Ni en la más lastimera de sus canciones, José Alfredo Jiménez hubiera imagino un final así. El Covid-19 nos ha llevado al extremo de que la vida de una persona valga, literalmente, un volado. Porque la vida no vale nada, empieza siempre llorando y así llorando se acaba.

La inminente llegada de la fase tres en México –y por supuesto en Veracruz- supone la saturación de los hospitales y la escasez de los equipos, insumos y medicamentos. Cuando esto suceda, la vida de dos o más pacientes que sean evaluados y obtengan el mismo puntaje –de acuerdo a su edad, padecimientos previos y posibilidad de supervivencia- estará sujeta al azar, por lo que la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica sugiere un democrático volado.

Aunque parezca una exageración, en realidad no lo es. En su apartado sobre cómo resolver empates, la Guía señala que en caso de que exista un empate en el puntaje de priorización entre dos o más pacientes el proceso para resolverlo será el siguiente:

En un primer momento se deberá de recurrir al principio vida- completa. Ello quiere decir, señala el documento, que pacientes ‘más jóvenes’ han de recibir atención de cuidados intensivos sobre pacientes de mayor edad. Las categorías de edad propuestas son: 0-12, 12-40, 41-60, 61-75, y +75. Si recurrir al principio de vida-completa no desempata a los pacientes entonces la decisión sobre quién recibirá acceso a los recursos escasos deberá de tomarse al azar (por ejemplo, lanzando una moneda). (sic)

Cuando los pacientes se encuentren empatados hay que tomar en cuenta que la tasa de mortalidad por COVID-19 no es la misma entre los sexos, lo que implicaría otro criterio de selección.

“Recurrir al principio de vida-completa no discrimina injustamente a las personas comparativamente ‘más viejas’. Ello es así, pues la persona que no recibe tratamiento ha gozado de un bien, vivir una vida que incluye más etapas, por más tiempo. Esto quiere decir que la persona de menor edad está en una situación donde perdería mucho más si no accede a los recursos escasos de medicina crítica. Lo que perdería es la posibilidad de obtener el bien de vivir una vida que incluye más etapas.

Es la contemporánea teoría darwinista sobre la supervivencia de las especies. En la película de impacto profundo (Morgan Freeman y Robert Duvall, 1998), el planeta está a punto de sufrir un cataclismo por el impacto de un meteorito; los países deciden entonces construir refugios antinucleares que resistan el impacto, en los que habrán de concentrarse científicos, ingenieros, maestros, artistas, soldados y oficiales preseleccionados, junto con sus familiares más cercanos, es decir, la semilla de una futura sociedad.

En realidad, es algo que la humanidad se ha planteado de varias formas, desde cineastas hasta científicos. Por supuesto que la supervivencia del planeta no está en riesgo, pero la posibilidad de decidir entre quien vive y quien muere sí estará presente como ya sucede en los hospitales de Italia y España, rebasados desde hace varias semanas.

La Guía establece también que durante la emergencia sanitaria que vivimos, el objetivo principal es salvar la mayor cantidad de vidas, en primer lugar, y la mayor cantidad de vidas-por-completarse, en segundo lugar. Lo cual, “hace necesario que se reevalúe de manera periódica la provisión activa de cuidados críticos, como el uso de ventilación mecánica.” En el documento hay un reconocimiento implícito de que el sistema de salud colapsará y no habrá posibilidad de dar atención médica a todos, por lo que muchos tendrán que morir.

El propósito entonces es liberar a los médicos de la responsabilidad por las decisiones que se tengan que tomar en situaciones de crisis. Por tanto, no serán válidos los amparos que se promuevan por estas disposiciones –algo que en todo caso tendría que determinarlo la Suprema Corte y no sólo el gobierno-, ni habrá espacio para señalamientos de negligencias médicas. Estos mismos protocolos se han establecido en otros países.

Está claro que ningún país del mundo estaba preparado para esta crisis sanitaria. Las consecuencias de la negligencia del gobierno y la absoluta irresponsabilidad de muchos ciudadanos provocará la muerte de personas inocentes. A cara o cruz.

Las del estribo…

  1. Este miércoles se reúne en Palacio de Gobierno el Consejo Estatal de Salud (COESA) que encabeza el Gobernador Cuitláhuac García. El tema obligado será el coronavirus y la situación que prevalece en Veracruz, sin embargo, es urgente que se informe de otros padecimientos como el dengue y la tuberculosis, enfermedades que registran números muy altos, pero que han pasado desapercibidos por la pandemia. El calor las enfermedades están de vuelta.
  2. Tras la crisis sanitaria y económica del Covid19, también vendrá una crisis política. En la última medición de los partidos, 6 de cada diez encuestados los rechaza o no simpatiza con ninguno de ellos; la caída de Morena es brutal y las preferencias de PRI y PAN siguen en el sótano. El 2021 es una incógnita: un país indolente por el dolor de la tragedia o la decepción por un gobierno que sólo supo repartir dinero pero nunca llegó a gobernar el país.