El labio y paladar hendido es una malformación congénita que afecta la estructura de la cara. Es, además, la malformación cráneo-facial más frecuente a nivel mundial, con prevalencias de hasta uno por cada 700 recién nacidos. En México, la prevalencia se estima entre 0.6 y 0.9 por cada mil nacimientos.
Esta malformación tiene implicaciones importantes para el paciente y su familia, incluyendo dificultades para la alimentación, comer y para el desarrollo del lenguaje. Asimismo, este desorden puede causar afectación psicológica, social, discriminación, baja estima y dificultad en la interacción social, así como implicaciones económicas, de acceso a la salud, e impone necesidades de cirugía plástica y rehabilitación.
El labio y paladar hendido es una anormalidad congénita común, con una etiología compleja, pues involucra diferentes factores genéticos y medio ambientales. Algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, respiratorias y malformaciones congénitas como el labio y paladar hendido, han sido asociados con diferentes contaminantes, particularmente con PM10, PM2.5 y ozono.
Se ha documentado la asociación de labio y paladar hendido con la exposición a metales pesados como plomo, níquel y cadmio
La prematurez, el consumo de alcohol, el consumo de tabaco y drogas en las primeras etapas del embarazo, se han asociado con la prevalencia de labio y paladar hendido. También la carencia de suplementación con ácido fólico y otras vitaminas. Además, se ha documentado asociación de casos de esta enfermedad con la exposición a metales pesados como plomo, níquel, cadmio, entre otros.
En el año 2008, un estudio reportó que algunas mujeres que estuvieron expuestas a niveles altos de contaminación ambiental durante los primeros dos meses del embarazo, tuvieron un riesgo incrementado de presentar hijos e hijas con labio y paladar hendido. Además, otro estudio relacionó la incidencia de labio y paladar hendido con la exposición que tuvieron las madres a productos solventes clorinados durante su embarazo.
El nivel educacional bajo tiene implicaciones con los hábitos de salud y las elecciones de vida como fumar, beber alcohol, estar expuestos a contaminantes y no tomar suplementos vitamínicos durante el embarazo. También puede implicar exclusión social, vivir en áreas marginadas o cerca de lugares que producen contaminación.
Las mediciones que se hicieron se resumen en la siguiente figura:
La etiología del labio y paladar hendido no se debe a un solo factor, como el medio ambiente, sino que obedece a un modelo multicausal y a diversos factores como los explicados anteriormente.
La habilidad de encontrar áreas geográficas particulares de eventos de salud puede servir para entender las causas de esta enfermedad y formular políticas públicas para prevenirlas.
La distribución de labio y paladar hendido sigue patrones específicos en el espacio urbano. Esto coincide con la teoría de aglomeración espacial, en el sentido de que todo se relaciona entre sí en el espacio.
Los resultados presentes no establecen una causalidad directa, pero indican una proximidad geográfica entre los casos de labio y paladar hendido y los contaminantes ambientales, tal como mencionan otros autores.
Esta investigación constituye un primer paso para el estudio de las malformaciones congénitas desde la perspectiva especial con aplicaciones de espacio abierto.
Autores
Francisco Gasca, Jesús Santos, Ricardo Elizondo, Gerardo Mejía, Cecilia Ruiz, Deborah Reyes, Elsie Vázquez, José Hernández, Rosa López, Rocío Ortiz, Daniel Olvera, Augusto Rojas, investigadores de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, y la Escuela de Ingeniería y Ciencias, del Tecnológico de Monterrey; así como de Casa Azul, A.C.
Tec de Monterrey