Como una de las mexicanas que ha hecho carrera en el mundo del ballet fuera de su país, Anaís Bueno da un paso más en su trayectoria con su primer protagónico en la puesta de “Jane Eyre”, de Joffrey Ballet.

Es con esta adaptación a ballet de la novela clásica de Charlotte Brontë, hecha por Cathy Marston, que la compañía inicia su temporada 2019-20.

En el rol protagónico alternan con Bueno la brasileña Amanda Assucena y la georgiana Victoria Jaiani.

Aunque Bueno reconoció que sabía de la existencia de la novela escrita en 1847, no tenía idea de su trama.

“Su personalidad es admirable”, dice de la protagonista. “Es fuerte, una mujer capaz de aguantar muchas cosas como el abandono de sus padres y terminar en un orfanato; resulta interesante cómo mantiene su fortaleza y trata de luchar por lo que es correcto”.

Durante los ensayos, Bueno se enfocó en cosas muy puntuales. “Pensaba: ‘Cómo reaccionaría Jane? ¿Qué pensaría?’. La coreógrafa (Marston) nos enfatizó en que pensáramos en que cada paso diga la historia, que reflexionáramos qué se intenta hacer. No son sólo pasos de ballet, cuentan esa gran historia y, al final, regresan esos pasos al inicio”, contó la mexicana.

En su caso, sus primeros pasos en el ballet clásico los dio a los 6 años en su natal Córdoba,Veracruz, y luego los perfeccionó en Stuttgart, Alemania.

“Esta disciplina la uso en mi vida diaria y me ha llevado a conocer el mundo”, agregó Bueno, quien ha actuado en países como Canadá, Cuba, Japón, Hungría, China, España, Alemania y Corea.

Fue en 2013 que Bueno se sumó a las filas de la compañía Joffrey Ballet, siendo hasta el momento la primera y única bailarina mexicana en sus filas.

Mas no la única en la compañía con esa bandera; otra bailarina, April Daly, es hija de madre mexicana (originaria de Chihuahua), y también están los bailarines Alonso Tepetzi, de Orizaba, Veracruz, y José Pablo Castro Cuevas, de Querétaro.

Estar representando a su país en en el extranjero, en un rubro donde han triunfado y continúan poniendo en alto el nombre de México sus compatriotas y colegas Isaac Hernández y Elisa Carillo, ganadores del premio Benois de la Danse, la llena de orgullo.

Como mexicana, considera que el arte debe ser algo importante.

“En México a las artes se les ve en un segundo plano y hay que darse cuenta que ayudan a la educación, que permite que la gente se abra a otras oportunidades”, compartió.

Y también invita a sus paisanos mexicanos en Chicago. “Siempre que puedo comparto dónde trabajo, qué hago y les digo que vengan a vernos, que experimenten el ballet porque puede terminar encantándoles. Pueden empezar con algo clásico como ‘The Nutcracker’ y luego regresar a otras funciones; la versatilidad de la compañía es lo que la hace especial. Un día podemos estar bailando ‘El lago de los cisnes’ y otro, un ballet contemporáneo. Aquí encontré mi rumbo, mi casa”, destacó.

Y en “su casa” no pueden faltar tacos; de sus favoritos, los de La Chaparrita en La Villita; los de carnitas Don Pedro en Pilsen, y La Josie en West Loop. “Siempre estoy buscando los mejores tacos”, reconoció.

Así resulta que Jane Eyre, la heroína victoriana, es mexicana y come tacos, al menos en algunas funciones.

Chicago Tribune/Gisela Orozco