, con su mochila al hombro, adentro trae un recipiente con los dulces que ofrece a los transeúntes, policías, reporteros, y empleados de establecimientos.
Estudia el segundo año de secundaria, y quiere continuar su preparación, hasta llegar a la universidad y ser abogado para poder ayudar a su abuelito y abuelita, quienes le han criado.
“Me paro de la cama a las 08:00 de la mañana, me meto a bañar, me cambio y me vengo a vender, luego voy a la escuela, me llevo bien con mis amigos y saco buenas calificaciones, y ahorita hago mis tareas. La gente me dice que soy admirable porque yo lo que quiero es trabajar, llevo ocho o siete años vendiendo”, expresó.
Cuando se le pregunta por su papá y mamá, Carlos refiere que no sabe, y en seguida afirma “para mi, mi papá es mi abuelito, y mi mamá es mi abuelita, y nada más, vivo con ellos, me han criado, ahí todos trabajamos”.
AVC/Verónica Huerta