“Ahora peor; prohíben a laboratorios privados hacer pruebas del Covid-19” Yo

Con el temor de pasar a formar parte de la estadística de contagiados por el Covid-19, y plenamente consciente de que por la edad estamos en el rango de los de “alto riesgo”, hacemos todo lo que los especialistas recomiendan para tratar de librarse de la mortal pandemia pero entendemos que el resultado de estar tan pendientes de la información que se genera en torno a esta plaga los síntomas aparecen provocando pánico.

La tragedia nos acecha, sabemos que el sector salud de Veracruz está en el peor momento de su historia: no hay capacidad hospitalaria, no hay medicina, los trabajadores (médicos y enfermeras), lamentan tener que estar en las clínicas expuestos más que nadie al contagio sabedores que no hay forma de combatir el mal si los alcanza viviendo en la incertidumbre al borde de un colapso emocional.

Ya vimos cómo en la clínica 66 del IMSS los trabajadores se manifestaron por no contar con lo más elemental como son cubrebocas y gel antibacterial, para su protección personal, es decir en época de las cavernas, mientras las autoridades federales presumen de contar con suficientes camas en hospitales, equipo para enfrentar la contingencia, materiales clínicos y engañándonos, o tratando de hacerlo, con información falsa porque de todo lo que dicen tener listo para enfrentar la fase dos del problema no existe nada; si el problema de la influenza no pudieron controlarlo y aún sigue cobrando vidas, sin contar con vacunas porque tiene rato que se terminaron, menos tienen para hacer frente a un virus que acaba de aparecer, de rápido contagio que tiene a los países del primer mundo contra la pared.

Para acabarla de fregar, nuestros paisanos se dan vuelo en las redes sociales difundiendo versiones falsas, rumores perversos como el de convocar a saquear tiendas y abastecerse para aguantar la cuarentena porque los productos se van a terminar, lo que obliga cuando menos a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública a advertir que ante cualquier intento de saqueo actuarán para preservar el orden.

El temor a perder el empleo se apodera de todos, especialmente los que trabajan para la iniciativa privada en tiendas, restaurantes, bares, centros de reunión, en el transporte público, porque ya saben que al pasar a la fase dos se tendrá que prohibir, como ya lo hizo en el puerto de Veracruz el alcalde Fernando Yunes Márquez, que permanezcan abiertos, y el transporte público no tendrá a quién llevar; ni cine ni cantinas, ni nada donde se reúna un grupo de personas, entonces… ¿de qué van a sobrevivir, quién les va a dar para que compren lo de la comida?

Por eso desespera la actitud del gobierno federal, lenta, a destiempo, sin querer tomar al toro por los cuernos, en espera de que haya muchos contagiados para comenzar a actuar. Dice el presidente López Obrador que ya analiza la puesta en marcha del plan DN-III que tradicionalmente es muy efectivo en casos de desastres como lo han demostrado nuestros miembros de las fuerzas armadas, encargados de operarlo.

La preocupación aumenta y con ello el estrés, debilitando nuestro sistema inmunológico que debe estar al cien por ciento para aguantar el embate del virus, pero nada ayuda a serenarse, al contrario, da vergüenza ver las payasadas de los lamebotas del presidente hablando de fuerzas morales y de escudos que impiden el contagio… Así, ¿cómo no vamos a estar preocupados?

Los comerciantes hacen su agosto

Y como es costumbre de los voraces comerciantes, de los dueños de las cadenas de tiendas de autoservicio, al ver compras de pánico de inmediato aumentan los precios de los productos… de todos en general. Es increíble que en los súper Chedraui, y en todos los demás, hace una semana el precio del cono de blanquillo estaba a un precio y ahora lo están vendiendo ¡al doble!… Y ponemos solo un ejemplo pero lo mismo pasa con todos los productos que han sido reetiquetados. ¿Qué mendiga autoridad debería regular esto? Pues la Procuraduría Federal del Consumidor, pero eso y la carabina de Ambrosio son lo mismo.

Ayer, el ingenuo diputado Gonzalo Guízar Valladares dijo respecto a estos abusos que la Secretaría de Economía y la Profeco deben coordinarse y hacer operativos, la regulación de precios es muy importante en este momento.

Reconoció que hay muchas quejas de la población de que algunos productos básicos en la alimentación diaria, como el huevo, de diciembre a la fecha duplicaron su precio.

“Ya hay quejas porque un cono rebasa los 70 u 80 pesos, más de la mitad de un salario mínimo. Por eso pedimos que se hagan los operativos, porque no se vale que en plena emergencia estén haciendo negocio”. Estas medidas de centro comerciales o tiendas agravaría la necesidad de familias más pobres, dado que son pocas las que puede surtir una despensa completa o invertir en las llamadas compras de pánico.

En Veracruz y resto del país, la gente va al día, apenas y tienen para adquirir lo indispensable.

Guízar Valladares insistió en la importancia de regular   precios, “se sabe que algunos productos como gel antibacterial y cubre bocas están agotados, y esperamos que no suceda lo mismo con los alimentos o medicinas”. Confió que la crisis de salud pública se supere pronto y exhortó a la población a seguir las recomendaciones del sector salud para evitar mayores contagios.

Finalmente, remarcó que algunos supermercados han optado por racionar la venta de los productos debido a que las mismas compras masivas han provocado que los anaqueles queden vacíos.

Atacar la desinformación

En su acostumbrada mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el gobierno está preparado y con recursos suficientes para atender la pandemia del coronavirus, destacando que la prioridad será la vida de las personas y acusar campañas de desinformación que se valen de la pandemia para generar desconfianza.

“Decirle a la gente que se está actuando de manera responsable y que no debe caer en el miedo, en psicosis, que no perdamos la calma”.

Al insistir en que se tenga confianza en su administración, expuso que su gobierno no es como los de antes (la cantaleta de siempre) que se aprovechaban de las situaciones para robar, hacer compras innecesarias y de proveedores que ofrecían todo tipo de insumos a precios inflados. Aseguró que las compras se están realizando pero de manera ordenada y a buen precio.

Reflexión

Bien por todas las dependencias que tomaron medidas a la entrada de sus oficinas, para tratar de evitar el contagio de coronavirus, con botellas de gel antibacterial y personal que toma la temperatura a los visitantes.

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