De acuerdo con Mijail Rojas Carvajal, investigador del Centro de Investigaciones en Neurociencias de la Universidad de Costa Rica, crecer en ambientes con poco o nulo contacto social podría generar efectos perjudiciales a nivel cerebral y del comportamiento.
El especialista, quien recientemente hizo una estancia de dos semanas en la Universidad Veracruzana (UV), a invitación del Instituto de Neuroetología y de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB), impartió la ponencia “Ambiente y desarrollo: efectos neuroconductuales del enriquecimiento ambiental y el aislamiento social”, la cual tuvo lugar el 12 de marzo en el auditorio de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica.
Ahí explicó cómo los contextos de desarrollo pueden afectar las características de respuesta al estrés y comportamiento. En términos generales, dijo, crecer en ambientes estimulantes donde se interactúa con los demás favorece un perfil conductual positivo de afrontamiento al estrés.
Rojas Carvajal participó en un estudio basado en modelos animales, realizado en colaboración con Juan Carlos Brenes Sáenz y Andrey Sequeira Cordero, especialistas en genética y comportamiento de la Universidad de Costa Rica.
Gracias a este estudio, en el que se han empleado ratas Wistar, se han podido simular los ambientes óptimos de desarrollo en seres humanos. “En realidad nosotros vivimos más en contextos de enclaustramiento, con poca interacción social durante las horas de oficina”.
Mijail Rojas expuso que durante la semana no se tiene mucho contacto social ni se hace ejercicio. En este sentido, dichos modelos, además de ofrecer un panorama sobre cómo la estimulación y el ejercicio favorecen el entorno, también muestran lo que podríamos padecer en contextos de poca interacción social y actividad física.
Lo anterior serviría para establecer estrategias de solución para que las personas interactúen con el medio y con los demás y se ejerciten de manera más eficiente, con tal de contrarrestar los efectos del estrés y de la vida cotidiana.
“La sociedad nos está llevando a que eso no sea un evento aislado sino la norma, y de la mano van la aparición de distintas patologías y psicopatologías.”
El investigador y psicólogo, con grado de Maestría en Ciencias Cognitivas, comentó que varios de sus compañeros han realizado estudios con niños en edad escolar y han observado que el nivel de interacción se asocia a su rendimiento académico.
Al referirse a su país, indicó que existen pocos estudios epidemiológicos, aun cuando en 2018 la ansiedad y depresión fueron la principal causa de incapacidad laboral, así como las enfermedades coronarias, el sobrepeso y la obesidad.
UV/Claudia Peralta
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