Los abusos sexuales, asesinatos de menores de edad y feminicidios en México es una realidad que se debe enfrentar como una “auténtica emergencia educativa”, y para resolver esta “Crisis de humanidad” se necesita la participación de instituciones educativas, familias, medio de comunicación e iglesias, puntualizaron los Obispos que integran la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Este domingo los Obispos de México enviaron un mensaje “A propósito de los recientes feminicidios” a la cual titularon “Educar en la paz, urgencia nacional”, y está firmada por el arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López; arzobispo de Morelia y vicepresidente de la CEM; Carlos Garfias Merlos.

La carta refiere que finales del año 2019 se registraron 1006 víctimas de feminicidio, y en este contexto de violencia, no son extrañas las protestas públicas, por lo que se unen al dolor generado por la violencia contra la mujer, “que se ha expresado en un nuevo y agresivo rostro visible ante nuestros ojos, en una forma tan cruel que genera desconcierto, dolor, amargura, tristeza, llanto, indignación, impotencia y muchos deseos de venganza”.

Refiere que hoy, toda acción social, económica y política tienen que transformarse en un eje central del bienestar de la persona, antes que ideologías, discursos o estadísticas.

“Todos somos corresponsables para resolver la crisis de humanidad que enfrentamos: la familia, la escuela, los medios de comunicación, las iglesias -entre otros- somos actores sociales que tenemos una responsabilidad en la misión de forjar una cultura de esperanza y de paz”.

También la misiva contiene la firma del obispo Auxiliar de Monterrey y secretario General de la CEM, Alfonso G. Miranda Guardiola; Obispo de Cuautitlán y Responsable de la Dimensión de Fe y Compromiso Social de la CEM, Mons. Guillermo Ortiz Mondragón; Obispo de Irapuato y Responsable de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM, Enrique Díaz Díaz.

Agrega que “esta realidad nos hace enfrentar una auténtica emergencia educativa pues hemos perdido los referentes básicos de la convivencia humana: la verdad, la bondad y la belleza”.

Señala que en México hay una visión muy estrecha de la educación, pues suele reducirse al marco de la institución escolar, y sin negar la importancia de las aulas, no es suficiente.

“Reconocemos la necesidad de una base educativa que implique la vida familiar. La indispensable instrucción sobre las ciencias, con la conciencia de que las disciplinas que se presentan en las escuelas, no pueden sustituir la educación que la familia puede dar”.

Los obispos inician esta carta al hacer referencia al “brutal asesinato de la joven Ingrid y de la pequeña Fátima, así como las muertes de una bebé llamada Karol y de Mayte Viridiana Aguilar, son crímenes que por su brutalidad nos han dejado perplejos y nos han llenado de dolor y tristeza. A sus papás, familiares, maestros y compañeros, nuestro consuelo y fortaleza, nuestra cercanía y aliento”.

AVC

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