Hace siete meses, cuando los veracruzanos se dieron cuenta de la metida de pata que dieron al votar por los candidatos de Morena (del gobernador para abajo) comenzaron a hacer futurismo político.

Platicando con analistas y politólogos de café en ese entonces, me dijeron que en el 2021 el PAN se alzaría como ganador en Veracruz ya que lograría más alcaldías y obtendría la mayoría en el Congreso local.

¿Y el PRI? El PRI está aniquilado, en el 2021 le pondrán el último clavo a su ataúd, fue la lacónica contestación.

Hace más de medio año Marlon Ramírez tenía apenas dos meses como presidente del PRI y comenzaba sus recorridos por el interior de la entidad en un intento por reunificar al resquebrajado partido. En sus primeras semanas lo que escuchó fueron quejas, acusaciones, furiosas recriminaciones y hasta mentadas de madre, pero a nueve meses de que protestó el cargo está logrando su objetivo. Prueba de ello es que ahora lo que sobran son aspirantes a puestos de elección popular, cosa que no ocurrió en los dos procesos anteriores.

¿Ya se levantó el PRI estatal? No, aún le falta… pero ahí la lleva.

Como paradoja el PAN es el que está tronando. Por lo pronto está partido en dos, y quien lo dude puede preguntar a sus diputados que formaron dos fracciones en el Congreso; los yunistas que desconocen el liderazgo de su nuevo presidente estatal Joaquín Guzmán Avilés y los joaquinistas.

Al interior las cosas están en el mismo tenor ya que el Chapito no ha podido unificar a los militantes en torno a su presidencia.

A diferencia de Marlon que lleva recorridos más de la mitad de los 212 municipios, Joaquín Guzmán se ha movido muy poco y esto tiene desorientados a sus comités municipales. Si el PAN no se reagrupa en los próximos meses el fracaso en el 2021 estaría más que cantado. Esto no lo digo yo sino los analistas que hace unos meses me dijeron que saldría victorioso el próximo año.

¿Y Morena? Los morenos siguen en la fiesta; tienen la certeza de que gobernarán tantos años como el PRI y lo demás les importa pura corneta. Sus alcaldes en Poza Rica, Xalapa, Minatitlán y Coatzacoalcos son los peor calificados en las encuestas y el gobernador no canta mal las rancheras en ese tenor, pero les vale gorro, siguen de desatino en desatino, de torpeza en torpeza y sobrados de soberbia.

Esa soberbia y dejadez que se ha trastocado en más inseguridad, más desempleo y un grave desabasto de medicamentos (sólo por mencionar tres problemas), les pasará la factura en 2021.

Para colmo, tienen el poder pero no la estructura ni bases; apenas 307 mil militantes a nivel nacional cuando presumían de 6 millones. Y lo que es peor, están confrontados a lo bárbaro y en Veracruz no son la excepción..

Del PRD y el Verde mejor ni hablar, más hará Movimiento Ciudadano con sus candidatos que esos dos partidos que buscarán lo de siempre; ir en alianza, es decir, de comparsas y rémoras para lograr sobrevivir.

A pesar de los pesares y de la zarandeada que le pusieron en 2018, el PRI sigue siendo el partido con mayor número de militantes a nivel nacional; según el INE tiene 1 millón 800 mil (aunque un diario de circulación nacional dijo este martes que hasta el 2019 tenía 2 millones 300 mil afiliados). El PAN tiene 289 mil; el Verde 221 mil; Movimiento Ciudadano cuenta con 195 mil y el PT con 79 mil, mientras que Morena cuenta con los mencionados 307 mil. El PRD dijo que tiene 1 millón 749 mil 556 militantes en el país, cosa que no creen ni los mismos perredistas, por lo que el dato está siendo cotejado.

¿Y en Veracruz cuántos militantes tiene el tricolor? 167 mil en números redondos.

¿Le importa eso al partido? Sí y no. Más que tener un número descomunal de militantes, su tarea principal es contar con más representatividad en los ayuntamientos y en el Congreso local. Y a eso se están avocando.

Ante ese panorama una cosa es cierta, el PRI estatal está lejos de tirar la toalla. El viejo nonagenario pero colmilludo, está en franca recuperación y listo para seguir en la brega. El trabajo de todos los días de Marlon Ramírez y de la Secretaria General Arianna Ángeles, está dando resultados y hay confianza en las bases de que lleven la nave a buen puerto.

De acuerdo con un estudio elaborado al interior, se espera que en 2021 el PRI obtenga el doble de las 31 alcaldías que ostenta y entre ocho y diez curules en el Congreso local donde actualmente tienen tres. “Vamos otra vez poco a poco, despacio pero pisando firme; con unidad, mucha unidad pero también con paciencia. De ninguna manera estamos desahuciados y mucho menos en el hoyo; quien piense así es que no conoce al PRI”, es el comentario en el edificio de Ruiz Cortines.

Para un partido que estaba hecho pedazos hace apenas nueve meses, las cifras que maneja no están mal, nada mal. De ahí el optimismo de los tricolores y el cambio de actitud de los analistas políticos con los que platiqué hace poco más de medio año.

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