El pasado lunes, la titular de la Secretaría de Protección Civil del Gobierno de Veracruz, Guadalupe Osorno Maldonado, compareció ante los diputados del Congreso del Estado.

No se trata de una dependencia de las que manejan un exorbitante presupuesto, como lo son Salud, Educación y Seguridad, por ejemplo, pero sí es, Protección Civil, fundamental en la estructura del gobierno de la entidad.

En este periodo, la dependencia no tuvo una mayor exigencia; y de no ser por algunos incendios forestales, Protección Civil no hubiera aparecido en términos mediáticos.

El incendio en el relleno sanitario de Cuitláhuac, que duró un mes y medio, fue finalmente controlado; el incendio forestal de la reserva ecológica San Juan del Monte, de Las Vigas, también fue atendido con eficiencia, aunque consumió más de 815 hectáreas de bosque de pino.

Lo mismo ocurrió con el siniestro registrado en los cerros Roca de Oro, La Paila, La Bandera y la comunidad Palma Sola, municipio de Alto Lucero, que consumió más de mil 350 hectáreas de bosque, y que fue controlado con esfuerzos de Protección Civil y otras instancias como las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, Caminos y Puentes Federales, y las comisiones Nacionales del Agua y Forestal.

Por otro lado, las pocas emergencias considerables, como consecuencia de las lluvias, fueron superadas.

Destacable fueron en la comparecencia de Osorio Maldonado los siguientes datos: 30 mil 569 situaciones de prevención y emergencia; 623 fenómenos geológicos (monitoreos sísmicos, deslaves); tres mil 459 químicos tecnológicos (incendios, fugas de gas); 22 mil 290 eventos socio-organizativos; 486 sanitario ecológicos (reportes de enjambres de abeja); y tres mil 711 hidrometeorológicos; es decir, alertamientos por vientos y lluvias.

Al final, lo mejor del trabajo de un área de protección civil es que no se note, porque eso indica que no hubo mayores problemas para resolver los fenómenos que se presentan.

Por fortuna, el aspecto que más llamó la atención de la prensa no tiene que ver con las emergencias, inundaciones, incendios y sismos, sino con la aplicación de recursos en pasados gobiernos; de tal manera que para efectos mediáticos fue un escándalo el dato aportado por la secretaria sobre las irregularidades en el Fondo para la atención de desastres naturales, Fonden.

Dijo Guadalupe Osorno que entre 2011 y 2018, el gobierno de Veracruz no aportó un solo peso para atender las declaratorias de emergencia, lo que se traduce en una deuda con el Fonden por 10 mil 400 millones de pesos.

En pocas palabras, los gobiernos de Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes sólo ocuparon los recursos enviados desde la Federación, pero no pusieron la parte que les correspondía para atender emergencias.

Hay que recordar que de acuerdo con las reglas de operación del Fondo, por cada peso canalizado por la Federación, el gobierno estatal debe aportar uno más, lo cual no ocurrió en Veracruz, donde las administraciones de Duarte y Yunes simplemente no cumplieron con la norma, dejando que la deuda creciera hasta convertirse en una bola de nieve que hoy debe enfrentar el actual gobierno de la entidad.

@luisromero85