El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó en la Casa Blanca el nuevo pacto comercial con México y Canadá.

El T-MEC, fruto de años de negociaciones entre los tres socios comerciales, se presenta como una actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994, que Trump criticó durante mucho tiempo y amenazó con desaparecer por completo.

En conferencia previa a la firma, Trump destacó la «increíble amistad» que ha desarrollado con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Asimismo, reconoció el trabajo del subsecretario para América del Norte, Jesús Seade, el canciller Marcelo Ebrard, y la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín.

El nuevo acuerdo cambia las reglas de contenido en la fabricación de automóviles y requiere salarios más altos para algunos trabajadores automotrices mexicanos.

«El TLCAN termina hoy, y una nueva era de trabajo y crecimiento empieza bajo el T-MEC», destacó durante su participación el vicepresidente Mike Pence.

También establece cambios en el comercio electrónico, la protección de la propiedad intelectual y la solución de controversias para los inversores, así como disposiciones laborales más estrictas que requieren reformas a las leyes laborales de México.

México ya ratificó el nuevo acuerdo y se espera que Canadá haga lo mismo en las próximas semanas.

Trump ha presentado el T-MEC como «un nuevo modelo de comercio para el siglo XXI». En declaraciones en un mitin en Nueva Jersey, el mandatario dijo: «Mañana reemplazamos la pesadilla del TLCAN, uno de los peores acuerdos comerciales de la historia».

Canadá y México son los dos principales mercados de exportación de los bienes estadounidenses. Se espera que el nuevo pacto, junto con la firma de un acuerdo de «Fase Uno» con China, reduzca las tensiones comerciales que contribuyeron a frenar el crecimiento económico mundial.

Milenio Digital

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