Los fuertes impactos económicos que tendrá en el corto y mediano plazo la pandemia por coronavirus en las tres naciones de Norteamérica: Canadá, Estados Unidos (EEUU) y México, instará a que deban alinearse algunas políticas económicas conjuntas que busquen frenar o revertir los efectos negativos de la paralización de actividades, si bien no estratégicas, sí fundamentales, expresó Ángel Ignacio Martínez Armengol, docente de la Universidad Veracruzana (UV).
El académico, quien forma parte del Programa de Estudios sobre América del Norte (PEAN) e imparte el curso Medios y Cambio Social en Estados Unidos, señaló que en este momento la región de Norteamérica es una de las más afectadas por la pandemia en el continente; EEUU es considerado ya el epicentro de ésta y las cifras actualizadas a mediados de abril revelaban más de 612 mil casos y casi 26 mil muertos en ese país.
“Es probable que hasta después del verano o principios del otoño de 2020 se salga de la fase más difícil de la pandemia. Ello tendrá un fuerte impacto en el corto plazo, por ejemplo en el intercambio turístico entre los tres países, ya que podrían restringirse aún más los viajes y la movilidad de personas, con miras a continuar la contención de la enfermedad.”
Destacó que a mediano plazo, una afectación mayor puede repercutir en México con el tema de las remesas dado que la epidemia está teniendo un fuerte impacto en la pérdida de empleos en los tres países; “cuando eso ocurre en EEUU, la consecuencia para nuestro país es la caída en el flujo de dinero proveniente de las transferencias de los migrantes”.
Refirió que en el largo plazo, “sin duda esta pandemia deberá generar nuevas sinergias de colaboración e intercambio de información, conocimiento, transferencia de tecnologías de la salud, investigación conjunta, etcétera, entre las áreas clínicas y médicas, que permitan a los tres países ofrecer a sus ciudadanos una zona de cooperación e intercambio con mejores condiciones y mayores seguridades”.
Martínez Armengol previó un fuerte impacto en la relación trilateral de la región, “me parece que en el ámbito comercial se debe apostar por acelerar la puesta en operación del T-MEC que ayude a impulsar la actividad económica lo más pronto posible”.
Por otro lado, en materia migratoria es fácil suponer un endurecimiento de las políticas anti-inmigrantes de la administración de Donald Trump, principalmente si logra reelegirse en noviembre próximo, “porque EEUU está en pleno proceso electoral, y el cierre de fronteras, el muro en el sur y toda la retórica anti-inmigrante serán parte de su campaña presidencial”.
Consideró probable que el propio Trump utilice como argumento el reciente acuerdo petrolero con México y la OPEP, para asegurar en sus discursos políticos que a cambio de dicho apoyo nuestro país deberá reforzar la frontera para impedir el ingreso de más mexicanos y centroamericanos de manera no legal hacia EEUU.
En cuanto a Canadá, las condiciones migratorias son distintas, aunque no sería descartable que también refuerce sus controles de ingreso a nuevos migrantes provenientes no sólo de México sino de distintos países, bajo el argumento de impedir o prevenir futuros nuevos contagios de Covid.
Con respecto a nuestro país, apuntó que el mayor impacto se reflejará en las remesas y una previsible caída en el flujo de las mismas.
“¿Qué va a pasar cuando los miles de trabajadores mexicanos en Estados Unidos –legales o no– y en Canadá no tengan empleo y, en consecuencia, no puedan enviar los recursos que habitualmente hacían llegar a sus familias acá? Sería un nuevo desastre, sería brutal para las familias mexicanas, que dependen en buena medida de tales ingresos para su propia subsistencia”, planteó.
De igual forma, las remesas se han incrementado notablemente en los últimos años; de acuerdo a los datos del Banco de México, de 2018 a 2019 hubo un aumento de 7.04 por ciento y el año pasado se registró un máximo histórico en el flujo de remesas: 36 mil millones de dólares. Ese aumento también es un indicador de que en EEUU las condiciones económicas bajo la administración Trump estaban dando buenos resultados: había empleo, buenos niveles de consumo y de confianza del consumidor, entre lo más destacable.
“Pero en 2020 el escenario ha cambiado; la crisis por Covid-19 ha provocado la paralización de las principales actividades económicas de ciudades enteras, de estados enteros en los tres países, pero principalmente en EEUU. Entonces, cuando se haga el recuento de daños y venga un proceso de reajuste estructural, se podrá conocer el daño económico causado por la pandemia.”
En donde principalmente se verá reflejado será en el incremento de desempleo y esto impactará seguramente en el envío de remesas, ahí pueden ponerse las cosas difíciles para México, puntualizó el académico.
UV/David Sandoval
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