La pintura de Sonia Nieto Barcelata es un grito, generalmente desgarrado, que brota a borbotones de color desde el más íntimo resquicio de una femeidad avasallada por los embates de la misogina y la abyección, y se planta ante el mundo bajo la forma de manifiestos visuales, exigencias de equidad, posicionamientos críticos.

El próximo jueves, cinco de marzo, a las seis de la tarde inaugurará su exposición Liberaciones, una muestra de trece o catorce obras (el número preciso dependerá de la capacidad del espacio), que se exhibirán en la galería de la Biblioteca Carlos Fuentes. Platiqué con ella sobre la exposición y, en general, sobre su obra:

 

Floración divina. Sonia Nieto Barcelata

«Esta propuesta plástica surge a partir de la necesidad de reivindicar, empoderar, revalorar a la mujer; a partir de vivencias, propias y colectivas, sumamente devastadoras en lo emocional y, por ende, en lo físico, que hemos experimentado las mujeres de todas las edades a lo largo de la historia, independientemente del país, la región, la idiosincrasia o las creencias.
«Desde que recuerdo, he observado cómo se enaltece al género masculino y se le otorgan todos los privilegios en los diferentes ámbitos. Desde niña, he experimentado en carne propia esas desigualdades e injusticias, como todas —difícilmente se da una excepción, pero si existen, yo no fui una de ellas— , he tenido sentimientos de impotencia, tristeza, sueños coartados; he padecido amedrentamientos, menosprecio, desigualdad laboral, violencias de toda índole.

«Todo esto, como sabemos, es resultado del machismo que ha sido promovido y alimentado por el patriarcado que impera en una sociedad en la que el vivir y convivir se han desmembrado casi hasta sus últimas consecuencias, y que bajo falsas creencias —religiosas, políticas, sociales e, incluso, científicas— han coartado nuestro auténtico y libre proceder como humanidad, y se han ensañado, especialmente, con el género femenino.

«En algunos de mis trabajos, sobre todo pictóricos, han quedado plasmadas —consciente o inconscientemente— esas fuertes emociones; afortunadamente, las he enfrentado con mi trabajo, al que considero un acto sumamente liberador y sanador, por eso sostengo que el arte nos salvará.

«No soy escritora pero he sentido la necesidad de escribir mis emociones y sentimientos más dolorosos, he encontrado consuelo al hacerlo, supongo que porque las palabras, tanto escritas como habladas, son sumamente poderosas, y rememorando esas intensas vivencias, la terapia está dada, y de ahí a plasmalas en la plástica, surgen los trazos o pinceladas develando lo que nunca antes visualicé e imaginé. He agradecido, y lo sigo haciendo, el tener la posibilidad de crear una nueva realidad, de recrearme y regocijarme en ello; de otra manera, hubiera sido dificil seguir.

«Hay muchos libros que me han dejado huella y eso también me influye y me inspira porque me producen emociones que seguramente se reflejan en mi trabajo.

«Sergio Pitol dice en Una autobiografía soterrada:

«‹Uno aprende y desprende a cada paso. El novelista debería de entender que la única realidad que le corresponde es su novela, y que su responsabilidad fundamental se finca en ella. Todo lo vivido, los conflictos personales, las preocupaciones sociales, los buenos y malos amores, las lecturas y desde luego los sueños, habrán de confluir en ella, puesto que la novela es una esponja que desearía saberlo todo›.

«Me siento absolutamente identificada con su sentir y digo que exactamente así se vierte el mundo del ser en cualquiera de las artes y, por ende, en la obra plástica.

«También me identifico mucho con varias de las obras de Friedrich Nietzsche, especialmente recuerdo una parte de El crepúsculo de los ídolos que dice:

«‹Para que haya una acción o contemplación estética cualquiera, es indispensable una acción fisiológica previa; es menester que la embriaguez haya aumentado la irritabilidad de toda máquina; sin esto, el arte es imposible›.

«Estoy totalmente de acuerdo con Giulio Carlo Argan cuando escribe:

«‹Realismo no significa, por tanto, representar objetiva o interpretativamente la realidad, sino ser en la realidad, estar dentro de la realidad histórica y social, no menos que dentro de la realidad natural: el único realismo que se puede reclamar del arte, es un realismo moral›.

