Cuando un sacerdote comete abuso sexual en contra de un menor de edad, “opera para el mal, echa a perder la vida y la historia” de una persona inocente, por eso, la iglesia católica se pronuncia a favor de la “Tolerancia Cero” y que el delito ante las autoridades no prescriba, afirmó el director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes.
Refirió que desde el 2005, cuando llegó al Vaticano en Italia, el Papa Benedicto XVI y ahora con el sucesor, el Papa Francisco, en la iglesia católica a nivel mundial se estableció un criterio de Tolerancia Cero para este tipo de abusos sexuales.
Afirmó que la Arquidiócesis de Xalapa respalda, la petición de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en el sentido de que el delito de abuso sexual no debe prescribir, porque el daño a la víctima repercutirá en toda su vida.
En la iglesia católica existen protocolos definidos de cómo deben actuar las autoridades de la iglesia católica en caso de presentarse el caso de un abuso sexual, y la Arquidiócesis de Xalapa está dispuesta a colaborar con las autoridades, afirmó.
El sacerdote resaltó que en este tipo de situaciones la iglesia maneja tres criterios, el primero es :La verdad, esto es que se lleve a fondo una investigación, y mientras tanto el presunto culpable es apartado de sus responsabilidades como sacerdote.
“No se oculta a la persona, sino que esté en un lugar localizable para que enfrente el proceso de investigación, y se compruebe la veracidad, y si hay testigos y denuncias la misma iglesia investiga”, dijo.
El segundo criterio es: La Justicia, y esto es que la iglesia acompaña a la víctima y se le ofrece apoyo psicológico y espiritual.
El tercer criterio es: La Caridad hacia la víctima y el victimario, esto es que no se exhibe a ninguna de las dos partes, a fin de no exponerlos, mientras se realiza la investigación, y en caso de resultar responsable es sancionado por la iglesia y se da por enterado a la sociedad civil.
Suazo Reyes aseguró que en la Arquidiócesis de Xalapa no se han registrado casos de abuso sexual contra menores de edad.
“Es algo muy grave, porque va contra la justicia y la verdad de las personas” señaló.
Suazo Reyes afirmó que a los sacerdotes y al resto de la comunidad católica les duele cuándo un miembro de la iglesia comete estos abusos, porque se trata de “una maldad muy grave”.
Finalmente, expuso que esos delitos “lastiman a la persona y a la comunidad, porque del sacerdote se espera una entrega a Dios y transparencia en su vida, y este actuar lastima y nos llena de vergüenza. Es como si un miembro de una familia falla, lastima a los demás”.
AVC/Verónica Huerta