Denise Spaan, quien recientemente se integró al equipo de investigadores del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), dio a conocer que desde 2018 desarrolla un proyecto de monitoreo de primates en la península de Yucatán a través del uso de drones, en colaboración con investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool y la Universidad de Texas en Austin.
En un mediano y largo plazo, espera diseñar una metodología de gran utilidad para la localización de estos individuos, principalmente de monos araña a grandes escalas, y así reunir información válida para la implementación de nuevas políticas que incidan en su protección y conservación.
Antes de su llegada a México, la especialista de origen holandés cursó la Licenciatura en Zoología en la Universidad de Leeds, y una maestría en la Universidad Oxford Brookes, en Reino Unido.
Su intención por cursar el doctorado en nuestro país la llevó a conocer el trabajo de Filippo Aureli, investigador del Instituto de Neuroetología UV, cuyos estudios se basan en biología de la conducta con enfoque en la conservación de primates.
“Estudiar primates en Europa es muy interesante; sin embargo, quería hacerlo en un país donde ellos habitan.”
Hace dos años, Denise Spaan consultó varios artículos sobre uso de drones para monitorear a los primates, pues de la manera tradicional deben caminar muchos kilómetros en la selva para lograrlo.
“Usamos algunos cálculos para predecir cuántos animales habitan en un área, pero significa mucho esfuerzo y presupuesto de alimentación, alojamiento y guías de campo. Finalmente nunca los llegamos a monitorear por completo.”
Por ejemplo, en Asia y África sí se realiza monitoreo con drones, pero sólo de grandes simios, como orangutanes y chimpancés.
En la búsqueda de otras investigaciones similares encontró a Serge A. Wich, investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad John Moores de Liverpool, quien junto con su equipo de trabajo emplea drones para el monitoreo de grandes simios.
En junio de 2018, él y su equipo visitaron México, específicamente el estado de Quintana Roo, con el fin de realizar las primeras pruebas con un dron hecho por ellos, al cual se instaló una cámara térmica especial que en vez de detectar colores distingue diferentes temperaturas, ya sea de plantas o animales.
El resultado del monitoreo fue muy exitoso, dijo la investigadora y agregó que la prueba de la metodología se concluyó en dos semanas y media, pues por medio del dron se observaron los individuos que desde abajo es imposible o muy difícil detectar.
En 2020, la idea es probar un modelo de dron comercial que pueda adquirirse de forma accesible, pues también se piensa acudir a otros lugares para contabilizarlos.
Por el momento, el estudio únicamente se realiza en la península de Yucatán, pero más adelante se pretende extender el proyecto a otras áreas e incorporar a estudiantes del Instituto de Neuroetología.
“El propósito de esta línea de investigación es ayudar a obtener esos números para áreas más grandes y en un tiempo más corto, en lugar de caminar y usar los métodos tradicionales.”
Sobre la situación actual de esta especie, la investigadora aseguró que se encuentra en peligro en extinción. Las amenazas varían en diferentes países; sin embargo, la más grande es la pérdida del hábitat de los bosques donde viven.
A esto se suman aspectos como la expansión del turismo, construcción de grandes hoteles, carreteras, viviendas, pero también la agricultura y ganadería. Asimismo, hay otros problemas asociados como la fragmentación del hábitat o degradación.
Lo anterior significa que disminuye la calidad del hábitat que queda, muchas veces por la tala selectiva de algunos árboles que pueden ser importantes en la dieta de los monos.
En México, como en otros países, la cacería y tráfico de animales también representa una seria amenaza si se considera que se reproducen lentamente, tienen una cría cada tres años y los procesos de gestación y lactancia son muy largos.
Otro de los peligros para el mono araña es el cambio climático, ya que las predicciones revelan que las áreas que habitan serán cada vez más secas y calientes.
“Por tanto, el monitoreo permitirá reunir información para proporcionársela a las autoridades encargadas de impulsar acciones a favor de su conservación.”
Entre las estrategias que se requieren, Denise Spaan contempló la protección de áreas para disminuir la tala selectiva y completa, difundir información a través de pláticas de educación ambiental y así frenar la cacería, captura de monos como mascotas y tráfico ilegal.
Subrayó la importancia de que la población conozca que estos animales juegan un papel muy importante en la regeneración de las selvas, además de que sus interacciones son muy fuertes y similares a las de los humanos.
Volando con monos araña
La investigadora también comentó que a la par de la visita de Serge A. Wich a México, Luis Palomino y Molly Ferrill, ambos videógrafos, realizaron un documental titulado Volando con monos araña, el cual ha sido seleccionado en varios festivales de cine, entre ellos el Freeland Film Festival y el Wildlife Conservation Film Festival, que tendrá lugar en Nueva York, en octubre del presente año.
UV/Claudia Peralta
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