 

Tríptico III. Sonia Nieto Barcelata

«Otra de las liberaciones personales que busco instintiva y propositivamente, es que al ir creando y adentrándome en cada obra, la liberación se vuelva múltiple, que abarque el tema que me interesa abordar o la emoción que me conduzca a abordar la ejecución —que ya de entrada es liberadora—, la propuesta matérica, la intencionalidad plástica visual, plástica simbólica que busco plasmar. Todo eso forma un bagaje de intensas y variadas emociones que se entrecruzan y yuxtaponen provocando en mí, muchas de las veces, una inmensa alegría, al grado de que me hace llegar al llanto, ese llanto alegre, melancólico, sanador; otras veces, de confrontación conmigo misma, pero que me da la fuerza, la entereza e intensa emoción de seguir, de ir por más en esa búsqueda constante de tantas índoles que la mantiene a una en constante evolución y seducción; entonces es cuando digo: El acto de pintar es altamente seductor, los que lo hayan experimentado, me entenderán.

«El feminismo es un movimiento emancipatorio para la mujer, no una búsqueda de la igualdad con el hombre, pues aunque ellos pudieran y nosotras quisiéramos, no sería posible. Es aprender a darle una solución pacífica a nuestras diferencias, es vernos y convivir como seres que se complementan, tener una convivencia justa, de respeto, de igualdad de oportunidades y derechos en un mundo que abogue, revalorice y exalte al amor como la energía más poderosa y benéfica que existe, y que debiéramos tomar como bandera en para crear un mundo sin división alguna —ni política, ni de culto, ni de razas—, en el que seamos seres en conexión con todo y con el Todo, tratando de convivir armónicamente en comunidad.

«La polarización generada por la gran inseguridad que sienten muchos hombres que se resisten a entender que sus actitudes machistas de convivencia ya son anacrónicas en esta época, está provocando gran exaltación y recrudecimiento de los hechos; tocaremos fondo, muy lamentablemente, pero el cambio se dará para bien. Felizmente, estoy viendo que muchos hombres también están sumamente sensibilizados y con la conciencia de que no podemos seguir así.

«Por otro lado, es igualmente importante entender, interiorizar y ver, tanto mujeres como hombres, a la sexualidad como un acto divino, es la unión entre lo humano y la divinidad, jamás como algo pecaminoso o prohibido por esas falsas creencias, sobretodo religiosas, que han impuesto a la sociedad para controlarnos y mantenernos en la ignorancia de que nosotros somos los verdaderos hacedores de nuestro destino y de nuestra divinidad, y que tenemos todo el potencial en nuestro interior, que ya no necesitamos más a esos líderes de la falsa moral.

«Nuestra sociedad no está preparada, ni educada, ni mucho menos están dadas las condiciones para que la mujer pueda procrear y, al mismo tiempo, se pueda desempeñar satisfactoriamente en su profesión o labor personal. En este, como en muchos otros aspectos, la brecha y las desventajas en relación al hombre aún son muchas, ellos, en su mayoría, tienen el campo libre para desempeñarse en libertad de oportunidades y condiciones.

«Entender que todo es energía es prioritario, ya que estamos ante un fuerte cambio frecuencial y vibracional a nivel energético que vendrá a revolucionarlo todo; las falsas creencias serán develadas y caerán, las monarquías caerán, las personas nos daremos cuenta de que no necesitamos de líderes de ninguna índole, ni políticos, ni religiosos.

«La energía femenina retomará fuerza y protagonismo para el bien común, donde prevalecerá el amor incondicional, la fraternidad, la hermandad, la conmiseración, el conocimiento profundo del ser interior y naturalmente se respetará al prójimo, al entorno; estaremos en armonía con los ecosistemas, con la madre tierra, retornaremos a lo esencial.

«Entendiendo que somos uno en el planeta y en el universo».

Tríptico. Sonia Nieto Barcelata

 

 

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Experimentaciones y seducciones | Sonia Nieto Barcelata / I
El viaje hacia la luz | Sonia Nieto Barcelata / II
Libertad y seducción | Sonia Nieto Barcelata / III
Galería | Sonia Nieto Barcelata / IV

 

 

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