Hemos leído infinidad de textos sobre la pandemia del coronavirus, tantos que nosotros, como otros tantos paisanos, ya nos sentimos epidemiólogos con autoridad para opinar acerca de este virus que tantos estragos causa en la humanidad. Al final, estamos tan confundidos como todos los improvisados expertos que pululan en las redes sociales haciendo todo tipo de recomendaciones, pero lo que sí nos queda muy claro es que el saldo final para México, de esta tragedia, será más grave en términos económicos que en pérdida de vidas humanas, con todo y que a una sola vida no es posible ponerle un precio. Y llegamos a esta conclusión por la forma de actuar de nuestras autoridades, comenzando por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde un principio no le dio la importancia que tenía la amenaza de la pandemia, se dio el lujo de jugar con “escudos” religiosos y tréboles de seis hojas; luego procuró organizar actos masivos para confundirse entre la gente y saludar de mano así como dar besos y mordidas a los niños, en un desplante de burla hacia quienes se estaban preocupando por la presencia del coronavirus en el país vecino, los Estados Unidos de Norteamérica. Total que mientras el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, tomó a tiempo las precauciones debidas para esperar la llegada de la pandemia y tener el menor número de contagios, destinando recursos extraordinarios para el sector salud (una bolsa millonaria para apoyar a los empresarios obligándolos a dejar que sus empleados se recluyeran en sus domicilios, alejándolos del contagio), suspendiendo actividades escolares y burocráticas desde hace una semana, con lo que disminuirá por mucho el efecto de la pandemia, en Veracruz, el gobierno que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, sin recursos suficientes para el sector salud, que no ha tenido desde el inicio de su administración, se ha movido al ritmo que le impone el presidente López Obrador. Para ellos, el grupito de amloístas que están en el poder, Cuitláhuac hace lo correcto, sigue la línea que le marca el señor presidente, no se sale de la pauta. Y, bueno, en términos políticos eso es correcto, altamente rentable para el titular del poder Ejecutivo, pero ¿y los veracruzanos, que estamos saturados de información que nos llega de todo el mundo, viendo cómo les va a los países altamente desarrollados que no tomaron las medidas de precaución adecuadas cuando apareció la pandemia del coronavirus en China… qué nos espera? Por la vida de los veracruzanos, de nuestros amigos, de nuestros familiares y la de nosotros mismos, deseamos, rezamos, pedimos a Dios, que nos haga el milagro de que ese tal coronavirus no se ensañe con nosotros, que esta pesadilla pase pronto y que las cosas, en el menor tiempo posible, vuelvan a la normalidad, que eso de que 80 millones de mexicanos serán infectados y, de esos, el 5 por ciento morirán, entre ellos veracruzanos, sea una jalada del subsecretario Hugo López-Gatell, que el escapulario de AMLO sirva de escudo para todos los mexicanos y veracruzanos en especial y que nuestro gobernador esté haciendo lo correcto… Amén.