Ayer hablé someramente de Tesoros Escondidos (ver: La ruta sonora de Alex Mercado), el disco que presentó Alex Mercado el pasado 14 de diciembre en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes y que presentará a lo largo de este año por todo el país. Como comenté en esa entrega, hace unos días platiqué con Alex sobre los pormenores del proyecto:

«Tesoros Escondidos es un disco apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, lo grabé en el segundo año del programa de Creadores Escénicos con Trayectoria. Es un proyecto que tiene el objetivo de rescatar obras inéditas de grandes compositores mexicanos del género del jazz. A principios del año pasado, me di a la tarea de recopilar todas estas obras inéditas, fue un proceso de acercamiento con los compositores y con los familiares de los compositores que ya no están con nosotros, como el caso de Jorge Martínez Zapata, Enrique Nery, Mario Patrón, Eugenio Toussaint. Para hacer la selección, me concentré básicamente en los pianistas que me han influenciado, en los pianistas con los que he trabajado, en los pianistas que he conocido a lo largo de mi trayectoria.

«Se abarcan tres generaciones de compositores mexicanos, empezando con el gran Mario Patrón, que fue un pilar en el jazz mexicano del que se desprendieron pianistas como Alejandro Corona y Enrique Nery, que tuvieron un acercamiento musical con él. Es un linaje que se fue heredando a partir de Mario Patrón hacia Enrique, que a su vez fue maestro de otros compositores que están incluidos como Abraham Barrera y Pepe Morán. Incluí también una obra el maestro Héctor Infanzón, quien es clave en el desarrollo de la composición en México.

«Con la recopilación de las obras, me di cuenta de que sí se puede hablar de un lenguaje de jazz mexicano, que sí hay un común denominador entre todas estas obras que es el carácter íntimo de la personalidad mexicana, esa que a veces es opacada por el estigma de que el carácter del mexicano es más extrovertido, más pintoresco, más alegre. Hay una introversión de la personalidad mexicana que no se conoce y gracias a estas composiciones se puede demostrar que existe esa intimidad en la música, esa expresión del ser más íntimo de los compositores mexicanos.

«Hay una gran variedad de estilos composicionales en el disco: música escrita, música improvisada, música de salón, música con influencia de jazzistas de renombre internacional, como el caso de la pieza de Olivia Revueltas que se llama Evocación a Miles, precisamente en homenaje a este gran trompetista y músico de jazz.

«Me comentaba a Francisco Téllez —del cual también incluyo una obra— que es un disco que no tiene antecedentes, que él no conoce un registro fonográfico de esta naturaleza en la historia del jazz mexicano, en el que un compositor rescata obras inéditas de otros compositores, porque esa es la característica principal de este disco, son obras que no se habían grabado; algunas se tocaban, por ejemplo, en el caso de Campanita, de Enrique Nery, hay un video en YouTube de la interpretación de esta pieza en el Jalisco Jazz Festival, pero, por alguna razón, no encontró la salida al público a través de un registro fonográfico.

«Además de dar a conocer estas obras, otro propósito de este disco es mostrar un ejemplo que inspire a las generaciones jóvenes del jazz a componer su propia obra, y que puedan ver, precisamente gracias a este registro, cómo se componía y cuál es el elemento común que une a todas estas composiciones, y de esta manera puedan establecer un precedente de la composición del jazz mexicano.

«En algunos casos arreglé, en otros, las partituras estaban escritas con todas sus notas y no había espacio para la improvisación, es el caso de la pieza de José Luis Arcaraz —quien fue mi primer maestro—, quise incluir una composición suya porque sé que tiene muchas obras guardadas en un cajón que nunca han visto la luz, obras bellas que no son propiamente jazz pero tienen ese lenguaje de la música de salón, con melodías muy claras que se relacionan con el sonido del foxtrot o de la época del swing, de la composición de baile o la composición de balada; en este caso, es un vals que se llama Vals de Septiembre. Otro caso es la pieza de Pepe Morán —el hijo de Chilo Morán—, él viene de una gran tradición jazzística pero es un compositor ecléctico que tiene todo tipo de obras y algunas de ellas son escritas, en su totalidad, de acuerdo a la tradición clásica.

«En varios casos, los compositores me dieron a escoger entre las obras que no habían podido grabar, esto habla de que no es posible grabar todo lo que uno compone y este tipo de proyectos favorecen el registro de todas estas obras.

«En muchos casos me tomé la libertad de arreglar, de redistribuir la melodía, de poner introducciones, finales, orquestar la melodía de otra manera; esa es la ventaja que nos da el jazz a los intérpretes. El arreglo es una cuestión muy delicada porque, primero que nada, la composición tiene que tomarse como lo más importante y el arreglo solamente la catapulta, la adorna, la presenta de una manera especial, pero nunca debe estar por encima de la composición, de lo contrario, no es un buen arreglo. Las composiciones se escuchan como son y el arreglo destaca un poco más la esencia de cada una de ellas, es decir, colabora, contribuye a que esas composiciones se presenten de la mejor manera posible.

«Es difícil hablar de un porcentaje de ideas nuevas que se incorporan a una composición con cada arreglo, algunas tendrán menos ideas y otras tendrán más, de estos casos puedo destacar el de Meriyuc, de Eugenio Toussaint; Campanita, de Enrique Nery; Cuando, de Héctor Infanzón; Esa fotografía, de Miguel Villicaña; Evocación a Miles, de Olivia Revueltas; Para Lena con amor, de Mario Patrón.

