El actor Kirk Douglas, Espartaco para varias generaciones, el último gran monstruo sagrado de Hollywood, referente en la lucha contra el Macarthismo, falleció anoche a la edad de 103 años, anunció su hijo Michael Douglas.
Douglas protagonizó 92 películas en una carrera que se extendió a lo largo de siete décadas. Sus trabajos le llevaron a estar nominado hasta en tres ocasiones al Oscar a mejor actor, pero no fue hasta 1996 cuando se subió al escenario para recoger la estatuilla en reconocimiento a toda su carrera.
Se enfrentó al macartismo y no ocultó su izquierdismo pese al rechazo de la industria cinematográfica
También jugó un papel importante en romper la lista negra de Hollywood: actores, directores y escritores que fueron rechazados profesionalmente debido a los vínculos con el movimiento comunista en la década de 1950. Douglas dijo que estaba más orgulloso de eso que cualquier película que hizo.
“Con gran tristeza, mis hermanos y yo anunciamos que Kirk Douglas nos dejó hoy a la edad de 103 años. Para el mundo, él era una leyenda, un actor en la edad de oro. cine (…) pero para mí y mis hermanos, Joel y Peter, él era solo un padre “, escribió Michael Douglas en su página de Facebook.
Nació como Issur Danielovitch Demsky en Ámsterdam, Nueva York, en noviembre de 1916 hijo de campesinos judíos de origen ruso.
Tras finalizar sus estudios de Filosofía y Letras en la universidad de St. Lawrence, consiguió una beca en la Academia Norteamericana de Arte Dramático de Nueva York, donde permaneció hasta 1939. Fue su primer contacto con la interpretación, y la época en que adoptó el nombre con el que se haría famoso. Y no menos importante, fue el lugar donde conoció a Lauren Bacall.
Su incipiente carrera teatral en Broadway se vio truncada cuando fue llamado a filas en 1942, incorporándose a la Armada como oficial de telecomunicaciones en el Pacífico. De regreso se casó con la actriz Diana Dill y regresó al teatro hasta que Lauren Bacall le consiguió un papel en El extraño amor de Martha Ivers (1946). A partir de aquí inicia su carrera en el cine, que le lleva a actuar en Carta a tres esposas (1949) a las órdenes de Joseph L. Mankiewitz, y a recibir el mismo año una nominación al Oscar al mejor actor por El ídolo de barro. Este filme le dio a conocer como un actor de carácter que no ocultaba sus ideas izquierdistas, sin importar el precio que tuvo que pagar en forma de vetos y rechazos en la industria cinematográfica.
A partir de entonces, la carrera del actor con los ojos azules y el famoso hoyuelo en la barbilla despegó con clásicos de aventuras como Veinte mil leguas bajo el mar (1954) o Vikingos (1958), filmes cargados de intención a las órdenes de Stanley Kubrick como Senderos de gloria (1958)o Espartaco (1960) o interpretando a Vincent Van Gogh en El loco del pelo rojo (1956).
Padre del también actor Michael Douglas, Kirk sufrió en 1996, a los 79 años, una embolia que limitó sus movimientos pero que no le impidió acudir ese mismo año a recibir el Oscar honorífico en homenaje a toda su carrera.
Tomado de Vanguardia