En medio de la crisis de inseguridad y violencia que vive el país, los gobiernos de Morena han decidido abrir nuevos frentes de conflicto que se suman a la polarización social. La cuarta transformación intenta imponer su ideología llevándola a las leyes y la aplicación de la justicia, por lo que ha sumado a su larga lista de adversarios a la iglesia católica y a la caravana por la paz.
Este fin de semana, integrantes de la Caravana –encabezados por el poeta Javier Sicilia e integrantes de la familia Lebaron- marcharon de Cuernavaca a Palacio Nacional para intentar dialogar con el Presidente López Obrador. Ahí, en la plancha del Zócalo tomada tantas veces por el morenismo opositor, grupos de choque ya esperaban a los manifestantes, antes viejos aliados del mandatario.
Testigos compartieron en redes sociales el momento que simpatizantes del Presidente buscaron impedir a los integrantes de la Caminata acercarse a Palacio Nacional y no tomar el templete instalado, donde ofrecieron un mensaje en el acto de conclusión de la movilización iniciada el jueves. ¿Alguien imagina si durante los gobiernos del PAN o de Peña Nieto se hubiera intentado impedir a López Obrador hacer uso del Zócalo?
Durante muchos años, en los que Javier Sicilia fue un activista incómodo para el gobierno –está claro que lo sigue siendo-, López Obrador lo trató como su aliado; capitalizó las simpatías con ese movimiento y siempre se dijo dispuesto a escuchar a las víctimas, hasta que llegó al gobierno y lo convirtió en su adversario personal.
Desde el anuncio de la caravana, dijo que no dialogaría con ellos para evitar un “show” y cuidar la investidura presidencial. Un argumento falaz frente a un gobernante que todos los días usa una tribuna para descalificar, poner apodos o que acostumbra usar las redes sociales para mostrar la ponchadura de su camioneta durante una gira de trabajo. Durante este año, López Obrador ha cuidado todo, menos la investidura. Pero es su estilo de gobernar.
Desde la plancha del Zócalo capitalino, el poeta señaló que México está lleno de violencia, sangre, muerte, desapariciones, fosas, mentira e impunidad. “Tú decides, presidente, hacia qué lado de la historia quieres caminar” le espetó Sicilia al Presidente, a sabiendas de su inflexible postura ante la caravana.
Hoy los movimientos de protesta les resultan tan incómodos como lo eran para los gobiernos del PAN y del PRI, sólo que estos no soltaban a sus grupos de choque para pelear con la izquierda. Para eso estaban los negocios y el dinero. Hoy sólo hay desprecio.
El segundo encontronazo se dio en la aldea, con el posicionamiento de la iglesia católica respecto de la iniciativa de reforma al Código Civil que propone el reconocimiento del matrimonio igualitario, donde el personaje más visible resultó ser la diputada local Mónica Robles. El primer aviso vino el sábado con una marcha en el puerto de Veracruz contra la legisladora y este domingo fue la protagonista del comunicado dominical.
En su comunicado dominical, la arquidiócesis de Xalapa acusó a la diputada de Morena de haber realizado un foro sobre la reforma con “aplaudidores previamente seleccionados” y panelistas afines que fueron a elogiar la reforma, cerrando el Congreso a los grupos defensores de la familia tradicional. La iglesia advirtió que la lucha contra el matrimonio de personas del mismo sexo continuará.
«Lo que no contaban es que se encontrarían con manifestantes que muestran su repudio a la Iniciativa Robles y que los foros además de ser un gasto innecesario fueron en realidad un rotundo fracaso. Existe un rechazo ciudadano a la reforma del Código Civil. Ojalá lo entiendan», expuso en el comunicado dominical. Otra cosa que deberán entender los morenistas es que la iglesia católica no se quedará de brazos cruzados, por lo que esta semana podría verse muy complicada ante la movilización que realizarán a favor el matrimonio tradicional.
Vale mencionar que a este foro asistió el Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, quien hizo un llamado a los diputados locales de Morena –y de otros partidos- para que se sumen a la iniciativa y la voten esta misma semana, antes de que concluya el periodo ordinario de sesiones.
Hasta ahora los gobiernos de Morena no habían tenido problemas con las manifestaciones sociales. Los manifestantes de antaño hoy están en el gobierno y no había quien tomara su lugar como oposición. Sin embargo, ante la cerrazón y la falta de resultados, las organizaciones civiles y religiosas se empiezan a movilizar. Entre otras cosas, Morena ha aprendido que es más fácil ser oposición.
Habrá que ver si la 4T tiene la misma tolerancia que los “gobiernos conservadores” tuvieron con ellos, antes de que el país se termine de romper.
Las del estribo…
- El jueves pasado circuló profusamente el comentario publicado por el periodista de El Sol de México, Federico Lamont “Así lo dice Lamont”, donde señala que tanto el secretario de Gobierno como la encargada de despacho de la Fiscalía de Veracruz, dejarían sus cargos. En otras administraciones seguramente ya se hubieran ido, sin embargo, estamos en la transformación donde no pasa nada… hasta que pase.
- Las tribus de Morena amenazan con despedazar al partido antes de que llegue a la primera elección ya convertidos en gobierno. Ayer el Congreso Nacional aprobó la destitución de su presidenta Yeidckol Polenvsky y designar a uno provisional que convoque a elecciones; la dirigente desconoció la legalidad del Congreso. El primero en renunciar al partido será el propio Presidente López Obrador, quien ha dicho que reclamará el nombre. La elección del 2021 está cada vez más abierta.