A principios de agosto, en las fiestas patronales de Santiago Apóstol en la cabecera de ese municipio de Los Tuxtlas, se propició una reunión entre el alcalde Argéniz Vázquez Copete y su esposa, la diputada local Brianda Kristel Hernández Topete, con el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, y con el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura del estado, Javier Gómez Cazarín.
El encuentro llamó la atención dada la cercanía que tanto el munícipe como la legisladora, ambos perredistas, mantenían con el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares por Yazmín Copete Zapot, madre y suegra, respectivamente, a quien el ex secretario de Gobierno y ex dirigente estatal del PRD, Rogelio Franco Castán, impulsó en el bienio yunista como coordinadora del grupo legislativo del partido del sol azteca y luego, en 2018, como candidata a senadora por la alianza PAN-PRD-MC.
Ahora, según se ve, esa familia otrora yunista trae nuevos acuerdos políticos con el grupo gobernante de MORENA, pues la diputada Hernández Topete acaba de ser electa como vicepresidenta de la mesa directiva de la LXV Legislatura, en la que sólo sobrevivió como secretario el diputado Jorge Moreno Salinas, del PRI, por otro supuesto arreglo de su compadre, el diputado federal Héctor Yunes Landa, quien mantiene interlocución con el gobernador Cuitláhuac García y sus operadores.
El hijo y la nuera de Copete Zapot se han acomodado a la nueva realidad política, pues Cisneros y Gómez Cazarín han ido acumulando más poder: primero destituyeron, el 3 de septiembre, en un sorpresivo y polémico acuerdo de la Diputación Permanente al fiscal yunista Jorge Winckler, y al mes siguiente impusieron a la ex procuradora fiscal de la Secretaría de Finanzas y Planeación, Delia González Cobos, como auditora general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) del estado. Dos posiciones claves para fiscalizar y perseguir penalmente sobre todo a los alcaldes de oposición.
Y es que aparte de Santiago Tuxtla, doña Yazmín Copete es también la primera dama de Angel R. Cabada, donde gobierna su flamante esposo Arturo Hervis Reyes, ex senador y ex dirigente estatal del PRD.
Inclusive le atribuían también la protección de Oscar Viveros Hernández, quien sorpresivamente acaba de presentar su renuncia este viernes 22 a la Tesorería Municipal de Úrsulo Galván, que había asumido el 5 de septiembre de 2018 tras concluir sus funciones la LXIV Legislatura, dominada por el PAN-PRD, en la que se desempeñó como secretario de Fiscalización.
La semana anterior, ante las presiones y denuncias de la síndica Norma Alicia Herrera García y la regidora Mitzhy Paola Morales Alarcón por la presunta falsificación de la firma del alcalde José Enrique Benítez Ávila en algunos cheques, Viveros optó por renunciar.
Pero Oscar Viveros ha sido señalado también de estar coludido con otros tesoreros municipales y funcionarios del ORFIS y de la Fiscalía General del Estado en la presunta compraventa de facturas falsas, entre ellos Pedro Benítez Domínguez, quien pese a los graves desfalcos que se le imputan en los ayuntamientos de Naolinco y Actopan, despacha actualmente como tesorero municipal de Tuxpan.
Aunque en toda esta trama han sido señalados como presuntos cómplices el hermano del tesorero tuxpeño, Javier Enrique Benítez Domínguez, director de Seguimiento de Auditoría Municipal del ORFIS, y Carlos Alberto Delgado, quien se venía desempeñando como director de Procesos de la Fiscalía Anticorrupción, ambos muy ligados al ex dirigente estatal del PAN, José de Jesús Mancha Alarcón, un incondicional del ex gobernador Yunes Linares y primo hermano de Juan Antonio Aguilar Mancha, presidente municipal de Tuxpan, cuya esposa, la diputada Monserrat Ortega Ruiz de Mancha, acaba de separarse de la bancada de Acción Nacional, junto con otros 7 legisladores yunistas, para hacerle contrapeso a la diputación de MORENA y sus nuevos aliados en el Congreso local.