La división panista en el Congreso de Veracruz mantiene un ambiente de tensión en dicha fuerza política, donde no se ponen de acuerdo.
En Acción Nacional no se observa la misma tendencia que en Morena, donde luego del anuncio de expulsión de tres legisladores locales, aparentemente las partes llegaron a un arreglo.
En el PAN no ocurre lo mismo; al contrario, la fractura parece cada vez más irreconciliable.
A los 8 diputados locales que llegaron al Congreso arropados por el PAN y que anunciaron su salida de dicha fracción legislativa, se sumó Érik Iván Aguilar López, con quien los panistas disidentes integrarían lo que llaman el grupo mixto “Acción Nacional Veracruz”
El caso de Érik Iván Aguilar llama la atención: llegó al congreso local postulado por la alianza Morena-PES-PT; a la primera oportunidad salió de dicho grupo y se declaró independiente; ahora se suma a los panistas que salieron de la bancada albiazul, a efecto de lograr el reconocimiento como fracción. Digamos que el tema ideológico no es lo suyo.
Pues bien, el grupo de los 8 panistas dice que su problema, el motivo de inconformidad, no es con la dirigencia estatal, sino con sus compañeros, en alusión al cambio de coordinador en la bancada. Recordemos que el comité estatal del albiazul determinó quitar a Sergio Hernández de la coordinación de la bancada y nombrar en su lugar al diputado Omar Miranda Romero, ex dirigente interino del partido y afín a la dirigencia de Joaquín Guzmán Avilés.
Tras el anuncio del relevo en la coordinación de la fracción, los diputados María Josefina Gamboa, Judith Pineda, Monserrat Ortega, María Graciela Hernández, María de Jesús Martínez, Sergio Hernández, Juan Manuel de Unanue y Ricardo Arturo Serna determinaron separarse de la bancada panista e integrar un nuevo grupo, al que se sumó Éric Aguilar para que pudieran librar los requisitos establecidos.
Ante el inminente reconocimiento de la fracción, por parte de la Junta de Coordinación Política, el dirigente estatal del blanquiazul habría turnado al Congreso un documento en el que pide a los diputados disidentes que no utilicen el nombre y las siglas del Partido Acción Nacional.
Enrique Cambranis, diputado con mucho peso dentro de la bancada y del comité estatal, dijo confiar en que pronto se logren superar las diferencias; sin embargo, no se ve cómo puedan los panistas evitar una fractura irreconciliable, porque para ello una de las partes tendría que ceder.
De entrada, ha trascendido que el futuro de los diputados disidentes dentro del partido pende de un delgado hilo, dado que la nueva bancada no es bien vista ni por el Comité Directivo Estatal, ni por el Ejecutivo Nacional; aun así, una posible expulsión es un escenario que difícilmente se podría registrar.
A final de cuentas, la del PAN es una disputa interna por el control y los recursos de la bancada; es además la continuación de las diferencias entre los simpatizantes de Joaquín Guzmán Avilés y del grupo Yunes, a quien le guardan lealtad los ocho legisladores que salieron del Grupo Legislativo del albiazul. @luisromero85