Hace unos meses Sofía Martínez Huerta no estaba entre las candidatas a la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado y tampoco lo estaba hace seis semanas cuando fue propuesta por el gobernador Cuitláhuac García, para ocupar una de las 13 plazas de magistrado que estaban vacantes. Fue asignada a la Segunda Sala.
Pero este lunes el voto de cinco de los nueve magistrados la llevó a ocupar la presidencia del TSJE y del Consejo de la Judicatura, en sustitución del magistrado Edel Álvarez Peña.
Al saludar a cada uno de sus colegas que estaban en la mesa de honor, la togada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros que obtuvo solo tres votos hizo su numerito: “Fue dedazo su nombramiento” dijo a Sofía que no contesto y la dejó rumiando su amargura.
Castañeda Palmeros aseguró, sin comprobar, que varios magistrados fueron sobornados con dinero. Agregó que no le reconocía ningún mérito a la nueva presidenta y soltó la ofensa: “Cualquier tarugo o taruga llega a la presidencia del Tribunal, esto fue una puñalada a los veracruzanos, el Poder Judicial se está hundiendo y se va hundir más, lo van a ver ustedes”.
Pero de inmediato se amarró el dedo: “Hago responsable (a Sofía Martínez) de los daños en mi vida, patrimonio, salud, tanto de mis familiares como el mío. Será mejor que me cuide porque es la única enemiga que ya tengo. Y si ella por venganza o por asesoramiento de Dionisio Gutiérrez García, si ella o su asesor deciden hacer un perjuicio a mi persona o familia los hago responsables y me defenderé si es que me dejan viva”.
Por Dios, magistrada.
Quienes conocen a Sofía, que empezó su carrera en el Poder Judicial hace más de 25 años, aseguran que es incapaz de atentar contra nadie. “Por el contrario, es una mujer que le gusta conciliar”, me dijeron.
Y debe ser. En su primer discurso como magistrada presidenta Martínez Huerta tendió la mano:
“Estaré siempre en la mejor disposición de dialogar con quien desee hacerlo para prevenir los problemas que en nuestro actuar pudieran presentarse. Reiterando mi compromiso a los integrantes de este Poder Judicial del Estado y a la ciudadanía en general de que siempre actuaremos conforme a la ley y nunca por encima de ella”.
Más adelante agregó: “Estoy plenamente consciente de la alta responsabilidad que asumo, ya que por primera vez una mujer desempeñará el cargo de Presidenta del Consejo de la Judicatura del Estado y el Poder Judicial; es un honor el que me otorgan, el más alto en mi vida profesional”.
También dijo: “En el aspecto jurisdiccional, con la colaboración y apoyo de todos ustedes, velaremos y exigiremos que no sólo se administre justicia pronta, expedita, imparcial y gratuita, sino que se haga de forma oportuna, eficiente, eficaz y honesta; y en esta tarea jugará un papel destacado la Escuela Judicial ya que es imprescindible la capacitación permanente en todos los grados”.
Que así sea.