Escribo esta columna cuando faltan menos de 36 horas para que concluya el 2019. Y lo hago todavía con una ligera punzada en el corazón por el resultado de ayer domingo de mis Águilas del América, tan cerca y tan lejos de haberse coronado campeonas nuevamente. Leí un tweet del analista Gabriel Guerra que dice que en este país se celebran más las derrotas ajenas que las victorias propias, dicho a propósito de las expresiones antiamericanistas, pero que se aplica también al quehacer político.
Pero ni siquiera el resultado adverso de mis Águilas pudo empañar mi optimismo por el 2020 que viene. Será el segundo año de la Cuarta Transformación del país, donde seguramente empezarán a cobrar forma muchos resultados de los que se ha sembrado la semilla en el 2019. Será el año de profundizar la transformación de las instituciones públicas, de continuar recomponiendo la relación del Gobierno con la ciudadanía.
Desde luego, será un año de muchísimo trabajo para quienes tenemos el honor de participar directamente en este proceso transformador de México y Veracruz. Un año para intensificar el paso y para ejercer la autocrítica, mejorando lo que se puede mejorar. Un año para renovar nuestro compromiso con el pueblo.
Espero, de corazón, que empiece a cobrar vida una renovada unidad entre mexicanas y mexicanos, donde podamos dejar atrás nuestras diferencias ideológicas y políticas, para imprimir un aliento fresco al clima de la vida pública, que tanta falta nos hace.
Que sea un año donde todas y todos contribuyamos al desarrollo de México y Veracruz a pesar de nuestras diferencias ideológicas, políticas y partidistas.
Un año en el que hagamos menos festín de las derrotas ajenas y festejemos más los triunfos propios. Que sea como en el futbol, donde un final de copa nos divide, pero pagarle una apuesta de tacos a mis amigos que le iban a Rayados (y aguantarles sus bromas) nos vuelve a unir.
A todas y todos los que amablemente leen esta columna: deseo que el 2020 sea de prosperidad y de éxito, de salud para ustedes y sus familias, de unidad con los suyos, de oportunidades para cumplir sus sueños. A final de cuentas, el progreso de una sociedad se mide en la felicidad de su gente.
Una última súplica respetuosa del año: permítanme desear que en el 2020 ganen las Águilas del América. Ya casi es Año Nuevo, denme chance. Un abrazo.
Juan Javier Gómez Cazrín.
Diputado local.
Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz