“La fuerza del presidente es moral, no de contagio”. Hugo López-Gatell

Los propietarios de la empacadora de limón “Cítricos Arturín”, en la que laboran cerca de 70 personas, más decenas de productores que entregan ahí su limón,  notificaron ayer a trabajadores y productores del cierre temporal de la empresa, mientras pasa la contingencia del coronavirus.

Esta empresa es una de tres que operan en la congregación de Chavarrillo, municipio de Emiliano Zapata. La trágica noticia que les dieron a sus empleados refleja lo que pasará en unos días más en todo el país, cuando se dejen sentir las consecuencias de las medidas que tomen autoridades y empresarios que no podrán enfrentar de otra manera el cierre de las fronteras a sus productos de países como Estados Unidos y Canadá, y al mismo tiempo, para tratar de evitar el mayor número de contagio de Covid-19.

Momentos fúnebres se avecinan para este golpeado país en pleno proceso de recesión, quiebra económica, crecimiento exponencial de la delincuencia, desempleo y otras calamidades que jamás habíamos experimentado, es como si estuviéramos viviendo una película de ciencia ficción, pero no, es la realidad.

Para quienes manejan desde la Presidencia de la República las políticas de comunicación, enfrentar este problema de la pandemia del Covid-19 es muy fácil, con recomendar a la ciudadanía que se recluya en sus domicilios, que no se exponga metiéndose en sitios donde haya mucha gente como en los cines, en el transporte colectivo, en los restaurantes, centros de diversión y comerciales, es suficiente, se trata de evitar que se contagie pero… pero cómo demonios no salir de nuestras casas si tenemos que hacerlo para trabajar, para traer los alimentos necesarios a nuestros hogares donde hay dos, tres o más personas esperando.

¿Cómo paralizar las actividades? Se imaginan todo cerrado: hoteles, restaurantes, mercados, transporte público, ¿y dé qué demonios vamos a sobrevivir? Quienes hacen estas recomendaciones de aislarse o encerrarse en sus domicilios para no contraer la enfermedad, tienen sus plazas en el gobierno y no dejarán de tener ingresos, pero la inmensa mayoría de ciudadanos qué, de por si el golpe al sector turístico por culpa de este problema dejará en la calle a miles de veracruzanos, y no es porque no se quiera recibir turistas, no, lo que pasa es que en unos días en México habrá una cantidad incalculable de contagiados de Covid-19 por lo que nadie querrá visitarnos.

Por otro lado, ya sabemos que la capacidad hospitalaria en Veracruz es insuficiente, y la que hay es muy deficiente, no hay fármacos ni para bajar una temperatura, por eso aquí está prohibido enfermarse; lo más seguro es que, si no tienes recursos para enfrentar el problema en una clínica particular, vas a morir irremediablemente. Con todo esto consideramos que será más perjudicial el impacto económico que viene que las bajas humanas por la pandemia.

Y no es querer apanicar a nuestros lectores, no, por eso iniciamos este comentario con un hecho del que fuimos testigos que es el cierre de la empacadora de Chavarrillo, lo cual ponemos como ejemplo de lo que ya comenzó.

Aun así, el gobierno sigue en su actitud irresponsable de no colocar siquiera filtros sanitarios en las terminales aéreas y camioneras, por donde siguen llegando personas de otros países infectadas de coronavirus para compartirlo con los mexicanos. La tarde de este lunes llegaron al aeropuerto de Tampico cerca de 50 asiáticos que entraron al país como a su casa, todo por irresponsables decisiones de un mesiánico que llegó a la Presidencia de la República gracias a un movimiento social de rechazo a las bandas de políticos corruptos, mesiánico que levantó muchas expectativas de cambio entre 30 millones de electores que lo apoyaron en las urnas, pero que resultó ser un rotundo fiasco… Tiempos fúnebres han llegado.

Historia de un hampón coatepecano

Otro que levantó buenas expectativas en Coatepec fue el doctor Ricardo Pedro Palacios Torres, quien tuvo un buen desempeño como director del hospital civil del municipio de Teocelo, lo que le sirvió para entrar como suplente en el entonces “Pueblo mágico”.

Pero el doctor resultó un pésimo administrador, tanto, que fue ligado a un daño patrimonial cometido contra las arcas de la comuna por diez millones 477 mil 157.93 pesos. Este desfalco lo pudo superar gracias a un acuerdo que celebró con Enrique Fernández Peredo, por quien hizo campaña comprando suficientes votos para hacer ganar a quien posteriormente le salvaría el pellejo. En aquel tiempo, el doctor Palacios Torres se sirvió de su sobrino Juan Carlos Cortes Vega, a quien le dieron como premio la secretaría del Ayuntamiento coatepecano.

Y fue tan aplicado en sus tareas que Juan Carlos Cortes, luego de encompadrar con el alcalde, se convirtió en el hombre de sus confianzas, tanto que actualmente cumple con las funciones de presidente municipal (de facto) ante la oleada de señalamientos de actos de corrupción en los servicios de limpia pública, que incumplen las leyes ambientales , permisos ilegales para fraccionamientos, así como las raterías detectadas en los cobros de baños y campos deportivos que ascienden a medio millón de pesos que involucran al cesado subdirector de Ingresos de la Tesorería Municipal de Coatepec, Juan Carlos García Hernández.

Otro asunto de corrupción que todos los ediles conocen es el de los desvíos de recursos del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), esto con la complicidad del regidor octavo Benjamín Sánchez Flores, presidente de la Comisión de Seguridad Pública.

El último escándalo que se protagoniza al interior de la administración municipal coetepecana es el relacionado con el choque (el pasado 11 del presente), de  una patrulla de Seguridad Pública. Resulta que Mauricio Sosa García, encargado del manejo de los fondos de los seguros de las patrullas, se negó a pagar los daños del mencionado accidente que ascienden a 50 mil pesos, motivo por el cual el conductor fue detenido y lo mantienen, sin carpeta de investigación ni nada que tenga que ver con un proceso legal en su contra, detenido en la cárcel municipal hasta que pague los cincuenta mil pesos de los daños, con lo que el alcalde, Enrique Fernández Peredo, incurre en el delito de secuestro del chofer ilegalmente detenido.

Reflexión

El mismo problema de siempre que se suspenden clases: decenas de niños pasarán este periodo en las oficinas gubernamentales donde sus madres laboran, porque a ellas no les dan los días. Hace falta coordinar este asunto de las madres solteras que no tienen con quién dejar a sus hijos cuando no hay clases.

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