Como si a Morena le hicieran falta razones para fracturarse, ahora han decidido ‘abortar’ la reforma al Código Civil del Estado –cuyo tema central se ha enfocado en el matrimonio igualitario- que sería aprobada este jueves, durante la última sesión del periodo ordinario del Congreso local.
Apenas la semana pasada, la diputada local Mónica Robles había confirmado que la iniciativa sí pasaría gracias al consenso alcanzado en su grupo parlamentario, sin embargo, durante la sesión de este martes, su propio coordinador parlamentario y Presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín confirmó que no está en la agenda y que no hay fecha para que sea discutida y aprobada. Al final, la presión de los grupos religiosos surtió efecto.
Hasta hace unos días, la reforma gozaba de cabal salud. La visita de Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación, al Congreso local habría supuesto un mensaje claro de la posición afirmativa del gobierno federal respecto de las reformas al Código Civil. Pero al parecer no fue así y el grupo parlamentario de Morena –promotor de la iniciativa- decidió ‘abortar’ el tema ante las amenazas de la iglesia católica de movilizar a su feligresía para la resistencia.
Encinas asistió el jueves pasado al “Encuentro por la igualdad y la no discriminación. Hacia un Código Civil más incluyente” organizado por la diputada Mónica Robles. Ahí Encinas fijó una postura muy clara: los diputados que promueven la reforma no deben caer en ambigüedades y dudas, porque en general los derechos deben respetarse; todas las personas tienen derecho a vivir en igualdad y al libre desarrollo de su personalidad.
Tampoco evadió la posición de la iglesia católica y grupos religiosos que habían impedido la celebración de otros foros y anunciaban una gran movilización para el día de mañana al Congreso del estado, ante la posibilidad de que durante la sesión se aprobara esta reforma. “Hay que respetar el punto de vista de la iglesia católica, pero es la perspectiva de esa iglesia, nadie puede imponerle nada a nadie”, dijo.
Luego de evento –en el que grupo de promotores por los derechos de la familia intentaron irrumpir-, la diputada Mónica Robles muy parecía satisfecha por el apoyo del gobierno federal. Pero ante lo que parecía ser un hecho consumado, la iglesia católica se pronunció el domingo de manera frontal en contra de la reforma que promueve el matrimonio igualitario. “Existe un rechazo ciudadano a la reforma del Código Civil. Ojalá lo entiendan», advirtió el arzobispado en su comunicado semanal. Y todo se vino abajo.
Durante la sesión de este martes, Gómez Cazarín arrió banderas y desechó toda posibilidad de votar el dictamen. «El tema no se está poniendo en la mesa se hicieron foros pero el hecho de que se hayan hecho y que haya asistido Alejandro Encinas no quiere decir que esté en la mesa de sesiones» dijo a los reporteros.
Mientras eso sucedía en la sesión vespertina del Congreso, grupos religiosos convocaron a una concentración el próximo jueves en el Congreso para evitar que se apruebe la reforma al Código Civil en el estado, que prevé el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sobre ello, Gómez Cazarín aseguró que se respetará su derecho a manifestarse pero aseguró que hay mucha desinformación sobre el tema.
Y en eso tiene mucha razón. Por un lado, mientras grupos religiosos –a los que acusó de sólo buscan crear conflictos- insisten en que la reforma involucra también temas como el aborto, lo cierto es que las modificaciones a un Código Civil emitido hace casi un siglo tienen que ver estrictamente con un ámbito civil y no penal. Es decir, la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) no está en el dictamen, como sí lo está, por ejemplo, el divorcio exprés.
Por el lado de sus promotores, parece increíble la terquedad de mantener el concepto de “matrimonio”, que es la palabra que ha encendido todas las disputas. Algunos líderes religiosos han dicho que no se oponen a que se reconozca la unión entre personas del mismo sexo, pero que esto se trate como una sociedad de convivencia –como se llama en muchos países e incluso en la CDMX- y se respete al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
Los activistas señalan que si no se llama “matrimonio” entonces no es igualitario, y por lo tanto, la discriminación y desigualdad permanecen, aunque en el ámbito de los derechos y obligaciones, se trate de lo mismo. Y en la defensa a ultranza de este principio, prefieren sacrificar el resto de las disposiciones civiles que están contenidas en la reforma.
Por lo pronto, los grupos religiosos se movilizarán para evitar un albazo legislativo.
Las del estribo…
- Ayer, la instrucción de la Suprema Corte de Justicia al Congreso para hacer válido lo contenido en el Decreto 537 para poner fin al conflicto territorial entre Chinameca y Omealca cimbró al Congreso local. El Presidente de la Jucopo acusó que diputados le pidieron dinero a cambio de su voto; además, está en riesgo la pérdida de la presidencia de la Mesa Directiva para Rubén Ríos Uribe por desacato. El dictamen no pasó tan sólo por dos votos y otras tantas abstenciones. Tras el pleno, el coordinador de Morena juraba venganza.
- Los días de Verónica Hernández como encargada de la FGE parecen estar contados. Ayer la senadora Gloria Sánchez Hernández, alguien muy cercana a los afectos del Gobernador, sugirió que debería contemplar si permanece en el cargo y considerar qué es lo mejor para Veracruz en materia de impartición de justicia. De sus exámenes de control de confianza tampoco nada se sabe. Por lo pronto, la convocatoria para nombrar al nuevo Fiscal estaría por salir en los próximos días.