Semidesnuda, fue rescatada una mujer martinense en Cosamaloapan. Había logrado escapar de su agresor que, según el relato de la víctima, la amarraba, golpeaba, dejaba sin comer y mantenía amenazada. El señalado es ahora Fiscal Segundo de Martínez de la Torre.

Martínez de la Torre, Ver.- Lo que parecería una escena de terror, el mismo infierno en vida y una pesadilla para toda mujer, fue en realidad una historia verídica cuyos detalles están documentados en un expediente que obra en poder del Instituto Municipal de la Mujer (IMM) de Martínez de la Torre y cuyo contenido provoca escalofríos por la violencia inhumana experimentada por una víctima: Rosana N.

La violencia contra Rosana N., bajo el yugo de la propia justicia

Corría el año 2018 en esta ciudad (conocida mundialmente por su producción de Lima Persa, pero que bien podría conocérsele también como la capital de las ejecuciones, secuestros, extorsiones, robos, injusticias e impunidad en esta región), cuando Rosana N., una mujer de 47 años, originaria de la colonia Ejidal, conoció a una persona. En ese entonces, dice, un caballero, un galante, un personaje altamente educado, cortés y bien posicionado social y laboralmente.

Juntos, caminaban, platicaban, como un par de enamorados; sus lazos crecían con el paso de los días y las promesas. La relación llegó al grado de conocer a las familias y de pensar en un futuro.

Un día, él recibió la notificación de cambio a una localidad de la ciudad de Xalapa, por lo que tuvo que dejar su oficina en Martínez y emigrar; entonces, llegó la propuesta de irse juntos, de vivir en pareja, de madurar la relación y dar el siguiente paso. Ella aceptó.

Pasaron los días y todo parecía ir muy bien en la relación. Estaba a gusto y perdonaba cualquier error de él bajo el argumento de que tenían que aprender y superar las adversidades juntos. Al final, eran pareja y eso hacen las parejas.

De repente, llegó otro cambio; ahora sus superiores lo comisionaron a Cosamaloapan, Veracruz, y es ahí donde la vida de Rosana N. da un giro de 180 grados. Es precisamente en ese momento donde aquella película de ficción que vio alguna vez se vuelve realidad, donde los consejos y alertas de violencia llegan a su mente y donde descubre formas inhumanas de sufrimiento.

En Cosamaloapan, relata, los días se volvieron terribles para ella, los minutos corrían al revés y mientras pasaba el tiempo, experimentaba formas cada vez más crueles en su existencia. ¡Que ninguna mujer o persona debería sufrir!

El romanticismo, la caballerosidad y los planes de dos locos enamorados quedaron atrás. Él -funcionario de una instancia de Justicia en el Estado de Veracruz- cambió de los abrazos a los madrazos. Un agresor en potencia ejerciendo violencia física, verbal, sexual, económica, psicológica, bajo el cobijo de su cargo y machismo.

La víctima detalla que mientras él estaba en su trabajo -en la Delegación de la Ministerial de Cosamaloapan- ella permanecía encerrada entre cuatro paredes, sin dinero, sin comer, sin poder salir.

Narra que los extremos se perdieron, toda forma de violencia fue posible, pues llegó el momento en el que era golpeada todos los días, amarrada sin ropa a una silla y amenazada de muerte. Era flagelada y víctima de fetichismo sexual.

Con la noción del tiempo pérdida, Rosana N. recuerda que estuvo prácticamente entre tres o seis meses en tales condiciones y que llegó a bajar de 15 a 20 kilos. Su semblante estaba completamente perdido al igual que sus esperanzas de seguir adelante.

En más de una ocasión intentó escapar, pero era descubierta y amenazada, dejándole claro que la tenía vigilada y que no podía hacer algo en su contra por ser titular de la Ministerial y por tener los contactos y el poder para quedar impune y ser intocable por la Justicia.

Sin embargo, un día sacó fuerzas y pudo escapar. Semidesnuda, fue rescata en un parque por unas mujeres de Cosamaloapan que le habrían dado cobijo durante un par de días y dinero para que pudiera regresar a Martínez de la Torre, lejos de su agresor, del infierno, de la pesadilla y esa historia de terror llamada Jaime Callejas Lagunes.

Ya en Martínez, en repetidas ocasiones le cerraron las puertas en las instancias de Justicia y no le quisieron tomar la denuncia, corroborándole que, efectivamente, su agresor era incapaz de ser alcanzado por la Ley, incluso ante un hecho de tal magnitud y por la que han muerto miles de mujeres en México y Veracruz.

Al final, en 2019, Rosana N. se resignó y dejó de buscar Justicia, limitándose únicamente a solicitar apoyo psicológico en el Instituto Municipal de la Mujer (IMM) de Martínez de la Torre, para superar su trauma y seguir adelante con la vida que le estaban haciendo pedazos.

Rosana N., una de las mujeres que cada 13 horas sufre algún tipo de violencia en Veracruz

El caso de Rosana N. se suma a la larga lista de víctimas de violencia de género y que, de acuerdo al Observatorio de Violencias contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana, en el estado se comete un hecho de esta especie cada 13 horas.

La falta de castigo hacia los agresores, el machismo, la impunidad y la indiferencia de las autoridades tanto del Poder Ejecutivo como del Judicial, genera las condiciones idóneas para la comisión de delitos en contra de las mujeres y motiva cada vez más los ataques machistas, que en muchos casos suelen concluir en casos de feminicidios.

Jaime Callejas Lagunes, lejos de un castigo, recibe una recompensa

El abogado Jaime Callejas Lagunes, señalado por su víctima de agresor, actualmente se desempeña como Fiscal segundo de Delitos Diversos de la Sub-Unidad de Procuración de Justicia de Martínez de la Torre, por lo que lejos de algún castigo, habría sido premiado por la Fiscalía General del Estado, a cargo de la Encargada de la Fiscalía Verónica Hernández Giadáns, y por el Gobierno del Estado de Veracruz, encabezado por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

Pero su trayectoria ha venido manchada desde el 2010, cuando fue acusado por abogados de corrupto, por favorecer a funcionarios y obstaculizar la justicia para privilegiar la impunidad. En ese entonces se le asociaba con el gobernador Fidel Herrera Beltrán.

Más tarde, tomó fuerza y poder en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, donde pasó a formar parte del grupo de privilegiados y favoritos del fiscal Jorge Winckler Ortiz, siendo protegido del caso de Rosana N. y quedando impune.

Ahora, en el gobierno de la Cuarta Transformación, a pesar de su pasado, queda bien parado y puede presumir gozar de una oficina en la Fiscalía de la que dice es su tierra: Martínez de la Torre, una ciudad que tienen como fiscal a un señalado como promotor de la violencia contra la mujer.