“Si los ciudadanos solicitan, se investigará a Felipe Calderón”. AMLO
El combate efectivo a la delincuencia organizada, y de la otra, se hace imposible en nuestros tiempos por el maridaje que se da entre los jefes de las bandas delictivas y los funcionarios públicos, especialmente los de las áreas de la seguridad pública y la procuración de justicia.
¿Para qué demonios traer o llevar a zonas altamente delictivas a ejércitos de policías de todas las corporaciones como si esa fuera la solución al problema?
Este tipo de acciones ya son tomadas como burlas al pueblo. ¿A poco los delincuentes se ponen a temblar o huyen porque al territorio donde operan en complicidad con las autoridades locales llegan ejércitos de polis de otras partes?
No, eso no puede funcionar así, y como se hace con mucha frecuencia, el ciudadano ya ve con mucho escepticismo que la autoridad asuma este tipo de medidas que no sirven para otra cosa que no sea llenar las calles de patrullas circulando, haciendo más complicado el tráfico vehicular, gastando combustible que consumen los vehículos en los que andan paseando y poniendo en peligro a las domésticas que se emocionan con la presencia de estos robocops, región seis.
Para combatir realmente a la delincuencia organizada es necesario primero realizar trabajo de inteligencia (un diagnóstico) para saber quiénes y cuantos son los miembros de las bandas; su relación con la autoridad y hasta dónde están infiltrados en las áreas de gobierno; investigar dónde se ocultan cuando no están en activo y caerles por sorpresa con un escuadrón bien entrenado que llegue a la ciudad sin tanta alharaca, a hacer su trabajo y punto.
¿A poco eso no se puede hacer, a poco es imposible armar este tipo de estrategias? No somos policías, jamás hemos participado en una de esas áreas dentro del servicio público, pero llevamos mucho tiempo viendo cómo se va desenvolviendo el problema hasta nuestros días que son de mucho riesgo porque no sabemos qué autoridades están coludidas, qué policías también y quiénes son los malandros que actúan con impunidad, que compran con parte de las jugosas ganancias que obtienen de los delitos que cometen en contra de nosotros los ciudadanos comunes.
Tiempos aquellos cuando había el policía de cuadra, o el velador. Estos personajes hacían rondines nocturnos y se hacían sentir tocando un silbato. Conocían a los moradores de las cuadras que tenían bajo su custodia y auxiliaban, en caso necesario, al vecindario ante cualquier contingencia: eran amigos de los vecinos y estos les tenían respeto y mucha confianza. Obviamente los “serenos” cuidaban nuestro sueño de ladrones de casas, de borrachos que escandalizaban, de personas que se liaban a golpes en la calle, no más.
Las autoridades, tanto de la policía como las encargadas de mantener la estabilidad política del estado, eran las mejor informadas. En Xalapa, por ejemplo, sabían quiénes a lo largo del día entraban o salían de la ciudad, si eran personajes importantes o líderes políticos y sociales, en qué hoteles se hospedaban, dónde acudían y con quién se entrevistaban, y hasta la hora en que abandonaban la ciudad.
Y así en todo el estado, cada municipio tenía su propio aparato de inteligencia ya sea en la policía municipal o a través de los titulares del registro civil o los representantes de la secretaría de Gobierno. Lo importante es que había control, orden y en los funcionarios y policías vocación de servicio.
Todo eso se fue terminando con la aparición de bandas que se dedican a la venta de droga, los que controlan las narcotiendas, los que se dedican al negocio del cobro de derecho de piso, los que extorsionan, los que roban autos, los que se meten a las casas a robar, los que te ponen en la calle un cuchillo y te quitan el celular, la cartera y todo lo que lleves de valor, los que operan las grúas toleradas por sus socios los encargados del transporte y la vialidad de parte del gobierno y, en fin, todos esos giros delictivos que producen millones de pesos diarios de los cuales una parte va a parar a las cuentas de alguna o algunas autoridades y la otra la reparten entre los delincuentes.
Esa es nuestra realidad que no puede cambiar mientras no haya voluntad política para que así sea. El discurso del combate a la delincuencia, el enviar las manadas de miles de policías a los sitios donde hay más hechos delictivos, las inútiles reuniones de madrugada para conocer el parte de guerra y “analizar la situación” no sirven para maldita la cosa como está demostrado en los hechos.
Les va a parecer insólito pero en nuestro tiempo un elevado porcentaje de políticos que buscan una presidencia municipal, lo primero que investigan es cuánto deja la delincuencia organizada por permitirles el tránsito por el municipio que piensan gobernar y cuánto por mantener las narcotiendas así como por permitir el cobro del derecho de piso, el sueldo que pagan las arcas municipales ya no es tan importante como el narconegocio… Así estamos.
La libran los municipios
La mejor noticia que les pudieron dar a los presidentes municipales en apuros con los pagos de fin de año es la de que el gobierno estatal otorgará ayuda financiera por un monto de 327 millones de pesos. Lo anterior de acuerdo a lo que informó el Secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco.
El funcionario explicó que se están atendiendo las solicitudes que hacen los presidentes municipales, bajo el criterio de que estos apoyos resultan en beneficio directo de miles de veracruzanos. “No se trata sólo de ayudar a gobiernos municipales que tienen algunas dificultades; se trata de garantizar los derechos que tienen los trabajadores que todo el año han trabajado por Veracruz. De no hacerlo, la economía familiar correría riesgo en un mes muy sensible”.
Los recursos que se obtendrán a través del Fondo de Fomento Municipal serán destinados a pago de nóminas y otras obligaciones presupuestarias que consideren pertinentes, siendo de libre disposición.
Lima Franco recordó que desde el inicio de esta administración se ha mostrado compromiso con situaciones similares. “Se han llevado a cabo durante este año acciones concretas orientadas a sanear las finanzas del Estado y hacer un uso eficiente de los recursos de las y los veracruzanos”; y refirió particularmente el pago de los adeudos que se venían arrastrando con los municipios durante los gobiernos anteriores.
Dijo también que, por instrucciones del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, se realizaron acciones tendientes a promover el desarrollo económico y en especial de las economías locales. “El compromiso con los ayuntamientos va en ese sentido, sin que para esto se tomen en cuenta banderas políticas”, explicó el funcionario.
Respecto a la ministración de los 327 millones de pesos, dijo que fue el gobernador Cuitláhuac García Jiménez quien se comprometió y expresó su total acompañamiento a los alcaldes y alcaldesas de los Ayuntamientos. “El Estado de Veracruz se hará cargo de la situación y apoya a los municipios a través del Fondo de Fomento Municipal con recursos del FEIEF para que puedan cumplir con sus obligaciones presupuestarias prioritarias.
Lima Franco ha dicho que la ministración de estos recursos se realizará de forma inmediata, con orden, transparencia y disciplina financiera para cuidar nuestra economía. “Los veracruzanos pueden confiar en que su gobierno apoya con hechos a los gobiernos locales sin importar la bandera política para que estos puedan disponer de recursos para el cumplimiento de metas que tienen con la población”.
Reflexión
Una modesta recomendación a quienes asisten a festejos de fin de año o navideños, organizados por sus jefes, los titulares de las dependencias del estado: no se dejen videograbar porque al rato van a andar en las redes sociales como ejemplos del despilfarro, los reventones y los gustos romanos de la 4T…!Aguas!
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