«También incluyo una obra de Alejandro Corona —quien vivió mucho tiempo en Xalapa—, es una obra que le dedica a su hija, Aisha Corona, que está figurando bastante en la escena, ya no solo de Xalapa sino de México, como una virtuosa del violín. En esa obra, todas las voces están escritas, sin embargo hay un espacio para la improvisación y en esa improvisación, como en cualquier pieza de jazz, el intérprete se contagia de la esencia de la composición para poder improvisar de acuerdo con el carácter de dicha obra, y es lo que hice.

«Una anécdota digna de contar es que nadie sabía de la existencia de la pieza de Mario Patrón, ni siquiera su propio hijo, Mario Patrón, ni su sobrino, Víctor Patrón. Fapa (se llama Lilieth pero la gente le dice Fapa), la hija de Enrique Nery, me indicó que en la biblioteca su papá, en alguna caja había un fólder con dos piezas, inéditas, originales de Mario Patrón, entonces contraté a alguien para que ayudara a mover todas las cajas, porque con el fallecimiento del maestro Enrique Nery, su hija tuvo que guardar todas esas cajas en una bodega en la que era muy difícil administrarlas. La persona que contraté movió las cajas y buscamos en los fólders hasta que dimos con esas dos piezas, las soné en el piano, una de ellas me gustó mucho y fue la que quedó en el disco: Para Lena con amor, una pieza que le escribió a su esposa Elena, que todavía vive. Esta anécdota ilustra el título que elegí para el disco: Tesoros Escondidos.

«Hay dos composiciones escritas ex profeso para este álbum: Mercado, de Abraham Barrera, que se llama así porque me la dedicó; y la de Olivia Revueltas. En ambos casos, ellos no tenían una obra para darme y me dijeron bueno, te escribo una y va a ser inédita porque tú vas a ser el primero en grabarla; entonces, tanto Evocación a Miles como Mercado están escritas para este proyecto, creo que eso enaltece todavía más la misión del proyecto, que es incluir la actualidad del jazz mexicano.

«También incluyo una obra de Antonio Sánchez, quien estudió piano en la Escuela Superior de Música y cuyos logros en la composición a nivel mundial, a través de la consolidación de su propio proyecto, Migration, hicieron que fuera inevitable considerarlo para este proyecto. Antonio tenía que estar ahí a pesar de ser más baterista que pianista porque ha establecido un lenguaje contemporáneo muy original, tiene la influencia de Pat Metheny pero ya lo hizo propio, ya lo ha consolidando a través de más de tres discos como líder que incluyen exclusivamente composiciones propias.

«El disco termina con una pieza que compuse mientras estudiaba todas estas obras; de alguna manera tiene la influencia de todos los compositores, se llama Tesoros Escondidos y la dedico a todos ellos.

«Excluí a muchos compositores porque, obviamente, son demasiados como para que quepan en un álbum fonográfico, y porque quería que tuviera la temática del piano, porque yo soy pianista; por ejemplo, dejé fuera a Chilo Morán, a Popo Sánchez, a Roberto Aymes, a compositores que tocan otros instrumentos, en ese sentido, es un homenaje a la composición pianística en el género del jazz.

«Este es mi sexto disco, hago una pausa de grabar exclusivamente música original pero, de alguna manera, mantiene la idea de proyectar la música original de nuestro tiempo —ya sea propia, ya sea de mis contemporáneos— para que el público mexicano pueda tener una referencia de lo que se está creando en el contexto en el que vivimos actualmente, en lugar de recurrir a los lugares comunes de grabar standards o composiciones de otras culturas. En ese sentido, ambos proyectos —tanto el original como éste— tienen la misma finalidad, el mismo objetivo.

«Si bien conté con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, yo fungí como productor artístico y tuve que considerar la cuestión de los derechos de autor, tuve que hablar con los compositores, convencerlos de la idea, aunque cabe señalar que todos estaban muy entusiasmados y agradecidos de haber sido incluidos en este proyecto. Siempre hubo una muy buena disposición de todos los compositores, pero todo se realizó de la manera más adecuada posible de acuerdo con la legalidad del registro de las piezas, con los editores, todos han recibido las regalías por sus composición.

«Creo que Tesoros Escondidos tiene un gran encanto porque son idiomas composicionales distintos y eso hace que la escucha sea más fácil. Me he dado cuenta de que la gente lo está recibiendo muy bien.

«La gente que conoce mi proyecto de años, que lo ha estado siguiendo desde un principio, está consciente de la evolución que estoy teniendo como compositor, evolución que se ha detenido en el disco Convergencias pero que va a continuar este año con un nuevo disco a trío que voy a presentar a final del año. Va a ser mi séptimo disco y el tercero que haré dentro del programa de Creadores Escénicos con Trayectoria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

«Este año se viene también el nuevo libro, va a ser un ensayo pedagógico que contendrá la base y metodología para asimilar y enseñar la música. La improvisación no es característica del jazz, se ha refugiado ahí pero yo voy a plantear que la música trasciende estilos a través de una escucha consciente del plano sonoro que es la música. Voy a plantear una nueva manera de escuchar música, voy a decir muchas cosas, por ejemplo, que, en mi opinión, la enseñanza en la academia es totalmente artificial porque se hace a través de conceptos y se pierde la naturalidad que tenemos, por ejemplo, en el folclor. Xalapa es un gran ejemplo de esto, Xalapa produce músicos intuitivos, músicos naturales, por la fuerte influencia de la gran tradición musical que existe en el estado de Veracruz, entonces se trata de sintetizar la manera en que se aprende el lenguaje de la música y pasarla a un método a través del cual cualquier persona pueda acercarse a la música y convertirse en un músico natural, un músico que hable el lenguaje de la música; no estamos hablando de genios porque, para mí, los grandes genios simplemente han logrado hablar el lenguaje de la música como si fuera su propio idioma».

 

 



https://youtu.be/3GfU_RBpJ₈



 

 

 

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