Prefacio.

Los casos contra los excolaboradores de Javier Duarte se siguen cayendo, y por más que hablen de una supuesta confabulación con Morena, lo cierto es que las carpetas fueron tan mal armadas, que su liberación era obligada. *** Este jueves surte efecto el amparo 533/2019 que le fue concedido a Luis Ángel Bravo Contreras, por lo que podrá continuar su proceso en libertad. *** Lo mismo sucede con Rosario Zamora, extitular de Investigaciones Ministeriales, y con Carlota Zamudio, exdelegada de la Policía Ministerial. *** Mientras tanto, el juez de control, Roberto Juárez López, vinculó a proceso a Bernardo Segura, exsubsecretario de Finanzas (en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares) y le fueron ratificadas las medidas cautelares impuestas en la primera audiencia, de un año de prisión preventiva oficiosa. *** Los otros exservidores públicos señalados en la misma carpeta, han obtenido suspensiones provisionales, para evitar ser detenidos.

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Carlos Loret de Mola es un periodista con gran reconocimiento. Su desempeño profesional le permitió, incluso, ser incorporado recientemente como miembro del equipo de colaboradores de The Washington Post.

Es con seguridad uno de los comunicadores más críticos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y suele estar tan bien documentado, que la propia Secretaría de la Función Pública (SFP) le pidió el material que posee acerca de su artículo en el que señala que actos de corrupción en Pemex sirvieron para financiar la campaña de Enrique Peña Nieto en el 2012.

No siempre, sin embargo, tiene las mejores fuentes informativas, lo que lo lleva a ser inexacto en algunas de sus historias.

Eso sucedió con la más reciente, la publicada este miércoles 16 de octubre y que tituló: “Señor, lo acaban de destituir”.

Loret de Mola narra que mientras se operaba en el Congreso local la sustitución de Jorge Winckler de la Fiscalía General de Veracruz, éste se encontraba reunido, en Xalapa, con miembros de la familia Chedraui, y que recibió la llamada de uno de sus colaboradores, quien le dijo: “Señor, lo acaban de destituir”.

El periodista no establece cuánto tiempo pasó, lo que permite suponer que fue en el mismo momento en que fue notificado de su remoción, que “su escolta” le informó que tenía la instrucción de “su nueva jefa” de retirarse de la custodia de Winckler, quitarle el celular y llevarse el automóvil blindado.

En realidad quien le informó de su remoción fue una diputada panista, que estuvo presente en la sesión de la Comisión Permanente, pero que no pudo avisar a tiempo porque no salía ninguna señal de su celular.

El Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Juan Javier Gómez Cazarín, fue quien recibió la documentación con la que se justificaba la salida del Fiscal, pero entendió que tenía que ser muy cauteloso, para evitar filtraciones y que se boicoteara la sesión.

Citó a los integrantes de la Diputación Permanente minutos antes de que iniciaran su sesión, no les explicó la razón, y no fue sino hasta que todos estuvieron presentes, cuando les mostró los documentos y les notificó que se procedería a remover a Jorge Winckler y a sustituirlo con una persona que quedaría, provisionalmente, como encargada del despacho.

La mayoría de los legisladores le brindaron su respaldo, pero hubo quienes (algunos panistas y al menos uno de Morena) se apresuraron a tomar sus teléfonos celulares para avisarle al aún fiscal. Fue inútil. Se había tendido un cerco magnético alrededor del Palacio Legislativo, que bloqueaba cualquier entrada o salida de señales telefónicas.

Fue hasta que concluyó la sesión, que la legisladora abandonó el recinto y pudo comunicarse con su amigo para darle la noticia.

En su columna, Loret de Mola dramatiza el momento y pinta a un Jorge Winckler, solo, caminando desde la residencia de la familia Chedraui, hasta una tienda Oxxo para comprar un nuevo teléfono y comunicarse con su esposa, a fin de advertirle sobre un posible atentado.

¿Acaso los Chedraui, grandes amigos de Jorge Winckler (y aún más, socios de Miguel Ángel Yunes Linares) no le ofrecieron apoyo?

¿Un celular para hablar con su esposa, un vehículo, algunos de sus escoltas?

La versión escrita por Loret de Mola de que Jorge Winckler le dijo a su esposa “que se cuidara, que no saliera, que tenía muchos enemigos a los que había metido a la cárcel, que podrían aprovechar esta vulnerabilidad para hacerles daño”, fue la misma que manejó el propio exfiscal, hoy prófugo de la justicia, para quejarse de que le hubieran retirado la custodia.

Días después la encargada del despacho de la Fiscalía reveló que Jorge Winckler tenía para su protección y la de su familia a 48 elementos, mientras que, por ejemplo, la unidad antisecuestros para la zona sur estaba integrada por 55 agentes.

Lo que de verdad sucedió fue que, una vez enterado de su remoción, el propio Jorge Winckler anticipó que irían por él y sabía que sus propios escoltas servirían para localizarlo, por lo que fue él quien les ordenó que se concentraran en su base.

“La segunda llamada fue a un amigo suyo que le prestó coche y chofer para huir de Xalapa”, narra Loret de Mola.

Otra pifia. Esa misma noche, desde el salón de un hotel de Xalapa, Jorge Winckler ofreció conferencia de prensa, e incluso la transmitió por la página de Facebook de la Fiscalía, toda vez que personal de su staff era el que la manejaba y tenía las claves para acceder a ella.

Para ese momento ya estaban con él Marcos Even Torres y Luis Eduardo Coronel, además de otros de sus más cercanos colaboradores. No hizo falta pedir el auxilio de nadie más. Ellos lo acompañaron a dar su conferencia de prensa, y ellos mismos se lo llevaron, ahora sí, para ocultarlo.

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Epílogo.

Si alguien tenía dudas del papel que juega Magdaleno Rosales, hoy lo dejó muy claro: Es el infiltrado para sabotear al gobierno de Morena, el partido que lo llevó al Congreso local. *** Este miércoles “Maleno” acusó al secretario de Gobierno, Eric Cisneros de tener “metidas las manos” en la elección de delegados de su partido en Veracruz. Pero no sólo lo acusó a él, también lo hizo con sus compañeros de bancada, José Andrés Castellanos Velázquez y Cristina Alarcón. *** Maleno Rosales es el mismo que fue señalado de vender su voto, por cinco millones de pesos, para proteger a Jorge Winckler en las demandas de juicio político en su contra. Ha trascendido que recibió un fuerte reclamo por no haber avisado con tiempo sobre la estrategia montada para separar a Winckler del cargo de Fiscal y le estarían exigiendo la devolución del dinero que le fue entregado. *** Esta embestida contra sus propios compañeros de partido parece ser la forma de “desagraviar” a sus nuevos jefes. *** La diputada Adriana Martínez Sánchez fue muy clara al ser cuestionada sobre los señalamientos de Magdaleno Rosales. Dijo que en la bancada de Morena no hay conflictos y todos coadyuvan con el gobierno estatal para alcanzar los objetivos plasmados en el Plan Veracruzano de Desarrollo: “Me toman de sorpresa. Yo vengo de mi Distrito y desconozco lo que esté diciendo; quisiera pensar que no es verdad, porque en nuestra bancada estamos todos unidos, todos coordinados y trabajando muy de la mano de este gran proyecto que tiene Veracruz”.

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